10 Hábitos de personas altamente intuitivas

LA INTUICIÓN SE COTIZA CADA VEZ MÁS EN ESTOS TIEMPOS, Y ELLO ES PORQUE ESTAMOS RODEADOS DE DISTRACCIONES QUE NUBLAN NUESTRAS CAPACIDADES INCONSCIENTES. ESTOS SON 10 CONSEJOS PARA AFINAR TU INTUICIÓN Y TOMAR MEJORES DECISIONES.

La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente.

Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado al regalo.

 -Albert Einstein

 

La intuición no sólo es difícil de definir, sino que ha sido bastante relegada a la categoría New Age donde ha perdido fortaleza. Pero es un sentimiento, o una emoción, que a todos nos habita y por lo tanto habría que darle mucho más espacio. Se podría describir como ese razonamiento inconsciente, pero claro, que nos mueve a hacer algo sin decirnos cómo o por qué. Se siente en la panza (the guts) o en el pecho, a veces, y la verdad es que cuándo nos detenemos a sentirlo y le hacemos caso, tomamos las mejores decisiones. Sentimos, al menos, que tomamos una decisión congruente con nuestro estado.

Por lo mismo hay un creciente número de evidencia anecdótica, combinada con esfuerzos sólidos de investigación, que sugiere que la intuición es un aspecto crítico de cómo los humanos interactuamos con nuestro ambiente y cómo, ultimadamente, tomamos muchas de nuestras decisiones. Carolyn Gregoire, una de las editoras del Huffington Postescribió una nota en la que enumera diez cosas que las personas intuitivas hacen diferente que los demás. Su lista, que transcribimos abajo, es más bien una suerte de manual para abrirle más espacio a la intuición y vivir con más tranquilidad y congruencia. Para tomar las mejores decisiones se requiere un balance de intuición –que levanta un puente entre el instinto y el razonamiento– y el pensamiento racional. Pero la convención cultural ha ido en contra del instinto y la intuición, y ello nos lleva a descartar muchas veces nuestras “corazonadas”, en detrimento propio.

Diez cosas que las personas intuitivas hacen distinto

1. Escuchan a su voz interna

El elemento principal que distingue a alguien intuitivo de alguien que no lo es que se detienen a escuchar, en lugar de ignorar, la guía de sus intuiciones y sentimientos físicos.

 

2. Se toman tiempo para estar solos

Si quieres ponerte en contacto con tu intuición, deja el teléfono, la computadora, la televisión y siéntate en casa a estar solo por un rato. Aquí puedes tomar las mejores decisiones basado en cómo te sientes al respecto.

 

3. Crean

Las personas creativas son altamente intuitivas. Y al igual que puedes aumentar tu creatividad mediante la práctica, puedes impulsar su intuición. De hecho, practicar una puede ayudar a construir a la otra.

 

4. Meditan

Las distintas prácticas de meditación pueden ser una excelente manera de destapar tu intuición. Puedes alinearte con ella y al final tomar una decisión de la que estés absolutamente seguro. El autoconocimiento que llega por medio de la meditación y poner atención a nuestra experiencia presente sin hacer un juicio de valor nos ayudan a entender mejor nuestras personalidades y por lo tanto a actuar acorde con ellas.

 

5. Observan todo

Lo primero que debes hacer es darte cuenta; lleva un diario y date cuenta cuándo suceden cosas extrañas. Ganarás un sentido agudo de cada cuánto ocurren coincidencias, conexiones sorprendentes o intuiciones precisas en tu vida diaria.

 

6. Escuchan a su cuerpo

Si alguna vez te han dado náuseas o dolor de panza cuando sabías que algo estaba mal pero no sabías exactamente qué, puedes entender que la intuición puede causar sensaciones físicas en el cuerpo. Pon atención a ese “segundo cerebro”.

 

7. Conectan profundamente con otros

La empatía es uno de los grandes compañeros de la intuición. Dedicar tiempo a observar y escuchar a otros cara a cara puede ayudar a impulsar tus poderes de empatía.

 

8. Prestan atención a sus sueños

Tomar tiempo para pensar en tus sueños es una manera de comunicarte con tus procesos inconscientes. Ambos, los sueños y la intuición nacen del inconsciente, así que puedes comenzar a destapar esta parte de tu mente al prestar atención a tus sueños. Los sueños guardan bastante información sobre cómo vivir tu vida.

 

9. Disfrutan de bastante tiempo de relajación

Pocas cosas arruinan más la intuición que el trabajo constante, hacer varias cosas a la vez, estar conectado a dispositivos digitales y estar estresado y fatigado. De acuerdo a Gregoire, siempre tenemos un sentido intuitivo acerca de la gente en nuestras vidas –a un nivel profundo, sabemos diferenciar a los buenos de los pretensiosos o falsos—pero no siempre estamos suficientemente despiertos para reconocer la diferencia. El problema es que estamos demasiado ocupados.

