La tecnología del líder son las conversaciones: dos tipos de innovación

Por Virginio Gallardo (@virginiog)

Quien habla de liderazgo habla de innovación. Quien habla de innovación habla de ideas. Quien habla de ideas habla de las conversaciones que permiten su creación y difusión. Hablemos de las conversaciones.

Ahora que nadie duda que la innovación es la clave de la competitividad empresarial se hace necesario pensar en cómo gestionarla y esto consiste básicamente en gestionar conversaciones.

Nuestra competitividad empresarial depende de cómo provocamos que haya muchas ideas de excelente calidad, pero sobre todo cómo aseguramos que se difundan y se hagan realidad.

Para ello deberemos dominar las conversaciones que se producen en las organizaciones en los dos tipos básicos de innovación que una empresa puede utilizar y que están estrechamente relacionados entre sí.

 

Los dos tipos de innovación: estructurada y difusa

La gestión de la innovación se ha entendido tradicionalmente como la innovación basada en una idea que se presenta de forma estructurada mediante un proyecto, que se evalúa mediante unas matrices, a veces con un software, con comités y otras herramientas y que finalmente acaba siendo un proyecto, un proyecto que suele ser complejo y que requiere equipos y una adecuada gestión del cambio mediante metodologías específicas como la del viaje de las ideas. Este es el primer tipo de innovación con conversaciones estructuradas.

Pero hay un segundo tipo de innovación, una innovación difusa o continua, que es la que se produce todos los días en nuestras empresas de forma imperceptible, en forma de conversaciones muy numerosas que afectan a todos los trabajadores de manera cotidiana. Estas conversaciones contienen ideas (memes) que se trasladan en pequeñas mejoras que se producen en cualquier puesto de trabajo. Son a menudo imperceptibles, pero sumadas y miradas con perspectiva pueden ser muy importantes.

La paradoja es que las empresas, cuando quieren sistematizar su proceso de innovación, se olvidan de este segundo tipo de innovación. No les importa tomar medidas que promuevan la creatividad y la innovación continua, sólo potencian el primer tipo de innovación estructurado, pues no creen en el poder innovador de las conversaciones organizativas.

 

La innovación con conversaciones sistematizadas: pensar dentro de las cajas

El primer tipo de innovación aún se debe potenciar más. La capacidad que tiene una organización de gestionar proyectos innovadores es limitada, pero muy superior a lo que la mayoría de las organizaciones hace. La innovación más estructurada y compleja tiene un enorme recorrido en nuestras empresas.

Todas las organizaciones deberían contabilizar sus gastos en función de lo que Vijay Govindarajan, en su famoso artículo Thinking inside the box denominó tres cajas:

  •  Caja 1: Proyectos y acciones que permiten gestionar el presente.
  •  Caja 2 : Acciones y proyectos que de forma premeditada abandonen el pasado.
  •  Caja 3: Acciones que ayuden a crear el futuro.

Las cajas 2 y 3 deberían tener presupuestos asignados que se deberían ejecutar en función de  la importancia estratégica y el impacto en resultados de cada proyecto o idea. Para ello las empresas deben crear procesos de gestión sistematizada: buzones de ideas electrónicos, procesos de comité por comunidades de innovación, personas cuya misión sea señalar ideas, procedimentar e implantar estas ideas: agentes de cambio, integradores de ideas….

En la innovación sistematizada podemos calcular el número de proyectos aceptados o rechazados, el coste y la rentabilidad de los mismos, su éxito o retraso…  Se producen conversaciones dentro de estos procesos de innovación, pero con un protocolo más “cartesiano” y preestablecido.

 

La innovación continua: gestionar conversaciones desorganizadas

Cuando se habla de innovación continua o difusa, la dificultad es establecer cómo provocamos que haya muchas conversaciones con ideas, pequeñas ideas que cambian a la organización de forma rápida e imperceptible, para hacerla más eficiente.

En este segundo tipo de innovación la gestión es más compleja, no la podemos medir con la misma facilidad ni sistematizar. De hecho, nuestras organizaciones ya cambian así, sólo se trata de acelerar y hacer más eficiente el proceso.

Para ello hay que trabajar con las denominadas culturas innovadoras, culturas que facilitan que las ideas surjan más rápido y se implanten más rápido. Hay que establecer cómo es el liderazgo transformador que es el que conoce que las culturas son conversaciones y es capaz de controlar este proceso caótico.

En la actualidad es muy fácil crear herramientas 2.0. que permiten facilitar el proceso y controlar más las conversaciones organizativas, medirlas y analizar su impacto en el negocio.

Algunas de estas conversaciones y microideas (memes) derivarán en “proyectos” que seguirán procesos estructurados, pero la mayoría serán microcambios en actitudes, en pequeños hábitos, en pequeñas tareas… Pero muchos microcambios sumados harán que esa organización cambie e innove más rápidamente y sea más competitiva.

A muchos les incomoda esta forma “serendípica” de innovación, especialmente cuando se produce en conversaciones externas mediante los principios de la organización abierta.

Pero este segundo tipo de innovación continua suele ser la clave del éxito pues además de provocar más cambio, mejora el proceso de creatividad de la innovación sistematizada (primer tipo de innovación) y lo que es igual de importante, de su implantación. Por ello se debe actuar en paralelo sobre los dos tipos de innovación.

 

La cultura innovadora son conversaciones

Tendremos que acostumbrarnos a un nuevo lenguaje en el que se hablará de la optimización de la inteligencia organizativa, de análisis de redes sociales, de hibridación de ideas, de mecanismos de dinamización de la colaboración mediante culturas innovadoras. Tendremos que conocer los secretos de la innovación, de la memética, de la gestión de las comunidades, pero especialmente la herramienta básica de la innovación: las conversaciones.

La competitividad empresarial depende del manejo de ambos tipos de innovación, por ello los líderes son los que dominan ambos tipos de innovación, procesos demasiado estratégicos para dejarlos sin gestionar.

