Usando Inteligencia Emocional para Enfrentar Situaciones de Crisis

por Fiorella Velarde

Hemos aprendido que la inteligencia emocional consiste en sintonizarse con las emociones y usar la energía e información que contienen para tomar mejores decisiones que involucren a los demás y a nosotros mismos. Claro está que aunque este proceso comienza primero dentro de cada uno, solamente la interacción y su impacto en las relaciones interpersonales lo hace verdaderamente significativo. Así, a mayor escala, la inteligencia social nos provee esas habilidades y actitudes que nos permiten construir aquellos puentes de comprensión, compasión y empatía para conectarnos con otras personas. Esto es particularmente relevante cuando atravesamos situaciones inusuales e inesperadas de crisis y desastres naturales que sacuden nuestro mundo, sacando nuestros peores miedos a flote y desencadenando una serie de reacciones emocionales que podrían no ser útiles para entender la situación actual, o peor, quedarnos paralizados sin saber cómo lidiar con la incertidumbre de una manera más saludable.

Pensando un poco en como utilizar la inteligencia emocional para sobrellevar estos sentimientos tan complejos, me encontré de pronto tratando de poner en orden mi esquema mental y emocional con respecto a todos estos desastres que están sucediendo uno tras otro. Huracanes, terremotos, ataques terroristas y todo tipo de calamidades que han impactado ya sea directamente a mi comunidad, o a la familia, amigos, clientes… hechos todos ellos impactantes y absolutamente sobrecogedores.. De hecho, viviendo en un lugar tan propenso a los huracanes, como es el caso del estado de Florida, de alguna manera se puede decir que año tras año coexistimos con la casi certeza que en algún momento, entre agosto y noviembre, hay que estar preparado para lo que la Madre Naturaleza nos envíe. Esta capacidad de adaptación desarrollada a partir del medio natural en que vivimos, nos convierte a todos los floridanos en una especie de rescatistas especializados en desastres, responsables con nuestra familia y nuestra comunidad. El ejercicio de supervivencia se repite cada año, pero en realidad representa mucho más que eso.

Como resultado de estos eventos confluyen el estrés, la cólera, el miedo; todos esos sentimientos válidos que salen a flote, simplemente para comunicarnos lo que es importante para nosotros y que es vital para nuestra supervivencia. Incluso la frustración, y el profundo sentimiento de angustia que surge de la idea  que no  podemos ayudar a todos – aunque quisiéramos -y cada una de las personas que han perdido su techo, que es humanamente imposible colectar todos los suministros que se necesitan aquí, allá y en todos lados … y encima de eso, seguir adelante con la propia vida y las obligaciones. Por otra parte, también sentimos una inmensa gratitud de estar a salvo y una esperanza renovada en la humanidad, al ver cómo las personas han salido en masa a ayudarse unos a otros en estos tiempos de crisis.

Momentos como estos son una invitación perfecta para hacer una pausa de 6 segundos antes de considerar cualquier paso adelante. El uso del Modelo de Six Seconds me permite validar ese torbellino emocional y observar si mi dialogo interior me está sirviendo como un recurso o mas bien obstaculiza mi capacidad para mantener mi propósito. Además, me pregunto, ¿estoy contribuyendo a exacerbar y amplificar el contagio emocional que está afectando a quienes están a mi alrededor?

El hecho de que las emociones de las personas sean contagiosas, incluso cuando no podemos darles un sentido claro está ya ampliamente validado por la neurociencia. Así que, aquí hay algunas sugerencias específicas para transitar desde el miedo y la reactividad hacia una actitud de comprensión y compasión.

  • Evita engancharte en discusiones en las redes sociales que no tengan un propósito verdadero, aquellas que son estériles y que estén claramente enfocadas a avergonzar, juzgar y criticar a los demás. Asumamos que cada persona tiene la genuina intención de alejarse del peligro, pero que cada uno posee formas -y recursos diferentes para lidiar con las circunstancias extremas.
  • Funcionamos mejor como un equipo colectivo. Si necesitas víveres, gas, agua etc., es probable que otros necesiten los mismos suministros al igual que tú. Sé paciente y compasivo con esa persona que está demorando la línea delante de ti, tal vez él o ella no vayan a tu mismo ritmo.
  • Validar tu miedo y sensación de vulnerabilidad. Esto te permitirá tomar la situación en serio, evaluar los verdaderos riesgos y protegerte a ti y a tu familia. Pide ayuda si la necesitas y se compasivo contigo mismo si te sientes confundido.
  • Estar dispuesto a estar emocionalmente disponible para las personas que necesitan validar su propio miedo y ansiedad, incluso si esto significa tener que soportar una charla un poco ‘emocional’ acerca de las preocupaciones de tu interlocutor.
  • Ofrece ayuda. Si estás en posición de ayudar a un vecino, amigo o compañero de trabajo a prepararse mejor, hazlo. Esta es una manera mucho más eficaz de hacer frente a tu propio estrés, mientras que apoyas a alguien en necesidad.
  • Reflexiona en tu experiencia personal una vez que todo se ha calmado. Identifica cuales fortalezas te sirvieron y cómo las utilizarás en el futuro. Pregúntate también qué es lo que harías diferente una próxima vez?
  • Si se alinea con tu Meta Noble, evalúa ¿qué puede hacer tu comunidad de manera diferente para hacer frente a situaciones como éstas? ¿Qué sentimientos experimentaste viendo que las cosas fueron o no fueron manejadas adecuadamente en tu opinión? Utiliza la energía detrás esa emoción para activar el cambio que quieres ver en tu comunidad.

Al final del día, si bien es cierto que no podemos cambiar la trayectoria de un huracán Categoría 5 ni de ningún otro desastre natural, siempre podemos asimilar el aprendizaje de manera diferente. La inteligencia emocional no opera en el vacío, solamente dentro de tu cerebro, o en tu círculo cercano o tus allegados, sino que cobra importancia y relevancia cuando TÚ  puedes co-crear cambios positivos, un día a la vez, empezando por ti mismo.

 

Publicado en SixSeconds. Post original aquí.

La publicación ofrece el ebook gratuito “Practicando Inteligencia Emocional” que puede descargarse aquí.

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Cinco hábitos para lograr una alta inteligencia emocional

Por Vineet Chopra y Sanjay Saint

Muchos podrían pensar que ser emocionalmente inteligente es algo que se tiene o no se tiene ¡nada más lejos de la realidad!