 

10. Dejan ir las emociones negativas

Las emociones fuertes, particularmente las de enojo o frustración, nublan la intuición. Muchos de nosotros hemos sentido que algunas veces “no somos nosotros mismos” cuando estamos arrobados por alguna emoción, y ello puede ser porque estamos desconectados de nuestra intuición. Para dejar ir emociones de este tipo lo mejor es meditar o crear.

Publicado en PijamaSurf. Post original aquí.

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Todo puesto en duda. La gestión de ideas es clave para nuestra estrategia de innovación.

“No dejes que los éxitos se te suban a la cabeza y los fracasos te invadan el corazón”. Marcos Galperin

Las ideas son la nueva moneda en la nueva economía creativa, por tanto, necesitamos herramientas para gestionar este valioso activo como parte de nuestra estrategia global de innovación. La gestión de las ideas la solemos pasar por alto como un componente crucial en el proceso global de la innovación en las organizaciones.

Es por ello que hoy viajaremos en una idea muy licuada de forma líquida.

Si hay algo, que todos sabemos es que sin creatividad no hay innovación, a lo que podemos decir, que sin ideas no podemos innovar, sin nuevos pensamientos tampoco.

La mayoría de las organizaciones tienen muchas ideas. Nuestros fracasos de innovación ocurren en otras etapas del proceso, tenemos herramientas disponibles para medir cómo lo estamos haciendo de bien a la hora hacer en cada uno de estos pasos.

¿Cuáles son las características que necesitamos en nuestro sistema de gestión de nuestras ideas?

  1. Cuando capturamos y hacemos un seguimiento de la idea.
  2. La evaluación de nuestra idea.
  3. Rasgo esencial, la fomentación de la colaboración en la creación y proceso de la idea.
  4. Realizamos un seguimiento de nuestras ideas a través de nuestro proceso de innovación, creando puertas abiertas para la generación de más ideas.
  5. Hacemos pausas entre ideas, mediante la posibilidad de pausar las ideas
  6. Los retos de la innovación es cuando nos apoyamos, ayudamos y colaboramos entre todos.

Esto nos lleva a un punto, en cuando lo ponemos todo en duda, a veces, las dudas ya parten dentro de nosotros mismos. Es por ello que a veces, si nos conocemos desde lo más profundo, el resurgir de nuestros pensamientos, nuestras ideas, nos pueden llevar a algo, que lo podríamos llamar innovación o hacer algo que hasta ahora no habíamos realizado.

Así que hubo dos transformaciones paralelas a lo largo de este camino, llamado vida, que me encontré, mientras miraba un documental sobre el país de Mongolia. Me acordé de un ejercicio que tiempo atrás ya había realizado, una buena tarde conseguí poder entrar en lo más profundo de mi corazón, sacando esas capas de cebolla que tan ocultas tenía dentro, esto me permitió que pudiera hacer a menudo, durante unos minutos al final del día una de las conexiones más profundas del corazón, la profundidad en la que llegué ese día nunca más lo he podido lograr de nuevo, pero si he ido profundizando en muchos sentidos, desde el amor con otra persona, así como las emociones, pensamientos que había tenido anteriormente en un estado casi exclusivamente verbal e intelectual; la segunda está implicada simplemente ver cómo la gente puede vivir y contento por con lo que tiene.

Nos preguntamos ¿qué tiene esto que ver con el principio del texto?

Tiene que ver mucho, dado que en última instancia, que hacemos frente a la decisión entre la libertad y la seguridad, es aquí si elegimos una cosa u otra, nos dará una idea u otra. Elegí la libertad, a pesar de que sin duda me sentía como si otras personas eligieran por mí.

Es en el amor por “algo” que nos movemos, al igual que las ideas, las ideas nos impulsan a crear “algo”, es aquí cuando nosotros si sabemos lo que tenemos, sabemos con lo que vivimos, es cuando podemos ver si existe alguna necesidad, y esto es cuando ocurre en las organizaciones, ver dónde estamos para ver dónde vamos a poner puntos de mejora, creatividadgeneración de ideas.

Vimala Thakar, activista social en India, profesora de espiritualidad, autora de publicaciones sobre yoga, meditación, que murió en marzo de 2009, una influencia increíble en el pasado reciente. Sus escritos resuenan con mi propia experiencia de la vida y de la investigación sobre la meditación, la creación, de una manera que realmente nos alienta a seguir este camino particular. Recientemente, me encontré con un pasaje sobre el amor, que nos puede llamar la atención los cuales nos dicen:

“El amor es un estado del ser en el que uno ha llegado a la humildad para actuar sin el ego; en el que uno no quiere nada de nadie en el mundo; en el que uno no quiere utilizar la vida como un medio para un fin, pero se cumple en vivir la vida como un fin en sí mismo. Tal persona es capaz de amar”.