Son líderes que conocen la naturaleza humana de sus colaboradores, que los hace creativos y sociales, con ganas de compartir y mejorar si se establece un adecuado marco cultural, pero que sobre todo dominan la principal tecnología de la cultura: las conversaciones organizativas.

 

Foto @Chris Hambly, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Publicado en Con tu negocio. Post original aquí.

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La ilusión de perseguir un sueño…

Por Manel Muntada Colell

Supongo que si me plantease hacer un viaje lejos y, posteriormente a haberlo decidido, averiguase los recursos de los que dispongo, me podría plantear ir más lejos que si primero averiguase los recursos de que dispongo y en función de estos me plantease viajar.
La diferencia entre las dos aproximaciones estriba en el hecho de viajar a dónde quiero o a dónde puedo.
Si al final decidiese ir a dónde puedo, sólo significaría, entre otras cosas, que lo que quiero, no lo quiero tanto como para invertir en ello recursos y tiempo.
Esta época del año es, para mí, tiempo de dibujar ideas, de diseñar escenarios junto a los clientes con los que colaboro y me encuentro a menudo con situaciones parecidas a la de la analogía del viaje.
En muchos casos parece imposible disociar el momento de decidir a dónde voyde los problemas que surgen mientras se piensa en ello, de tal suerte que, al final, lo más probable es que se construya o diseñe algo a la medida de la situación de la que se parte, algo que seguramente se pueda realizar pero que no llegue a la altura de lo que realmente se desearía hacer. Algo que no ilusione o que resigne a nuestra ilusión.
Desde mi punto de vista, es mejor separar la idea que nos gusta, y de la que partimos, de aquellos inconvenientes que, de momento, se tenga o se prevea que pueden aparecer, así como del método o técnica utilizados para llevarla a cabo.
En un principio, lo mejor es profundizar en ella, en las motivaciones que nos impulsan, en los beneficios y valor que añade a la organización, a sus personas, a los equipos, etc. Hemos de escribirlo, listarlo, ilusionarnos
Una vez la idea de lo que queremos esté realmente clara y alineada con nuestro deseo, ahora sí que toca identificar aquellos factores que generen inconvenientes o dudas para su logro. Aquí es donde se podría encajar el manido Diagrama de Ishikawa, aunque no para buscar determinantes de problemas sino para identificar problemas… [¿Qué diría el japo del nombre raro?]
Identificados los factores, buscar, para cada uno de ellos, los obstáculos que prevemos [que si los sindicatos, que si puede haber poca participación, que la dificultad para tratar los datos… ya sabes, los problemillas…] y plantear aquellas soluciones a los problemas detectados que preserven al máximo la idea [el sueño] inicial.
En fin, que ya sé que es muy básico, pero todo sea por hacer lo que realmente queremos hacer [o algo muy parecido] y no sólo lo que podemos hacer… es tan mediocremente común y tan aburrido…
Publicado en CumClavis. Post original aquí.

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Todo puesto en duda. La gestión de ideas es clave para nuestra estrategia de innovación.

“No dejes que los éxitos se te suban a la cabeza y los fracasos te invadan el corazón”. Marcos Galperin

Las ideas son la nueva moneda en la nueva economía creativa, por tanto, necesitamos herramientas para gestionar este valioso activo como parte de nuestra estrategia global de innovación. La gestión de las ideas la solemos pasar por alto como un componente crucial en el proceso global de la innovación en las organizaciones.

Es por ello que hoy viajaremos en una idea muy licuada de forma líquida.

Si hay algo, que todos sabemos es que sin creatividad no hay innovación, a lo que podemos decir, que sin ideas no podemos innovar, sin nuevos pensamientos tampoco.

La mayoría de las organizaciones tienen muchas ideas. Nuestros fracasos de innovación ocurren en otras etapas del proceso, tenemos herramientas disponibles para medir cómo lo estamos haciendo de bien a la hora hacer en cada uno de estos pasos.

¿Cuáles son las características que necesitamos en nuestro sistema de gestión de nuestras ideas?

  1. Cuando capturamos y hacemos un seguimiento de la idea.
  2. La evaluación de nuestra idea.
  3. Rasgo esencial, la fomentación de la colaboración en la creación y proceso de la idea.
  4. Realizamos un seguimiento de nuestras ideas a través de nuestro proceso de innovación, creando puertas abiertas para la generación de más ideas.
  5. Hacemos pausas entre ideas, mediante la posibilidad de pausar las ideas
  6. Los retos de la innovación es cuando nos apoyamos, ayudamos y colaboramos entre todos.

Esto nos lleva a un punto, en cuando lo ponemos todo en duda, a veces, las dudas ya parten dentro de nosotros mismos. Es por ello que a veces, si nos conocemos desde lo más profundo, el resurgir de nuestros pensamientos, nuestras ideas, nos pueden llevar a algo, que lo podríamos llamar innovación o hacer algo que hasta ahora no habíamos realizado.

Así que hubo dos transformaciones paralelas a lo largo de este camino, llamado vida, que me encontré, mientras miraba un documental sobre el país de Mongolia. Me acordé de un ejercicio que tiempo atrás ya había realizado, una buena tarde conseguí poder entrar en lo más profundo de mi corazón, sacando esas capas de cebolla que tan ocultas tenía dentro, esto me permitió que pudiera hacer a menudo, durante unos minutos al final del día una de las conexiones más profundas del corazón, la profundidad en la que llegué ese día nunca más lo he podido lograr de nuevo, pero si he ido profundizando en muchos sentidos, desde el amor con otra persona, así como las emociones, pensamientos que había tenido anteriormente en un estado casi exclusivamente verbal e intelectual; la segunda está implicada simplemente ver cómo la gente puede vivir y contento por con lo que tiene.

Nos preguntamos ¿qué tiene esto que ver con el principio del texto?