 
La empatía es clave para resolver conflictos en las empresas

¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir: “yo soy así y ya no hay nada que hacer” o tal vez “yo por las buenas soy muy bueno (a), pero por las malas…”?

Esto no tiene porqué ser así. La inteligencia emocional (IE) es una habilidad que se puede desarrollar, de la misma forma en que un niño de 10 años o un adulto mayor pueden aprender a conducir un vehículo o a nadar.

De esto puedo dar fe a título personal: a falta de experiencia y de consciencia en el tema, debo decir que hace muchos años la falta de IE me trajo problemas que podría haber evitado si en aquel entonces me hubiese dado a la tarea de investigar y formarme en el tema. La falta de IE me trajo problemas en el trabajo, en casa y hasta en las “mejengas”, como le llamamos en Costa Rica, a los partidos de fútbol no oficiales.

Me pregunto si a usted le habrá pasado alguno de estos ejemplos:

-Mal humor debido a un partido de fútbol (o algún otro deporte de su preferencia)

-Una discusión familiar en la que usted no se contuvo y dijo algo de lo que se arrepintió en el momento.

-Una propuesta en el trabajo que le fue rechazada y una discusión con su jefe como parte de su defensa.

-Una conversación con su hijo o hija adolescente que termina en una discusión porque usted no supo controlar sus emociones tras sus respuestas.

A continuación, le comparto cinco hábitos que aplican las personas con alta inteligencia emocional. Usted puede comenzar a practicarlos constantemente y convertirlos en un hábito en su vida también:

1.- Son conscientes:

Las personas con alta IE procuran ser conscientes de su estado emocional la mayor parte del día. Quizá no sea tan sencillo mantenerse consciente las 24 horas del día pero en la medida que usted comience a monitorear sus acciones y respuestas le resultará más fácil aprender a controlarlas. Le invito a ver cuáles son las emociones que usted expresa con mayor intensidad (ira, enojo, alegría, preocupación, etc.) y cuando se encuentre en alguna de ellas, pregúntese ¿por qué me siento así?. Si es una emoción que desea controlar de mejor manera y se encuentra cayendo en ella, háblese a usted mismo/a. El hecho de hablarse a sí mismo le ayudará a incrementar su nivel de consciencia y poco a poco verá cómo le será más fácil controlar esa emoción antes de que surja y le meta en problemas.

2.- Son positivos:

Las personas con Alta IE transforman lo negativo a positivo; siempre se encuentran buscando el lado bueno de la dificultad (siempre lo hay pero no siempre es evidente). Además, éstas personas se rodean siempre de personas positivas (se dice que uno se convierte en el promedio de las cinco personas con quién más se relaciona). ¿Cuánto cree usted que le ayude rodearse de personas negativas?

3.- Viven en el presente:

Quienes tienen una alta IE comprenden que sufrir por el pasado o preocuparse por el futuro no les ayuda a controlar sus emociones. Vivir en el presente (o como le llaman hoy mindfulness) nos permite no sólo disfrutar de lo que está sucediendo a nuestro alrededor sino también poder preguntarnos en ese diálogo interno ¿por qué me siento así?. De esta manera, tenemos la posibilidad de cambiar lo que no nos gusta. Además, al vivir el presente, las personas con alta IE cuidan muy bien sus pensamientos y sus palabras.

4.- Compran años:

Sí, por extraño que pueda sonar, estas personas comprenden que existe una gran sabiduría compartida por medio de libros, seminarios, coaches, mentores y hasta artículos de internet que han sido creados en base a la experiencia de años de sus autores. Invertir en sí mismos les permite comprar años de experiencia, años de vida.

5.- Siguen la regla de oro:

Las personas con alta IE no sólo comprenden sino que aplican la famosa regla de oro, ponerse en los zapatos del otro, y procuran caminar en esos zapatos. Imagínese que textualmente usted pudiera ponerse los zapatos de su jefe o de su pareja y que ambos tienen tallas diferentes, ¿usted cree que sería fácil caminar (o correr) con esos zapatos? Al tratar de caminar con ellos, podemos comprender las cosas desde su punto de vista y con ello no nos cerramos sólo en el nuestro.

La inteligencia emocional no es solo para los “elegidos”, sino que esta habilidad, con la práctica diaria, se puede convertir en un hábito.

Publicado en El Financiero. Post original aquí.

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Entrevista de inteligencia emocional para líderes

por Valeria Sabater

Un sendero para conocer la competencia emocional de nuestros líderes lo representan las entrevistas. En estas pruebas, podremos valorar su capacidad para conectar con sus emociones, resolver problemas, crear equipos felices de trabajo, etc.

La entrevista de inteligencia emocional para líderes nos demuestra una realidad: estamos ante una competencia esencial en toda organización. No podemos exigirla a los empleados o grupos de trabajo si nuestros jefes, gerentes o directivos no la ejercen con efectividad y habilidad. Para ello, es interesante contar con algún instrumento con el que valorar esta habilidad.

Daniel Goleman, en su último libro Cómo ser un líder, nos enseña que, por término medio, cuando alguien asciende a un puesto de responsabilidad se le recomienda entrenarse en esa serie de estrategias que componen la inteligencia emocional. Sin embargo, la realidad debería ser otra muy diferente.

Según Goleman, solo cuando una persona es 100 % solvente en materia de emociones, debería tener la opción de obtener un cargo de mayor relevancia.        No antes.

Sin embargo, como bien sabemos, esto no siempre sucede. La capacidad para manejar, entender y conectar con las emociones propias y ajenas es nuestra cuenta pendiente.

La habilidad para saber comunicar, entender las perspectivas de quien tenemos en frente o regular los estados internos para mejorar la convivencia y llegar a acuerdos, son pilares que aún no se han asentado del todo en nuestros lugares de trabajo.

No obstante, eso sí, estamos en ello. Son muchos los directivos y psicólogos de empresa comprometidos en el cambio. Sabemos que el buen rendimiento, la gestión empresarial, la innovación y el avance de toda organización depende de esta competencia, de la Inteligencia Emocional.

El Instituto Gottam, especializado en la investigación sobre las relaciones sociales, afectivas y laborales, es a día de hoy una referencia más en la comprensión de la inteligencia emocional y su impacto en nuestra sociedad.

Así, el psicólogo Christopher Dollar escribió un interesante trabajo titulado Emotional Intelligence Is Key to Successful, donde se abordaba la importancia de que nuestros líderes fueran hábiles en esta competencia.