Tiene que ver mucho, dado que en última instancia, que hacemos frente a la decisión entre la libertad y la seguridad, es aquí si elegimos una cosa u otra, nos dará una idea u otra. Elegí la libertad, a pesar de que sin duda me sentía como si otras personas eligieran por mí.

Es en el amor por “algo” que nos movemos, al igual que las ideas, las ideas nos impulsan a crear “algo”, es aquí cuando nosotros si sabemos lo que tenemos, sabemos con lo que vivimos, es cuando podemos ver si existe alguna necesidad, y esto es cuando ocurre en las organizaciones, ver dónde estamos para ver dónde vamos a poner puntos de mejora, creatividadgeneración de ideas.

Vimala Thakar, activista social en India, profesora de espiritualidad, autora de publicaciones sobre yoga, meditación, que murió en marzo de 2009, una influencia increíble en el pasado reciente. Sus escritos resuenan con mi propia experiencia de la vida y de la investigación sobre la meditación, la creación, de una manera que realmente nos alienta a seguir este camino particular. Recientemente, me encontré con un pasaje sobre el amor, que nos puede llamar la atención los cuales nos dicen:

“El amor es un estado del ser en el que uno ha llegado a la humildad para actuar sin el ego; en el que uno no quiere nada de nadie en el mundo; en el que uno no quiere utilizar la vida como un medio para un fin, pero se cumple en vivir la vida como un fin en sí mismo. Tal persona es capaz de amar”.

Según el texto nos lleva a la idea que uno de nosotros es capaz de amar o ¿no sabemos nada sobre el amor como así nos lo define la propia autora de este pasaje? Estamos tan lejos de nuestro concepto convencional sobre el amor, que sin embargo, vemos que tiene mucho sentido. Para la creación de ideas, la eliminación de juzgar a los demás (sean personas o organizaciones, en lo personal o en lo profesional), comparar, prefiriendo, y el deseo de seguridad que se nos traduce en una relación de “amor”, nos parecería ser la única manera de poder amar de verdad. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente hacemos esto? O incluso ¿queremos hacer esto? Lo podemos llamar “amor” de pareja, “amor” por una marca, por un grupo, por una organización, el denominado “Love it”.

Sigamos con la creación.

A pesar de los lazos familiares que son muy fuertes en Mongolia, dónde siguen un estilo de vida tradicional en el campo, viviendo en una casa de una habitación circular con miembros de la familia, sin privacidad y divisiones muy circunscritas de trabajo basadas en el género; nos gustaría volver a pensar que nuestras vidas son más representativas hacía la libertad que la seguridad.

Cuando uno no se presenta con opciones sobre la manera de vivir, puede parecer que se trata de servidumbre, pero diríamos que, en cierto modo, es la elección incesante que nos proporcionan y el miedo al cambio, que realmente tanto en organizaciones, en empresas, en personas (pero sobre todo se nos viene en mente la esclavitud moderna). En Mongolia, el ganado es libre de vagar, los perros siempre están sin cadenas, incluso en las ciudades. La mayor parte de la tierra, que es tan escasamente poblada y de extraordinaria belleza, se considera común (es decir, no le dan importancia a la propiedad privada). Estas cosas afectan a una cultura.

Es cuando vemos que dicha cultura, podría ser extrapolable a la organización a la muerte de las jerarquías, dónde cada persona sabe cómo, cuándo y por qué hacer algo. El crear “algo” en todo su conjunto del grupo de la población, es decir en una organización, sería como el crear a partir de una idea.

Una comunidad de pastores de renos, cada día viven lo que podría ser el nacimiento y la muerte. Bastante literal. ¿Cómo podemos discutir con la ley de no pertenecer a nada en estas condiciones? ¿Dónde existe ahora el pertenecer a un grupo u organización?

Mientras tanto, si sólo ponemos toda la energía en conocer y entender a los demás, pero no recibimos sus puntos de informaciónque nos quieren dar, sólo damos pero no recibimos, no hacemos el trabajo duro conjuntamente. Y lo queremos tanto que no podemos aceptar cualquier otro resultado posible.

A veces, es mejor perder, dar un paso hacia atrás para poder mirar hacia adelante, es aquí donde el progreso y la innovación aparecerán, a través de las ideas.

Se nos en ciega la vista que no nos permite ver más allá, volvemos al “amor”, ciegos por el mismo, lo que nos impide avanzar, por lo tanto nos impide crear, innovar.

Pero cuando se trata de los demás, de otras personas, organizaciones, es en última instancia, cuando todo está fuera de nuestro control. No podemos hacer nada para cambiar esto, pero si nos podemos avanzar.

Pero quizás esta asociación ideal no es nuestro camino, ya sea con una persona o cualquier organización y más en un entorno VUCA. La cantidad de ideas que claramente perderemos por intentar acercarnos a lograr un éxito basado en una idea la cual no exista tanto desde la idea como desde las personas una acercamiento de relación sin que la captación y el deseo, con un motivo de interés y la investigación sea pura y dura. Libres de las medidas convencionales de lo que llamamos el “progreso” y el “éxito” en la vida que están unidos a los conceptos de trabajo y familia, de negocio y resultados, es cuando nos damos cuenta, que hasta ahora, “algo” en su forma, que habíamos estado viviendo, trabajando, intentando llevar o crear no era la realidad, el saber dónde estamos para poder así ver si es nuestro futuro proyectado. Pero ¿qué nos ocurre ahora? ¿Qué hemos de vivir nuestra vida ahora? ¿Qué vamos a crear ideas de la nada? ¿Vamos a estar innovando con algo con lo que no creemos?, por lo tanto con algo que no le tenemos nada de “amor”, ni pasión, ni actitud en todo nuestro conjunto.

Si bien Mongolia, en el documental que estuve observando, el breve tiempo en que duraron muchas ideas me venían a la cabeza, pero la intensa relación de todas ellas, eran como catalizadores, la trayectoria de esta vida en particular, el recordar las palabras de Vimala Thakar que encontramos en On an Eternal Voyage, (Bombay: R. Raman, at Inland Printers, 2nd ed., 1972):

“No sabemos lo que es el movimiento de la energía total dentro de nosotros. Y en ese silencio, cuando la energía no se disipa, no es dispersado en cualquier dirección, el movimiento de esa energía total provoca la mutación, transformación. Ese movimiento de la energía total puede ser llamado: el movimiento de la inocencia; movimiento del siempre fresco con nuevo sentido de la vida,. Puedo llamarlo movimiento de renuncia: una persona se mueve en la vida sin querer adquirir nada psicológicamente de cualquier persona en el mundo. Se mueve sin esperar, anticipar, seleccionar o rechazar. Él ve la vida como viene. Él entiende la vida que se desarrolla en sí. Él mira la vida, pero no trata de imponerse sobre ella”.

“Los miedos que no enfrentamos se convierten en nuestros límites”. Robin Sharma

Gracias por leerme, por difundir, por compartir.

Sigamos aportando.

Ricard Lloria by @Rlloria

Photo Credit: Now old stock Photographer: Collection by Cole Townsend

Photo Credit: Now old stock Photographer: View from top of roller coaster VPL 12276v from Vancouver Public Library Historical Photographs

Licencia de Creative Commons
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Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

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El Péndulo y la Innovación

Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika

Por más que haya tendencias que nos parezcan irreversibles, es bueno saber que toda tendencia esconde, en sí, una contra-tendencia.

1. La lógica pendular de los mercados

Comprender el aspectos pendular de los mercados es esencial. En principio, para quienes se dedican al marketing y exploran nuevos productos, mercados, tendencias y oportunidades. Pero también, y sobre todo, para quienes diseñan estrategias y emprenden nuevos proyectos.

Podemos explicarlo como nos guste. Por ejemplo, desde la dinámica de sistemas, apelando a la ley de los ciclos (un ciclo positivo es seguido de un ciclo negativo, luego uno positivo y así sucesivamente) o a la de los límites al crecimiento (nada crece para siempre). O podemos pensar en la dialéctica. O podemos recurrir al yin/yang y pensar en fuerzas opuestas complementarias.

A mi me gusta la figura del péndulo. Todo vuelve, de alguna manera. No sabemos cuándo, ni en en qué formato, ni por que motivos. Pero sí sabemos que vuelve.

2. Los libros para colorear dedicados a adultos

La ilustradora escocesa Johanna Basford vendió millones de libros para colorear especialmente enfocado a adultos entre 2014 y 2016. Lo mismo el ilustrador Richard Merritt. Parece ser que el ritual de sentarse a colorear prolijamente es un modo de reducir el estrés y hasta una actividad terapéutica.

Esta tendencia (o moda, no importa aquí la distinción) resultó increíble tanto para las empresas del mundo editorial como para las dedicadas a la fabricación de lápices, crayones y marcadores de colores (Crayola, Faber-Castells, Stabilo y otras). La venta de lápices de colores de 2015 fue un boom histórico y en algunos mercados, los libros para colorear superaron a los de cocina.

3. El “versus” engaña

Vemos presente, al péndulo, oscilando entre mundo tecnológico y el de “carne y hueso”: informática – instrumentos musicales; escritura a mano – procesadores de textos; libros – e.books. O entre la conexión virtual y la presencial: snapchat – bares; sitios virtuales – parques y plazas; “likes” – abrazos. O entre la velocidad y la lentitudfast food – veganismo; clips – ciclos de cine independiente; música electrónica – músicos indie.

La lógica del péndulo está en todos lados. Criticar una idea porque propone “lo contrario a lo que se usa ahora”, es un enorme error. Una mirada creativa, en cambio, tomaría esta idea “opuesta a la tendencia” y se preguntaría “¿por qué no?”. Y aquí empieza el camino de reconocer cómo los opuestos van desarrollándose y complementando a lo que ya existe de maneras absolutamente sorprendentes.

Publicado en Kastika, Micro-Blog. Post original aquí.

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La innovación es sobre todo gestionar talento

Todos sabemos que la innovación y el crecimiento empresarial y económico van de la mano. La innovación implica los resultados futuros y la supervivencia de la empresa. ¿Hay alguna otra prioridad? ¿Hay algo más estratégico? Probablemente, no.

Recientemente expertos en management e innovación, como Gary Hamel o Maritza Adasme, nos recuerdan las claves de la solución y nos dicen que el principal reto de RR.HH. es la innovación. Pero muchos directivos aún se preguntan: ¿qué tiene que ver la innovación con Recursos Humanos?

Hacer frente a la innovación no es un reto  simple. Pero hay algunos aspectos de la estrategia de innovación que son simples y es importante tener claros, probablemente el primero es que la naturaleza de la innovación es gestionar talento. La innovación es básicamente un proceso de gestión de personas.

 

Algunos aspectos que pueden inducir a engaño

La innovación históricamente ha estado en el ámbito de la economía, de hecho muchos la sitúan con Schumpeter y su concepto de innovación disruptiva. Sin abandonar la economía, los expertos en tecnología e ingeniería ocuparon posiciones importantes cuando la innovación se confundía con innovación en producto y más concretamente con producto tecnológico; se habló mucho de “empuje de la demanda” o “empuje de la oferta”, y se relacionó con temas de producción y de calidad.

Hubo momentos en que hablar de innovación era hablar de I+D, de patentes o de número de doctores en la empresa, con lo que para la mayoría de organizaciones públicas o privadas era algo ajeno y tenía poco que ver con su estrategia.

En otros momentos, la innovación se ha considerado como un tema relacionado con la estrategia de la empresa, con su porfolio, con su forma de relacionarse con el entorno mediante clusters, hasta con su forma de presupuestar o de organizarse, de tal forma que algunas empresas crearon áreas de innovación, cuyo responsable solía estar más cercano a aspectos relacionados con el desarrollo de negocio.