El modelo de Dollar

El doctor Dollar destaca, sobre todo, la necesidad de mantener una perspectiva positiva en el trato con los demás. Una donde, como líder, la persona sea capaz de validar y no de invalidar. De despertar potencial y no de coartarlo.

Se trata de despertar la motivación, el apoyo y la autoconfianza. El buen líder nutre y dinamiza para que su organización sea capaz de afrontar desafíos, de compartir sinergias para avanzar siempre siendo un mismo equipo soñando en un mismo proyecto.

Asimismo, un aspecto que debe valorarse en una entrevista de inteligencia emocional para líderes, es su capacidad para lograr que los desacuerdos confluyan en acuerdos. Es esencial que cada idea, opinión y perspectiva sea tenida en cuenta, pero reorientada a su vez hacia un objetivo común donde todos se sientan identificados. Y tal tarea, claro está, no es sencilla.

Se necesita, por tanto, de múltiples habilidades para ser eficaz en esta materia. No basta con leernos un libro, con hacer un curso.

La inteligencia emocional hace buenos a los líderes porque se impregna en su actitud, en su modo de comunicar, de resolver problemas y de convivir en la propia organización. Así, el modelo que Daniel Goleman sobre liderazgo se centra básicamente en cuatro dimensiones.

El modelo de Goleman

Todas estas áreas son las que deben conformar la entrevista de inteligencia emocional para líderes. Veamos en qué consiste.

Entrevista de inteligencia emocional para líderes ¿en qué consiste?

Para realizar la entrevista de inteligencia emocional para líderes se suele partir del trabajo de investigación del doctor Kevin S. Groves, de la Universidad de negocios y economía de California. Este profesor desarrolló una prueba para medir esta capacidad en los líderes y es el recurso que, por término medio, más suele aplicarse.

Las cuestiones suelen ser las siguientes:

  • Si empezara hoy mismo su proyecto de empresa ¿qué valores la definirían?
  • Póngase en la siguiente situación: un empleado de su empresa cuestiona su autoridad o instrucciones, ¿cómo respondería?
  • Explique cómo gestionaría las diferencias o los problemas entre dos miembros de su empresa.
  • ¿Cómo se ve usted dentro de cinco años?
  • ¿Qué haría para lograr que uno de sus empleados fuera capaz de dar lo mejor de sí?
  • ¿Cómo maneja los cambios de último momento?
  • Por término medio ¿cómo actúa o responde ante la competitividad?
  • Ahora, coménteme un logro que le gustaría conseguir con su equipo. ¿Cómo lo llevaría a cabo?
  • Hábleme de un logro personal, uno donde pueda destacar su perseverancia o resistencia.
  • Hábleme de un momento en que su estado de ánimo tuvo un impacto en su trabajo (tanto positivo como negativo).
  • Explique cómo gestionaría una situación de estrés en su entorno de trabajo.
  • ¿Cómo ayudaría a una persona a reducir su ansiedad?
  • Para concluir, la entrevista de inteligencia emocional para líderes busca que la persona sea capaz de demostrar su habilidad en esos puntos que, por término medio, representan esta competencia tan relevante.

En ocasiones, más allá de su experiencia demostrable, está su conocimiento, su creatividad y disposición para aplicar esta habilidad en el día a día. Sin duda, esa será la auténtica clave.

Publicado en La Mente es Maravillosa. Post original aquí.

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Gerencia: Inteligencia emocional

Por Vineet Chopra y Sanjay Saint

Está más que claro en management que no todo recién graduado de una escuela de negocios será un buen gerente, y mucho menos pensar que llegará a ser un buen líder. Las habilidades que normalmente se desarrollan en las aulas no van relacionadas con el manejo y control de las emociones, la capacidad para manejar múltiples tipos de conflictos a la vez, su capacidad para manejar el estrés y tomar decisiones que afectan a terceros simultáneamente ( soft-skills ).

La inteligencia emocional del nuevo gerente será uno de los factores críticos que le ayudarán a alcanzar el éxito en sus propósitos, en conjunto con su equipo de trabajo. Aquí aplica la frase de Epicteto: “No importa lo que le suceda a una persona. Lo importante es cómo reacciona”.

En el presente, el cambio es cada vez más acelerado en los mercados.

Ser gerente en la actualidad es cada vez más complejo. Se trata de administrar el caos en una economía de la incertidumbre, en la que la capacidad del líder para sortear y adaptarse a dichos cambios y convertirse en un agente de cambio, es de las principales fortalezas que requiere todo nuevo gerente. Si se considera que ante el cambio se produce gran resistencia y estrés, tanto a nivel personal como con todo el equipo de trabajo, aparece, otra vez y preponderantemente, la capacidad de manejo de las emociones y la capacidad para lidiar con la gente y sus viejos paradigmas.

El concepto de inteligencia emocional fue desarrollado por el sicólogo Daniel Goleman, en los 90 y la definió en función de varias capacidades: conocer las emociones propias, controlarlas, reconocerlas, automotivarse y gestionar las relaciones con los demás.

Podrán existir muchos gerentes con un coeficiente intelectual prodigioso, con grandes conocimientos en su especialidad, pero cuentan con graves falencias en la parte emocional, carencias que les generarán problemas con su equipo de trabajo y fallas con la que tendrán que lidiar durante el resto de sus carreras profesionales, si no prestan atención oportuna al tema. La clave para gestionar personal es aprender a conocer muy bien cuáles son nuestras actitudes y reacciones frente a los problemas y frente a los demás.

“Mi jefe me hace sentir bien, cada vez que converso con él me transmite tranquilidad. Con su temple para discernir sobre lo que le planteo, me logra persuadir al final de nuestras conversaciones; es respetuoso, sin dejar de ser exigente con los resultados que solicita”. Pregunta: ¿Dirían esto de usted sus colaboradores y subalternos?

Un autodiagnóstico

Todo gerente debe realizar un autodiagnóstico y sentarse a meditar sobre su capacidad para manejar el estrés, relacionarse empáticamente con los demás y manejar los conflictos de manera positiva. Hay que estar dispuestos a aprender y desaprender viejas creencias, para reaprender otras que nos fortalezcan como profesionales y personas. Cambiar patrones nocivos de comportamiento y tratar de sustituirlos por mejores prácticas. Sé que escribirlo es fácil y ponerlo en práctica es lo verdaderamente difícil, pero la buena noticia es que nuestras competencias emocionales pueden y deben mejorarse con capacitación y constante autoevaluación.

Los profesionales exitosos muestran competencias emocionales superiores, al tener mejores relaciones interpersonales, mayor empatía, desarrollar mayor confianza entre los miembros de su equipo y contar con gran capacidad de influencia personal sobre otros. Definitivamente, una mejora en el manejo de la inteligencia emocional del líder despliega notablemente la visibilidad de cualquier gerente ante su equipo y mejora la productividad. Cuanto más se asciende en una organización, más importante es la inteligencia emocional del nuevo gerente.

Líderes más flexibles al entorno y a las necesidades humanas es lo que se requiere en el presente, para entender mejor a su equipo y lograr motivarlo para el alcance de las metas y proyectos propuestos.

Señora (a) gerente: Un pequeño cambio en usted y un mejor manejo de sus competencias emocionales provocarán un gran impacto en su equipo de trabajo. ¿Qué tal si hace un alto en el camino, se analiza, estudia sus propias emociones y las de sus colaboradores, y se da la oportunidad de rectificar para dejar de ser un gerente y convertirse en un gran líder que deje huella e impacte positivamente en la vida de los demás?

Publicado en El Financiero. Post original aquí.

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3 hábitos para aumentar tu autoestima

por Paula Díaz

Sabemos que una autoestima sana es la mejor base para que una mente funcione bien. Sin embargo, ni la sociedad facilitándonos modelos retocados con ordenador, ni nosotros mismos, corriendo detrás del reloj y apuntando decepciones, somos sus mejores cuidadores. Más bien, a veces parecemos sus peores enemigos.

Por otro lado, hacer frente al estado de inseguridad que nace de una autoestima baja requiere de una estrategia, de un tiempo y de un alto en el camino. Precisamente este artículo pretende ser el hilo conductor de ese pensamiento, señalando 3 hábitos que nutren adecuadamente a nuestra autoestima.

«Si no eres bueno amándote a ti mismo, tendrás dificultades al amar a alguien, debido a que resentirás el tiempo y energía que das a otra persona que ni siquiera te das a ti mismo»

-Barbara De Angelisi-

Aliméntate con consciencia mental

Tenemos a nuestra disposición información suficiente sobre cómo lo que entra por nuestra boca, se recrea en nuestro paladar y descansa brevemente en nuestro estómago condiciona nuestro estado anímico. Ahora que la gastronomía está de moda, podemos decir que la comida guarda emociones y cumple una función más trascendente que la de permitir la vida.

Ahí alimentos que son tan fabulosos que mejoran nuestro estado de ánimo, que nos dan energía, sin apurar demasiado a nuestro sistema digestivo. Alimentos que permiten un descanso placentero, después de una mañana de descanso y una comida pensada, lógica.

Los alimentos estrella con que estimulan la liberación de las llamadas hormonas de bienestar y que contienen las mejores proteínas para sentirnos bien con nosotros mismos son los ácidos grasos omega 3, los frutos secos, las nueces, el aguacate y los pescados azules

Trabaja y mejora cada parcela de tu existencia

Esta claro que la autoestima implica el amor por «todo nuestro ser» , por ello es esencial trabajar cada parcela y dimensión de nuestra vida para conseguir la plenitud interior. Una tarea importante y que muchos tenemos como pendiente es el proveernos del placer que acompaña al hecho de estar vivos. Hablo de la fortuna de contar con posibilidades, con alternativas, por escaso que sea el margen para tomar decisiones.

Supone uno de los ingredientes básicos para desarrollar con éxito nuestra autoestima. Si no llevamos a cabo este derecho vital, nos sentiremos presos de nuestro devenir, dejándonos a la merced de las emociones ajenas y sin ganas de vivir nuestro propio desarrollo personal, mermando con todo ello el amor por nosotros mismos. Un rasgo importante que te propongo cuidar es el extender tu atención más allá de tus propios intereses.

Es normal que, si solo valoramos un camino de los muchos que tenemos a nuestra disposición, nos sintamos poco merecedores de la valía que atesoramos. No consideramos otras alternativas y con ello no nos atrevemos a superarnos y conquistarnos interiormente. Recuerda que tienes una responsabilidad: llevar a cabo acciones para cambiar la relación contigo mismo, con ejercicios y actividades complementarias: 

Conocer qué necesitas para tu persona

Con los puntos anteriores ya tenemos todo lo necesario para gozar de una base para una autoestima sana, flexible pero al mismo tiempo robusta. Sin embargo, de alguna manera lo podemos completar con otro hábito: escuchar con amor lo que nos dice nuestro cuerpo y menteAveriguar qué nos permite amar nuestra existencia y qué acciones iluminan nuestros corazones.

Tienes un sin fin de actividades que te permiten sentirte lleno de vitalidad y ganas por comerte el mundo como bailar, cantar, estar en compañía de los animales o ponerte manos a la obra con aquella meta que tenías aparcada y no sabías por donde comenzar. El concepto que buscamos no es solo mejorar tu autoestima, sino alimentar el resto de fuentes que la alimentan.

Publicado en La Mente es Maravillosa. Post original aquí.

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Inteligencia contextual: ¿qué es?

Saber cálculo integral no es indispensable para quien dirige una empresa, grande o pequeña, o un colegio, o un país.

Tampoco es indispensable que sepa de memoria todos los aforismos del derecho romano. Robert J. Sternberg ha acuñado un término que designa un saber mucho más útil para esas circunstancias. Se trata de la inteligencia contextual, que es la capacidad de generar conductas adaptadas al mundo real.

Así como la inteligencia emocional es una capacidad de comportarse óptimamente en la interacción con los demás, la inteligencia contextual viene a ser algo como “saber dónde estamos parados”. Joseph S. Nye, hablando sobre el estilo de liderazgo del presidente Obama, dice que el buen líder tiene inteligencia emocional, visión y habilidad de comunicación. E inteligencia contextual que le permita variar la mezcla de estas capacidades para adaptarlas a diferentes situaciones y generar lo que él llama “poder inteligente”. Imagino que la expresión de “poder inteligente” se refiere a la capacidad de lograr resultados, lo cual es imposible a menos que se conozca cómo funcionan las cosas a través de las cuales se quieren obtener esos resultados.

En ese sentido necesita inteligencia contextual el buen maestro para saber cuáles incentivos motivan a sus estudiantes, para conocer lo que saben y lo que ignoran, para entender la realidad en la que viven y así saber cuáles inquietudes y cuáles conocimientos tienen significado para ellos. La necesita el jefe para conocer a cuáles de sus colaboradores debe darles órdenes y a cuáles hacerles sugerencias. Para adivinar “por dónde va a salir” su jefe. La necesita el gerente para formar redes interconectadas de personas que puedan ser activadas para ejecutar distintos proyectos y para tener un acervo de recursos de última instancia para cuando todo lo demás falla. Y supongo que también necesita inteligencia contextual el presidente de un país, para saber cuáles clavijas tocar para obtener resultados a través de los órganos del poder ejecutivo. Y desde luego, para concebir negociaciones que resulten suficientemente atractivas a los miembros del Poder Legislativo.