 

El centro de la innovación es la gestión del talento

Pero de una forma paulatina cada vez se hablaba más del valor de las ideas, de la creatividad y de las competencias relacionadas, de la importancia de la cultura, de la participación de la ‘intraemprendeduría’, de los líderes o de la colaboración, y se hacía en términos de talento, y las personas comenzaban a situarse el centro del discurso, aunque mayoritariamente quienes lo hacían no eran expertos en temas de gestión de personas.

La innovación disruptiva y transformadora se ha convertido para muchos una cuestión de gestión del cambio, donde no sólo se habla de procesos de gestión de personas, sino que se tratan los temas más emocionales y culturales de esta gestión. La clave de la gestión del cambio es la gestión de las emociones organizativas.

La innovación continua es para muchos un proceso de gestión cultural, de desarrollo organizativo. La innovación continua obliga a enfrentarse con la parte más compleja de la gestión del talento, que implica tratar aspectos como el conocimiento implícito y explícito, el aprendizaje organizativo y sus aplicaciones en el ámbito de la mejora continua.

 

Gestionar la innovación es gestionar el talento en red

Estos fenómenos que han ido situando la innovación como un proceso cuyo centro es la gestión del talento, por alguna razón extraña no eran responsabilidad del área de gestión de personas de las empresas (RR.HH.). La innovación, el aspecto más estratégico de la empresa que estaba íntimamente relacionada con la gestión del talento era un área extraña para los que se suponía que tenían que gestionar dicho talento.

En la actualidad, con las nuevas formas de gestión de talento en red, que suponen una revolución organizativa sin precedentes, que aceleran los procesos de aprendizaje, creatividad e innovación y que suponen la nueva forma de innovar mediante la inteligencia colectiva, te volverá a pasar lo mismo. Vendrán tecnólogos, expertos en redes, pero casi no oirás a hablar a tus expertos en gestión del talento.

Pero no te dejes engañar, estas apasionantes nuevas formas de innovar en red que nos trae la digitalización también son fenómenos sobre todo relacionados con la gestión de talento.

La clave del éxito en la innovación empresarial, la clave del futuro del éxito de la empresa, consiste en entender que la innovación es gestionar el talento. En términos más prácticos, consiste en asegurarse de que las personas que impulsan las áreas relacionadas con la innovación son verdaderos expertos en gestión de talento y que los expertos en gestión del talento lo son en innovación. Tampoco parece tan difícil, ¿no?

Foto: Exhibición Innovar 2011

Publicado en Con tu negocio. Post original aquí.

 

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El Modelo Barrett de la evolución de las Organizaciones con Valores

por J.L. Montes

Richard Barrett, para quien no le conozca, es un prestigioso autor y estudioso de la evolución de los valores humanos en el marco de las organizaciones y la sociedad, siendo el creador de las Cultural Transformation Tools que han sido usadas en más de 5.000 organizaciones de todo el mundo, así como es el Fundador del Barrett Values Centre. Tienes más información, si te interesa, en los enlaces.

El Modelo de Barrett es una adaptación del de Maslow, la conocida pirámide que jerarquiza las necesidades humanas, extendiéndolo y evolucionándolo en su aplicación partiendo de los Individuos hacia los Equipos, las Organizaciones, y finalmente enlazando todo con la Sociedad.

Se trata, pues, de un modelo holístico que permite entender y trabajar la evolución de las Organizaciones hacia modelos de futuro más coherentes con el Ecosistema Interno y el Externo, con las personas y sus grupos tanto dentro como fuera de la organización. Todo ello sin perder de vista la necesidad de generar Prosperidad (financiera, valor sostenido en el largo plazo, valor para los empleados, accionistas y stakeholders, y también contribución social).

Barrett propone una doble pirámide inversa formada por 7 niveles, en el marco de los cuales se produce una evolución de abajo arriba en 3 Fases: la inicial de Maestría Personal en la que la organización aprende a ser viable e independiente, para llegar en una 2ª Fase al Nivel 4, el de Transformación, en el que pasa a desarrollar la Cohesión Interna que genera una estructura de grupo necesaria para abordar la última Fase, la de la Cohesión Externa en la que cooperan para formar entidades de nivel superior.

En el cuadro siguiente podemos ver dichos procesos evolutivos en los 3 marcos: el Personal, el Organizacional, y el de la Comunidad o Sociedad, avanzando desde el puro interés en sí mismas a uno en el que el bien común es un elemento de la ecuación de la prosperidad de las organizaciones. Vemos en este completo cuadro resumen del Modelo de Barrett cómo están marcadas en granate las consecuencias de un Foco Excesivo o negativo, y las aportaciones valiosas de un Foco Positivo.

 

Publicado en PEOPLE plus! PROFIT. Post original aquí.

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Talento Creativo

Por Elsa Rodriguez Díaz

Resulta evidente que para muchas empresas, la innovación y la creatividad se están convirtiendo rápidamente en un asunto de supervivencia económica. En un mundo en constante cambio, ya no es que necesitemos adaptarnos sino que tenemos que intentar adelantarnos, y sólo las organizaciones capaces de liderar el cambio saldrán fortalecidas de esta crisis.

Sin embargo, uno de los mayores problemas de nuestro país es la Innovación o mejor dicho, la falta de ella. A pesar de haber realizado importantes inversiones en I+D+i y convocado un sinfín de ayudas y subvenciones para fomentarla, hay que reconocer que en España no se innova o se innova poco.

¿Por qué? ¿No se supone que somos un país de Quijotes? ¿Imaginativos, espontáneos y soñadores? Entonces, si no nos falta imaginación, ¿qué nos frena?