Publicado en La Nación (Costa Rica). Post original aquí.

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Nadie puede bajar mi autoestima

por Dolores Rizo

Es importante conocer el significado de la palabra autoestima, para no confundirnos con el estado de ánimo. Ya que, a menudo, los confundimos y atribuimos una disminución de nuestra valoración o reconocimiento personal, cuando en realidad es una bajada de nuestro ánimo.

Además, con frecuencia, estos cambios los atribuimos a causas externas a nosotros, como a los demás o a las circunstancias, expresando así “que alguien o algo me ha bajado la autoestima”, cuando en realidad, la autoestima sólo depende de nosotros mismos.

“Sólo podemos amar cuando nos amamos a nosotros mismos”

-Abraham Maslow-

Los componentes de la autoestima

Por definición, “autoestima”, hace alusión a la estima que me aporto a mí mismo, es decir, a lo que me quiero. La autoestima es la capacidad y la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Por lo tanto, no cabe atribución externa en tal concepto, ya que depende completamente de nosotros. Además, se encuentra formada por diferentes componentes, como son:

  • Autoconcepto, se refiere a la definición que tenemos sobre nosotros mismos, en cuanto a las ideas o creencias acerca de nuestra persona.
  • Autorespeto, se trata de la forma en la que respetamos nuestras necesidades y nuestros valores, así como, la forma que tenemos de afrontar y resolver nuestras emociones y sentimientos.
  • Autoaceptación, es aceptarnos como somos, en nuestras diferencias con el resto del mundo, valorando lo bueno y siempre con la posibilidad de mejorar lo menos bueno.
  • Autoevaluación, es la capacidad de evaluar nuestro comportamiento y forma de actuar, siendo sinceros y justos con nosotros mismos, para poder aprender y seguir creciendo.
  • Autoconocimiento, nadie mejor que nosotros mismos, para conocer nuestras capacidades, cualidades y habilidades e incluso nuestras debilidades, defectos y limitaciones.

“No apruebo algunas cosas que he hecho o soy o he sido. Pero soy yo. Es bueno saberlo.”

-Elizabeth Taylor-

¿Cuándo se forma la autoestima?

Sin duda, el concepto que tendremos en nuestra vida de adulto de nosotros mismos, se gestó en nuestra infancia. Nuestra autoestima nació de la imagen que nuestros antecesores proyectaron en nosotros, junto con el tipo de relación que mantuvieron desde que nacimos.

Si nuestros progenitores se mostraron interesados por nuestras necesidades, mostrándonos afecto y amor, proyectándonos lo importantes que éramos para ellos. Sin duda, la imagen que nos vamos generando de nosotros mismos, será positiva, buena, lo que llamamos “alta autoestima”.

Si por el contrario, desde la infancia sufrimos carencias emocionales y afectivas en las relaciones con nuestros adultos, y si además éstos no nos mostraron nada bueno de cómo éramos, es seguro, que la imagen con la que fuimos creciendo de nosotros mismos, no era muy adecuada o positiva, definiéndolo así como “baja autoestima”.

¿Cómo nos relacionamos con los demás si tenemos “baja autoestima?

Nadie puede ser feliz si no tiene un buen ajuste personal, ya que la insatisfacción de no saber quién somos realmente, o de no reconocernos buenos en nada, genera infelicidad. Por ello, “subir la autoestima” se convierte en una necesidad para la supervivencia emocional.

Cuando nuestra autoestima está baja, tendremos la necesidad de buscar en los demás el reconocimiento, valoración y apoyo que no nos damos a nosotros mismos. De tal forma, que cuando obtenemos ese reconocimiento, creemos erróneamente que “sube mi autoestima”, sin embargo, cuando me falta o me fallan los demás en lo que esperamos, erróneamente también creemos que nos “baja la autoestima”.

“La gente que quiere más aprobación consigue menos y la gente que necesita menos aprobación consigue más”

-Wayne Dyer-

Pero nada de ésto es cierto, porque los demás no tienen la capacidad de modificar nada que pertenezca a nuestro interior. No pueden bajar la autoestima, ni subirla, porque si tenemos la necesidad de buscar en los demás cuánto nos estiman, eso significa, que en realidad, nuestra autoestima ya estaba baja.

¿Qué es el estado de ánimo?

El ánimo es un estado emocional fluctuante por momentos, por circunstancias, y por muchos motivos, por eso, podemos sentirnos alegres o podemos sentirnos tristes o desdichados, con relativa frecuencia. Así, el estado ánimo es algo pasajero. Es muy probable, que cuando no hallamos lo que esperábamos de los demás, como es su reconocimiento o valoración, nuestro estado emocional y anímico baje.

Pero, en ningún caso el estado de ánimo bajará nuestra autoestima, ya que probablemente ésta se encuentre baja, desde el momento que necesitamos que otros nos reafirmen en quienes somos, en lo que hacemos bien y en la imagen que tienen de nosotros.

La autoestima también varía

Indudablemente, la autoestima, como toda actitud o forma de relacionarnos, puede cambiar, aunque es un constructo más estable y profundo de nosotros mismos que el ánimo o estado emocional, y por ello, para que la autoestima varíe, necesita de un periodo de tiempo, debido al cual, puede modificarse la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Por ejemplo, puedo tener baja autoestima y aprender a subirla, con el trabajo de una terapia que nos enseña a profundizar en nosotros mismos. O bien, es posible, también, que de una buena autoestima, pasemos a tener una mala percepción de nosotros mismos, con frecuencia, relacionado con algún problema, situación o trastorno personal, que deja mella en nuestra valoración personal.

Por lo tanto, asumiendo la responsabilidad y el control que tenemos sobre nosotros mismos, podemos decidir restaurar y mejorar nuestro ajuste personal, sintiéndonos queridos y valorados por nosotros mismos, por quienes somos. Y por ello, disfrutando de una vida plena y feliz, independientemente de que a otras personas no les guste como somos.

Imágenes cortesía de Holly Sierra

Publicado en La Mente es Maravillosa. Post original aquí.