La creatividad no está reservada para algunos elegidos. De alguna forma, en mayor o menor medida, todos somos creativos, todos nacemos con ese don innato al ser humano. Sin embargo, con el paso de los años, nuestros propios miedos nos frenan, adormecen nuestras ideas y ponen nuestra creatividad en estado “off”. Y así vamos funcionando por la vida, con el botón de nuestra imaginación apagado, olvidándonos que está ahí para presionarlo, para ponerlo en marcha…

En una reciente entrevista publicada en La VanguardiaDietrich Grönemeyer, catedrático, médico y padre de la microterapia, nos recordaba cómo nacemos sin prejuicios ni preocupaciones, con una inocencia y una libertad que como adultos debemos recuperar.

Y como ejemplo, os comento lo que pasó hace unos meses, en una charla de Marcos Álvarez @chispadefuego a la que asistí. En un momento de la misma preguntó a los asistentes quiénes sabíamos cantar. ¿Cuántos creéis que levantaron la mano? Pues habría unas doscientas personas en la sala y en los primeros instantes se hizo un silencio sepulcral. Todos estábamos autoevaluándonos de forma severa y como probablemente ninguno cantábamos como para concursar en “La Voz” preferimos guardar silencio…no vaya a ser que nos hiciese cantarc;). Sin embargo, si esa misma pregunta se la formulas a un grupo de niños, ya os imagináis lo que pasa, que todos, sin excepción van a levantar la mano porque saber saben cantar, claro que sí. Porque seamos sinceros ¿de verdad no sabemos cantar? ¿no podemos producir con la voz sonidos, formando palabras o sin formarlas pero con cierta melodía o ritmo?. Entonces, ¿qué nos frena de nuevo?.

Está claro que nacemos con una importante capacidad creativa que se va reduciendo a medida que pasan los años, debido a una triple socialización: primaria, en la familia; secundaria en los sistemas educativos y terciaria, en el trabajo. Richard Barret, el creador del modelo de los siete niveles y fundador de Values Center argumenta, a partir de estudios empíricos longitudinales, que los niños muestran cómo la potencialización creadora se reduce a medida que avanzamos en la socialización.

Esa triple socialización amordaza nuestra creatividad y nos impide avanzar. Pero aún estamos a tiempo, podemos actuar, sobre todo en el ámbito de la educación potenciando nuestras habilidades cognitivas y de pensamiento creativo con el fin de educar a verdaderos “profesionales del conocimiento”.

Os dejo a continuación un vídeo muy bueno del educador británico Ken Robinson. Él  sostiene que la creatividad se aprende, igual que se aprende a leer, pero que la escuela nos corta las alas y uniformiza nuestro pensamiento. Según sus tesis, el 98% de los niños de educación 0-3 serian “genios” en pensamiento divergente o lateral pero si se les examinase de nuevo 5 años después, este número se reduciría en 50% y así sucesivamente. Es un vídeo muy ilustrativo, así que mejor lo veis completo.

Para mí, está claro que es la propia escuela la que nos uniformiza y “ahoga” las voces que divergen del discurso único. La que corta las alas de nuestra creatividad, la que nos dice que no sabemos cantar. Es necesario que re-aprendamos a retar lo establecido, que recordemos que hay otro pensamiento posible, el lateral, que nos dispongamos a ir un paso más allá, que superemos los miedos y barreras que nos impiden expresar nuestro talento creativo. Porque todos lo tenemos. Sólo tenemos que dar al botón “on” y conectarnos de nuevo con nuestra alma de niño, sin miedos y con ilusión.

Venga, ¿lo intentamos?

 “Todos estamos rodeados de oportunidades. Pero éstas sólo existen cuando las reconocemos. Y sólo las reconocemos cuando las buscamos”

Edward de Bono.

Publicado en Nuevas Empresas y Nuevos Trabajadores para Nuevos Tiempos. Post original aquí.

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Pensamiento Lateral, Creatividad y Crisis

Por Elsa Rodriguez Díaz

El término de pensamiento lateral fue acuñado por Edward de Bono en su libro NewThink: The Use of Lateral Thinking publicado en 1967. Se distingue del pensamiento lógico y vertical convencional, donde se avanza “paso a paso”, por producir ideas que están fuera del patrón de pensamiento habitual y resolver problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo.

Cuando evaluamos un problema existe la tendencia a seguir un patrón habitual de pensamiento para el cual las cosas, las personas… tienen unas funciones específicas, “lógicas” (por habituales) y por lo tanto limitadas, con lo cual las soluciones al problema se ven también limitadas. Esto me trae a la memoria la película Los Dioses están locos. En las primeras secuencias se arroja desde una avioneta una botella de Coca-Cola vacía que cae en un poblado donde nunca habían visto una botella y tampoco conocían el cristal. En las siguientes imágenes muestran los diversos y “originales” usos (instrumento musical, mortero para moler, juguete…) que casi cada persona del poblado adjudica a la botella, cuando para nosotros una botella de refresco vacía casi con toda probabilidad tendría un único uso: como botella.

El pensamiento lateral permite pues salir de esas “lógicas” limitativas y obtener ideas mucho más creativas e innovadoras para representar todos esos caminos alternativos o desacostumbrados, que permiten la resolución de problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo. Enfocar un asunto desde distintos puntos de vista permitirá encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas.

En el proceso del pensamiento lateral, además de tener una “mente abierta”para enfrentarse al problema es fundamental, para evitar dispersarse demasiado, saber hacer las preguntas correctas para enmarcar adecuadamente el problema y la creatividad. La creatividad nos permitirá enfocar los problemas desde otros ángulos. Sin embargo el pensamiento lateral no es un pensamiento ilógico, al contrario, sin un análisis lógico, deducción y razonamiento nos conduciría a ideas excéntricas e inviables. Pero tampoco es un pensamiento vertical que conduzca a la solución en base a ir acotando éstas.