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Silencio: nuestra adaptación y nuestra escucha.

Por Ricard Lloria Llauradó

Silencio: nuestra adaptación y nuestra escucha. Los antiguos sabían que había muchas épocas del año, y en nuestras vidas, eso señalaba un momento para desacelerar. Eran las horas y los días para una reflexión tranquila. Claramente, esos días terminaron en “tiempos modernos”. La realidad de la vida actual es que la cantidad de tiempo reservado para descansar ha disminuido drásticamente.

“Nada ocurrirá sin transformación personal” – Edward Deming

Otra “víctima” de la vida moderna es el silencio. En medio de la contaminación acústica y las interminables distracciones (muchas de ellas auto infligidas), el silencio se está convirtiendo en una rareza en la vida del siglo XXI. El silencio real es tan raro que muchas personas ni siquiera pueden tolerarlo. El vacío del silencio podemos llenarlo de sonido para mantenernos alejados de nosotros mismos. Actualmente cualquier sonido, incluso si nos ponemos el televisor, la radio, cualquier aparato electrónico que nos distraiga la mente, junto el hecho que ahora aprendemos temprano, todo ello nos hace siempre permanezcamos con la mente ocupada. Los estudios nos demuestran que una falta crónica de tranquilidad actúa sobre el sistema nervioso, interfiriendo con el sueño, la capacidad de concentración, provocando impaciencia y suprimiendo la inmunidad.

El ruido debilita nuestras fortalezas. Nunca recargamos, reponemos, restauramos. George Prochnik, en The ‘Pursuit Of Silence’ In A World Full of Noise  que nos dice que: “Nunca avanzaremos hacia la creación de un mundo más tranquilo hasta que aprendamos a comprender nuestra historia de amor secreta con el ruido. Parte de lo que tenemos que reconocer es que el ruido es un estimulante convincente. Este ruido puede ser adictivo y agregar tu propio ruido a la mezcla puede convertirse en una forma de ejercer control. Alejarse de toda la estimulación no es fácil, pero se puede hacer“.

Como McDonnell y Elmore (1987) en Educational Evaluation and Policy Analysis han señalado, los seres humanos dejan de estar  predispuestos a seguir instrucciones. Nuestra capacidad y propensión a la libre voluntad, y nuestro interés en la búsqueda de nuestras propias agendas, significa que los mandatos, como las normas y políticas, si se quiere que seamos eficaces, se pueden desarrollar con los procesos de supervisión de cumplimiento en mente. Entonces, para traer más espacios de tranquilidad y descanso a nuestra vida, podríamos considerar hacernos estas tres preguntas:

  • ¿Cuánta tranquilidad existe en nuestras vidas diariamente?
  • ¿Cómo utilizamos el ruido como distracción de nuestros pensamientos y sentimientos? (siendo este último nuestra clave)
  • ¿Cuánto silencio queremos tener en nuestras vidas en el futuro?

Leyendo el [PDF] Repensando la Educación desde la crisis nos dice  que: Estamos viviendo una crisis que nunca imaginamos. Una crisis que afecta a todo el mundo y que nos ha obligado a repensar lo que hacemos, cómo vivimos y cómo nos relacionamos con los demás y con la naturaleza. Una crisis que nos obliga a repensar el futuro. Y, como dice Pedro Zabala: “Hay dos formas de cerrar el futuro. Una es dejarnos absorber por el miedo; y la otra es el fatalismo. Pero hay otra postura más inteligente: la de afrontar el futuro, lo cual supone la creencia en nuestra libertad limitada y responsable y capaz de abrirse a la esperanza para abrir vías hacia una sociedad más fraterna y más justa”.

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.” (Texto atribuido a Albert Einstein)

Imaginémonos caminando por el bosque. Movámonos con cuidado y pisamos lentamente el suelo irregular donde incluso las raíces expuestas de los árboles están cubiertas por hojas. Nos adaptamos al entorno. Aunque los árboles pueden parecer estáticos e inamovibles, siguen siendo flexibles y adaptables.

Se adaptan al entorno circundante y, por lo tanto, se vuelven aún más estables. Dejemos de consumir energía extra para subir directamente. Es natural que se adapten a la declinación del suelo cuando crecen.

Yo que crecí dentro de un árbol tendría mucho que decir, pero aprendí tanto silencio que tengo mucho que callar y eso se conoce creciendo sin otro goce que crecer, sin más pasión que la substancia, sin más acción que la inocencia, y por dentro el tiempo dorado hasta que la altura lo llama para convertirlo en naranja. (Silencio – Pablo Neruda)

Todos tenemos que adaptarnos a nuestro entorno, o en las artes marciales al oponente, y a los errores que cometamos durante la pelea. Solo podemos hacer esto siendo flexibles. En la vida cotidiana hay una gran cantidad de eventos y problemas que requieren nuestra adaptación.

¿Pero somos capaces de adaptarnos rápidamente? ¿Cómo sabemos qué hacer? Cuando alguien tropieza y está a punto de caer, nuestro cerebro comienza a funcionar a gran velocidad. Cuando somos muy jóvenes o estamos muy borrachos, simplemente lo dejamos ir y caemos. Los niños ruedan con él o simplemente se caen sueltos, y debido a esta reacción, la mayor parte del tiempo no sufre lesiones graves.

¿Qué pasa con el resto de nosotros? Nuestra primera reacción es violenta; comenzamos a gesticular salvajemente con nuestras manos. Empezamos a contradecir lo obvio que sucede de todos modos. La mayoría de las veces, en lugar de doblar las rodillas, detenemos la caída con los brazos y muchas veces nos rompemos las muñecas.

Olvidamos cómo caer y dejamos de saber cómo ajustarnos a este evento que nos ha sucedido muchas veces antes en nuestras vidas. Reaccionamos presas del pánico. Por lo tanto, volviendo a las artes marciales, concretamente cuando hace unos años hablamos sobre “Aprender a través del Liderazgo en las Artes Marciales”, podemos ser como las aguas en movimiento, que están llenas de vida y salud; sólo en aguas tranquilas hay estancamiento y muerte. Pero, de nuevo, si se conduce demasiado, esto deja de producirnos y darnos frutos. Si intentamos apresurarnos en las cosas, esto deja de conducirnos a ninguna parte.

Cuando los hombres son empujados demasiado lejos, están obligados a cavilar y buscar venganza sin saber por qué. Aquí tenemos que entender el juego del equilibrio necesario para ajustarnos. El equilibrio deja de involucrarnos solo el mundo físico real, sino que también nos involucra nuestro mundo mental interno.