Según De Bono existen tres maneras en las que el pensamiento puede ser obstruido: por falta de información, por la existencia de un bloqueo mental, o por las “obviedades” que obstruyen la visión de una mejor opción. Es precisamente para este último caso cuando el pensamiento lateral es más útil.

Como casi todo en esta vida, el pensamiento lateral puede entrenarse. Para ello existen diversas técnicas, libros de ejercicios… si buscáis en google “pensamiento lateral” encontrareis muchas páginas web con este tipo de información. A mí personalmente muchos de estos acertijos no me gustan porque como se trata de juegos de pensamiento lateral uno ya se pone en la tesitura de proponer soluciones “sorprendentes”, como cuando ves en el periódico un problema de ajedrez que indica “mate en dos jugadas” y uno se plantea ya de mano sacrificar la dama… Para mí, es mucho más representativo del pensamiento lateral el siguiente cuento:

***

…A una princesa la quieren casar con un pretendiente que no le gusta nada, pero está muy presionada por su entorno para que acepte la boda. Estando toda la corte reunida, paseando por el jardín, el pretendiente de improviso plantea lo siguiente. Sé que tienes dudas sobre nuestro casamiento, pero yo tengo que volver a mi reino con una respuesta, así que tome la decisión la diosa Fortuna. Voy a recoger dos piedras de las que tan bellamente adornan  este camino, una blanca y una negra, las meteré en esta bolsa y sacarás una: si eliges la blanca serás mi esposa, si eliges la negra no. Para horror de la princesa a todos los presentes les parece una buena solución dejar la decisión al azar, así que el pretendiente se agacha y coge DOS PIEDRAS BLANCAS y las mete en la bolsa. Está claro que la princesa ha sido la única en darse cuenta de la trampa del pretendiente (ya entendemos por qué no le gustaba el pretendiente) por lo que sólo tiene dos opciones: sacrificarse sacando una piedra blanca y casarse con él o decir que ha hecho trampa (algo que él negaría) poniéndole en evidencia ante todos provocando su desaire y un más que posible conflicto armado…

***

¿Realmente sólo tiene esas dos opciones? 

Porque a nuestra princesa se le ocurrió otra…

Cogió tranquilamente una piedra de la bolsa, la arrojó entre los arbustos y sentenció:

“veamos de qué color es la piedra que no he elegido”

¿Ingeniosa, no?

Pero volviendo al título del post: Pensamiento Lateral, Creatividad y Crisis.

Vivimos en un reino gobernado por muchos príncipes y desgraciadamente… pocas princesas. Por eso, en situaciones difíciles como la actual, donde encontrar soluciones que sean sostenibles en el tiempo es cada vez más necesario, “nuestros príncipes” se limitan a reproducir pautas de pensamiento vertical.

Yo soy de la opinión de que salir de una crisis a la que nos ha conducido un determinado modelo y pensamiento económico sólo será posible si quienes toman las decisiones adoptan, de vez en cuando, el pensamiento lateral y creativo para la búsqueda de soluciones.

Si vamos siempre en la misma dirección 

¿cómo sabremos que no hay otra?

Una vez estructurada la información ya es difícil transformarla en otra cosa, pareciendo obvio que la única salida es aquélla que ofrece la información ya procesada, con lo cual ya no hace falta buscar otra salida…

Hay que ser capaces de transformar un inconveniente en algo favorable, una crisis en oportunidades

¿Cuánto tiempo más tendremos que estar esperando la llegada de una “Princesa” entre nuestros dirigentes?

Publicado en Nuevas Empresas y Nuevos Trabajadores para Nuevos Tiempos. Post original aquí.

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La nueva frontera de la innovación

Por Xavier Marcet

La nueva frontera de la innovación está en combinar lo mejor de los dos mundos: la capacidad financiera y el posicionamiento en el mercado de las grandes empresas y el compromiso del emprendedor o de las pymes con mucha hambre.  Las grandes empresas no siempre consiguen burlar su propia complejidad burocrática a la hora de innovar y les resulta más fácil hacer discursos y crear estructuras que arriesgar. Parece que tienen demasiado a perder y esto, al final, paraliza muchas de sus iniciativas. Por el contrario, los pequeños lo tienen todo a ganar y ven el mercado de las grandes con el mar en el que pescar. Unas han tenido éxito, otras lo buscan con ahínco y sin estructuras pesadas.

Establecer una relación positiva y orientada a resultados entre gran empresa y pymes o start up no es fácil. A menudo, a las grandes empresas les traiciona la soberbia de la dimensión y no son capaces de devenir nodo para la energía emprendedora que contienen los ecosistemas dónde habitan.  A veces,  toman posiciones en start up y les adormecen el compromiso o les inoculan sin querer su incapacidad de arriesgar seriamente. Otras veces, son las pequeñas empresas las que ven en la grande un edificio en el que la oportunidad se pierde según la puerta por la que accedes.

Si las grandes empresas saben combinar su potencia con la agilidad y el compromiso de emprendedores externos consiguen multiplicar las oportunidades y acelerarlas a mercado.  Es el garaje corporativo que pregona Scott Anthony. Son las new business unit que hemos probado en una fórmula que combina aceleración  e innovación abierta radical. Repsol, BBVA,  Telefónica, Gallina Blanca, prueban diversos caminos en esta dirección. Esperemos a los resultados para verificar la potencia  de esta nueva frontera de la innovación que se presenta apasionante.

(esta imagen pertenece a una obra de Antonello da Messina)

Publicado en XavierMarcet.com . Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Inspirarnos

Los CEO ante la innovación

Burocratizar la innovación

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Cuatro formas de entender la innovación, una forma de sobrevivir

Por Virginio Gallardo (@virginiog)

El futuro cada vez  se basa menos en el pasado. No estamos en crisis, hemos cambiado de era. Estamos en la Era de la Innovación.

Para entender en qué consiste la naturaleza de la nueva era puede ser interesante conocer las tesis sobre el impacto del cambio que el gurú de las tecnologías del conocimiento Ray Kurzweil establece. Este autor asegura que el cambio se ha ido acelerando a lo largo de los últimos siglos. En el siglo XIX hubo más cambios que en milenio anterior. En la primera mitad del siglo XX, más cambios que en el siglo precedente. A finales de  siglo XX, el cambio en el paradigma sucedía cada década. En nuestro recién estrenado siglo XXI veremos 1.000 veces más transformación tecnológica que en el siglo anterior.

En la Era de la Innovación la velocidad manda. Morirán las empresas que no sepan cambiarse a sí mismas. La Era de la Innovación se caracteriza porque las empresas deben tener cada día que pasa una dimensión innovadora más alta para sobrevivir. Pero ¿cómo conseguir esta capacidad innovadora?

Te presento cuatro formas de entender la innovación que pueden ayudarnos a dar pautas sobre qué debemos hacer en nuestras empresas:

Etapa 1. Hard Innovation: la innovación es tecnología

Se basa en cuatro palancas: innovación (I+D), patentes, educación y tecnología; todas ellas estrechamente relacionadas. Hay que establecer presupuestos y seguirlos, priorizar los proyectos innovadores mediante matrices de impacto y asegurar su ROI e impacto en el mercado, todo ello de una forma centralizada. Si la empresa es grande, se basa en responsables de innovación y en pymes, en la gerencia.

Es una forma de innovar válida, especialmente para sectores industriales, pero insuficiente. La primera palanca de la Hard Innovation es I+D, se olvidó de la tercera “i” ( I+D+i), la “i” de “innovación”, la “i” más importante.

Etapa 2. Soft Innovation: la innovación es gestión y liderazgo

Se basa en la gestión del cambio, en proyectos de innovación y en procesos de mejora continua donde el liderazgo transformador y los “intraemprendedores” tienen una importancia fundamental. Se basa en la “i de innovación”, que es lo que hace que los procesos, los servicios y los productos de nuestras empresas sean innovadores. Hace referencia sobre todo a otro tipo de temas: gestión de proyectos y desarrollo de sus líderes (empresarios, emprendedores y directivos) y profesionales, su capacidad de gestionar los cambios y transformar… La innovación afecta a toda la empresa, aunque su liderazgo sigue estando centralizado.

Es una forma de innovación absolutamente necesaria para todos los sectores y todos los tamaños de empresa, públicos y privados, pero da un excesivo protagonismo a los líderes del cambio, que a menudo fracasan luchando contra la resistencia organizativa. Es una innovación top down, donde la tercera “i” ha decidido ser la protagonista.

Etapa 3. La innovación redárquica cerrada: la innovación es inteligencia colectiva

Se basa en la comunicación entre redes empresariales internas, donde el rol de los trabajadores cobra un enorme protagonismo como gestores del conocimiento e impulsores del cambio. El rol del líder es gestionar conversaciones, conducir y dar soporte a los nodos más valiosos y asegurarse de que hay una conexión entre la red y las iniciativas empresariales estructuradas.

El nuevo carácter de la innovación con elevada entropía pero con un enorme poder generador de cambio, pues introduce a todas las personas de la organización dentro de la sistemática del cambio, con un papel protagonista forman parte de la inteligencia organizativa. El efecto es que disminuye la resistencia al cambio en proyectos de innovación disruptiva y los dota de más inteligencia y sistematiza y hace consustancial la cultura, la innovación continua.

Es más compleja de gestionar, pues afecta a la cultura empresarial, pero es la que dota a la organización de mayor velocidad de cambio.

Etapa 4. La innovación redáquica abierta: la innovación es socialnetworking

Se basa en conectar la capacidad innovadora y la inteligencia colectiva que existe en la organización con la que existe fuera ella (clientes, proveedores, profesionales, competidores, universidades…).

No solo se trata de vigilar la competencia, sino también de colaborar con ella; no solo se trata de atender a los clientes, sino sobre todo de entender las dinámicas del mercado introduciendo conversaciones con nuestros clientes; no se trata de buscar nuevos océanos azules gracias a la colaboración con otras empresas, organismos o universidades, sino de crearlos conjuntamente, en red con otras empresas.

Las atmosferas o ecosistemas innovadores cada vez son menos locales y geográficamente menos importantes, por ello los protagonistas de la innovación son los socialnetworkers, nuestros trabajadores hiperconectados. Cuantos más socialnetworkers tengamos, más innovadores seremos. La premisa es sencilla: ninguna organización por sí sola puede ser de forma cerrada la más innovadora en la mayoría de sus procesos y muchos ecosistemas de innovación son abiertos.

La mayoría de los colectivos de una empresa (marketing, ventas, sistemas de información, diseño, logística…), no solo sus directivos, podrán tener referencias externas que potencien su innovación. La innovación es social, nace de la interacción entre personas, pero más compleja aún que la anterior, porque estas personas son externas.

Hay varias formas de entender la innovación, pero una sola forma de sobrevivir. Las empresas en las que su capacidad innovadora es inferior al cambio del entorno -básicamente al de sus competidores-, solo será cuestión de tiempo, estarán muertas.

Por ello los directivos del siglo XXI deben ser gestores de todas estas nuevas formas de innovación, inclusive las más sociales. No sirve con reconocer verbalmente su importancia, necesitamos líderes que implanten herramientas y procesos y estén dispuestos a gestionarlos.

Si no trabajamos en ello, no trabajamos en lo importante, difícilmente tendremos empresas más competitivas y difícilmente nuestras empresas generarán más riqueza y empleo. ¿Dónde y cómo iniciamos este debate?

Foto ©Marcin Chylinski, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Publicado en Con tu negocio. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Las diez cuestiones de las organizaciones 2.0.

La empresa necesita socialnetworkers y ser abierta

El cerebro emocional que nos engaña y bloquea la innovación

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