Por lo general, existe un equilibrio entre nuestras mentes emocionales y racionales, con lo emocional alimentando e informando las operaciones de la mente racional, y la mente racional refiriéndose ya veces vetando la entrada de nuestras emociones. Sin embargo, las mentes emocionalmente y racionalmente son facultades semiindependientes, cada una de las cuales nos refleja el funcionamiento de circuitos distintos pero interconectados en el cerebro (Daniel Goleman- Inteligencia emocional 1996). La estabilidad utilizada incorrectamente impulsa a uno a defender rigurosamente sus posturas.

Vivimos en un mundo cambiante y ser estable significa ser adaptable. Solo las personas que han perdido su adaptabilidad naturalmente se resisten al cambio. Observando aún más nuestra estabilidad y ajuste llegamos a la noción de estar quieto, uno necesita ajustar su respiración. Nuestros cuerpos están acostumbrados a adaptarse y adaptarse todo el tiempo. Si necesitamos más oxígeno debido al esfuerzo físico, se bombea más sangre para llegar al oxígeno que proviene de la respiración profunda.

Cuando nos movemos, nos adaptamos a nuestro entorno y a la inestabilidad provocada por nuestras acciones o por el entorno externo. Un proverbio chino dice: “La hierba amaina en la dirección en la que sopla el viento” Durante una pelea, un individuo tiene que seguir adaptándose al entorno y a su oponente. Volviendo al entorno organizacional, empresarial y al liderazgo: si no es internamente estable, no podrá adaptarse al entorno y los eventos cambiantes.

Para hacer esto tienes que escuchar y ser flexible para adaptarte. Así es como los grandes maestros y líderes de las artes marciales realizan su “lucha” y controlan a los demás.

Podemos finalizar con Pablo Neruda que nos ha acompañado mientras en silencio estamos en una continua adaptación, en escucha de nuestros sentidos y sentimientos, nuestros pensamientosreflexiones:

Ahora me dejen tranquilo. Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas, cinco raíces preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño. No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno, la lluvia que amé, la caricia del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos, Matilde mía, bien amada, no quiero dormir sin tus ojos, no quiero ser sin que me mires: yo cambio la primavera por qué tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero. Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día tendrán que olvidarme por fuerza, borrándome de la pizarra: mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio no crean que voy a morirme: me pasa todo lo contrario: sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro de mí crecerán cereales, primero los granos que rompen la tierra para ver la luz, pero la madre tierra es oscura: y dentro de mí soy oscuro: soy como un pozo en cuyas aguas la noche deja sus estrellas y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro, nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano. Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día. Pido permiso para nacer. (Pido Silencio – Pablo Neruda)

“No habrá nada que te pueda asustar si te niegas a tener miedo”. Mahatma Gandhi

Podemos contactar  aquí o en LinkedIn.

Gracias por leer,  por compartir. Seguimos aportando.

By  Ricard Lloria  @Rlloria

Bibliografía qué ha ayudado para poder realizar esta entrada: George Prochnik, en The ‘Pursuit Of Silence’ In A World Full of Noise

McDonnell y Elmore (1987) en Educational Evaluation and Policy Analysis June 1987 9(2) DOI: 10.2307/1163726

[PDF] Repensando la Educación desde la crisis

Silencio – Pablo Neruda

Aprender a través del Liderazgo en las Artes Marciales

Daniel Goleman- Inteligencia emocional 1996 (PDF)

Pido Silencio – Pablo Neruda

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Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

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La empatía y la comunicación

por Montserrat Fugardo

La empatía es una cualidad de la inteligencia emocional que nos permite ponernos en la situación del otro a la par que intentamos pensar y entender cómo la otra persona. Para expresar esta cualidad se suele decir que:

Se debe caminar con los zapatos del otro y hacer su camino.

Como comprenderéis esto no es fácil y requiere un mucho de habilidad.

Pongamos por ejemplo que el zapato te viene grande, ello ocasionará que te cueste mucho andar normalmente porque en todo momento estarás pendiente de si pierdes o no el zapato, lo que conlleva que no te fijes por dónde caminas incluso puedes tropezar, en tanto que si el zapato te va pequeño, puede que andes a pequeños pasos pensando que al caminar los zapatos darán de si y en nada los habrás ajustado a tus pies cosa que no suele pasar a menudo y entonces, tus pies serán una masa llena de ampollas en las que no entrará ni tan siquiera tu zapato habitual.

Como vemos, la empatía tiene mucho que ver con la inteligencia emocional que nos ayuda y nos permite reconocer y expresar nuestras emociones conociéndonos mejor a nosotros mismos.

Decimos que una persona es empática cuando se pone fácilmente en el lugar del otro sin que exista comunicación al respecto y tan sólo con ver su comunicación no verbal. Cuando hablamos de lenguaje verbal estamos haciendo referencia a la manera cómo nos comunicamos teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  • Tono y volumen de la voz
  • Inflexiones de la voz
  • Gestos de la cara, el cuerpo, las manos
  • Postura y distancia
  • Sonrisa
  • Contacto visual ( expresión , mirada, brillante, triste, pupilas dilatadas)
  • Contacto Físico

Comprobaremos que todos estos canales de comunicación son muy importantes y nos permiten ver lo que otros no ven, si no hay coherencia entre lo que se dice y lo que se ve. De hecho la comunicación no verbal, nos sirve para reemplazar las palabras, repiten en cierta manera lo que estamos diciendo y enfatizan nuestro mensaje verbal.

Un objetivo a tener en cuenta en todo proceso de comunicación es que el lenguaje no verbal o CNV es una parte inseparable de todo el proceso de comunicación, ya que cuando comunicamos, transmitimos no sólo la información sino también, emociones afectos, sentimientos. De ahí que es tan necesario que nuestro mensaje sea congruente, ya que la parte emocional se transmite por la parte no verbal. Tu puedes decir a una persona que te ha gustado mucho el regalo que te ha ofrecido aunque verbalmente le puedes decir todo lo contrario y esto conlleva que el interlocutor no crea tu mensaje.

Daniel Goleman, autor de la inteligencia emocional, nos dice que saber escuchar activamente es la clave de la empatía. Ello no quiere decir que compremos las emociones y la historia de la persona que tenemos enfrente, ya que entonces tendríamos difícil la salida. Tenemos que saber desconectar sin perder nuestro control para darle la compañía, la comprensión, la ayuda, el afecto o lo que la persona necesita en aquél momento aunque no lo dice explícitamente.

La escucha activa de la que habla Goleman es la que equivale a escuchar y entender a comunicación desde el punto de vista de la persona que habla, de manera que entendemos lo que la otra persona está expresando con el habla sino también con los pensamientos y las ideas de lo que está diciendo. Esta habilidad necesita también la colaboración de la empatía, que es uno de los elementos más importantes de la inteligencia emocional.

De todo lo expuesto, vemos que una buena gestión de nuestras emociones nos permite tener una buena comunicación y empatizar con nuestros semejantes. Como coach personal me gusta incidir en los temas de comunicación e inteligencia emocional, que nos permiten ser y actuar de manera natural.

Publicado en Saludterapia. Post original aquí.

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La Inteligencia Social, en qué consiste

por Miryam Gomez Obregon

La inteligencia es una de las capacidades que nos han ayudado a la supervivencia, los seres humanos estamos “programados” para “conectarnos”, nuestro diseño nos hace ser sociales, existe una dinámica neuronal que subyace a dichas relaciones.

¿Qué es la inteligencia social?

¿Cómo decidimos si es seguro acercarse a una persona?  Principalmente, la amígdala, verifica de manera automática a las personas con quienes nos relacionamos para saber si podemos o no confiar en ellas y si representan un peligro para nosotros.

 La pertenencia  a ciertos grupos contribuye al desarrollo individual y colectivo, estableces vínculos con las personas con las que te relacionas, los cuales implican: coordinación, cooperación y muchas veces competencia; aspectos que han impulsado al desarrollo del individuo y las sociedades, en gran medida.

La aptitud social, es la capacidad de actuar sabiamente en las relaciones humanas.” Thorndike

La inteligencia social, es la capacidad que tiene una persona para relacionarse con los demás de manera empática y asertiva. Ayuda a comunicarnos de manera efectiva, a saber gestionar nuestras emociones adecuadamente y a obtener un buen resultado como producto de nuestras interacciones sociales. La inteligencia emocional está muy ligada a la inteligencia social, ya que ambas incluyen la gestión adecuada de tus emociones para mejorar tus relaciones interpersonales, sin embargo, ésta última abarca otros aspectos.

¿A qué se le llama cerebro social?

Al conjunto de mecanismos neuronales que dirigen nuestras relaciones, contiene la suma de pensamientos, recuerdos, sentimientos y emociones acerca de nuestras interacciones sociales. Implica habilidades interpersonales, como la empatía y el interés, que van más allá de la búsqueda del bien personal, el individuo que posee inteligencia social, toma en cuenta a los demás, de ésta manera constantemente enriquece sus relaciones interpersonales.

¿Qué tipo de emociones predominan en ti y cuáles son las que contagias a los demás usualmente? La habilidad social se da a través de las neuronas espejo. Estas neuronas nos permiten reconocer las emociones en los demás e identificarnos con algún aspecto que estén transmitiéndonos. El fenómeno del contagio emocional se da en gran parte gracias a este tipo de neuronas,  pues nos ayudan a entender lo que está sucediendo, a ser empáticos y a conectar con los demás.

La Economía emocional

Es el balance de ganancias y pérdidas internas que experimentamos en una determinada interacción social. También, es el saldo de “sentimientos” o impresiones que nos quedan después de relacionarnos con alguien. ¿Qué saldo estás dejando  con cada interacción social? ¿Generalmente es positivo o negativo?

Hay relaciones con personas que resultan nutritivas, porque te dejan generalmente cosas buenas, como: un conocimiento nuevo, una propuesta, una idea, te motivan o dejan en tí un buen sentimiento. Sin embargo, hay relaciones que son tóxicas,  sometiéndote a altos niveles de estrés, lo cual tiene un impacto negativo en tu salud.

Ten presente que cuando estás experimentando un estado de angustia y estrés constantes, se debilita tu capacidad de procesamiento de información y de pensar creativamente, haciendo más posible caer en conductas que no son funcionales socialmente o simplemente puede hacer que pierdas el enfoque en tus principales tareas. Podrías “perder los estribos” en una situación, por ejemplo. Daniel Goleman dijo:

El cerebro emocional responde a un evento más rápidamente que el cerebro racional”.

En cambio, cuando una persona se “siente bien contigo y tú con ella”, pueden expresar libremente sus emociones, puede haber proximidad corporal, sus respuestas son espontáneas, están coordinadas armoniosamente (sintonía), sus miradas se cruzan con frecuencia, sus cuerpos permanecen a una distancia cómoda durante una charla casual y no se incomodan por la presencia de silencios, pues son parte de la armonía y ritmos naturales de la misma conversación.

Constantemente estamos comunicando algo, cuando hablas tu tono de voz puede expresar tus emociones; incluso cuando no gesticulas palabra alguna, tu lenguaje no verbal está comunicando algo, a través de tu lenguaje corporal y expresiones faciales. Cualquier conversación sucede a través de dos canales:

  1. Superior: Transmite la racionalidad, las palabras y los significados.
  2. Inferior: Opera a un nivel de lenguaje no verbal.

Generando empatía

Como puedes apreciar, la empatía es un conector esencial entre las personas, ayuda a reconocer las emociones en los demás y a comprenderlos. Aquí te dejo  5 recomendaciones para promover la empatía a través de canales verbales y no verbales:

  1. Establece contacto visual.
  2. Emplea tono de voz y expresión amables.
  3. Trata de escuchar atenta y activamente.
  4. Coordinación o sincronía en tus movimientos.
  5. Sonríe siempre que el contexto de la sonrisa sea el adecuado. Es una de las expresiones emocionales más positivas, el cerebro prefiere los rostros felices.

Aquí te dejo una infografía con las 8 dimensiones de la Inteligencia Social que describe Daniel Goleman y las habilidades sociales que la caracterizan por Karl Albrecht:

Conclusión

Las aptitudes sociales, incluyen la capacidad de interaccionar con los demás de manera eficaz, la mayoría de ellas se puede desarrollar y hace que las relaciones sean más sencillas y satisfactorias, a la vez que contribuye a la construcción de una sociedad más colaborativa y pacífica;  la empatía, la sintonía y el interés por los demás, son las principales características de la inteligencia social, ya que estas nos permiten interactuar sanamente y dejar un balance positivo en cuanto a relaciones sociales se refiere.

Referencia Bibliográfica

  • Goleman, Daniel (2006). Inteligencia Social. Barcelona, España: Editorial Planeta.

Publicado en Psicoactiva. Post original aquí.

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