Según el texto nos lleva a la idea que uno de nosotros es capaz de amar o ¿no sabemos nada sobre el amor como así nos lo define la propia autora de este pasaje? Estamos tan lejos de nuestro concepto convencional sobre el amor, que sin embargo, vemos que tiene mucho sentido. Para la creación de ideas, la eliminación de juzgar a los demás (sean personas o organizaciones, en lo personal o en lo profesional), comparar, prefiriendo, y el deseo de seguridad que se nos traduce en una relación de “amor”, nos parecería ser la única manera de poder amar de verdad. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente hacemos esto? O incluso ¿queremos hacer esto? Lo podemos llamar “amor” de pareja, “amor” por una marca, por un grupo, por una organización, el denominado “Love it”.

Sigamos con la creación.

A pesar de los lazos familiares que son muy fuertes en Mongolia, dónde siguen un estilo de vida tradicional en el campo, viviendo en una casa de una habitación circular con miembros de la familia, sin privacidad y divisiones muy circunscritas de trabajo basadas en el género; nos gustaría volver a pensar que nuestras vidas son más representativas hacía la libertad que la seguridad.

Cuando uno no se presenta con opciones sobre la manera de vivir, puede parecer que se trata de servidumbre, pero diríamos que, en cierto modo, es la elección incesante que nos proporcionan y el miedo al cambio, que realmente tanto en organizaciones, en empresas, en personas (pero sobre todo se nos viene en mente la esclavitud moderna). En Mongolia, el ganado es libre de vagar, los perros siempre están sin cadenas, incluso en las ciudades. La mayor parte de la tierra, que es tan escasamente poblada y de extraordinaria belleza, se considera común (es decir, no le dan importancia a la propiedad privada). Estas cosas afectan a una cultura.

Es cuando vemos que dicha cultura, podría ser extrapolable a la organización a la muerte de las jerarquías, dónde cada persona sabe cómo, cuándo y por qué hacer algo. El crear “algo” en todo su conjunto del grupo de la población, es decir en una organización, sería como el crear a partir de una idea.

Una comunidad de pastores de renos, cada día viven lo que podría ser el nacimiento y la muerte. Bastante literal. ¿Cómo podemos discutir con la ley de no pertenecer a nada en estas condiciones? ¿Dónde existe ahora el pertenecer a un grupo u organización?

Mientras tanto, si sólo ponemos toda la energía en conocer y entender a los demás, pero no recibimos sus puntos de informaciónque nos quieren dar, sólo damos pero no recibimos, no hacemos el trabajo duro conjuntamente. Y lo queremos tanto que no podemos aceptar cualquier otro resultado posible.

A veces, es mejor perder, dar un paso hacia atrás para poder mirar hacia adelante, es aquí donde el progreso y la innovación aparecerán, a través de las ideas.

Se nos en ciega la vista que no nos permite ver más allá, volvemos al “amor”, ciegos por el mismo, lo que nos impide avanzar, por lo tanto nos impide crear, innovar.

Pero cuando se trata de los demás, de otras personas, organizaciones, es en última instancia, cuando todo está fuera de nuestro control. No podemos hacer nada para cambiar esto, pero si nos podemos avanzar.

Pero quizás esta asociación ideal no es nuestro camino, ya sea con una persona o cualquier organización y más en un entorno VUCA. La cantidad de ideas que claramente perderemos por intentar acercarnos a lograr un éxito basado en una idea la cual no exista tanto desde la idea como desde las personas una acercamiento de relación sin que la captación y el deseo, con un motivo de interés y la investigación sea pura y dura. Libres de las medidas convencionales de lo que llamamos el “progreso” y el “éxito” en la vida que están unidos a los conceptos de trabajo y familia, de negocio y resultados, es cuando nos damos cuenta, que hasta ahora, “algo” en su forma, que habíamos estado viviendo, trabajando, intentando llevar o crear no era la realidad, el saber dónde estamos para poder así ver si es nuestro futuro proyectado. Pero ¿qué nos ocurre ahora? ¿Qué hemos de vivir nuestra vida ahora? ¿Qué vamos a crear ideas de la nada? ¿Vamos a estar innovando con algo con lo que no creemos?, por lo tanto con algo que no le tenemos nada de “amor”, ni pasión, ni actitud en todo nuestro conjunto.

Si bien Mongolia, en el documental que estuve observando, el breve tiempo en que duraron muchas ideas me venían a la cabeza, pero la intensa relación de todas ellas, eran como catalizadores, la trayectoria de esta vida en particular, el recordar las palabras de Vimala Thakar que encontramos en On an Eternal Voyage, (Bombay: R. Raman, at Inland Printers, 2nd ed., 1972):

“No sabemos lo que es el movimiento de la energía total dentro de nosotros. Y en ese silencio, cuando la energía no se disipa, no es dispersado en cualquier dirección, el movimiento de esa energía total provoca la mutación, transformación. Ese movimiento de la energía total puede ser llamado: el movimiento de la inocencia; movimiento del siempre fresco con nuevo sentido de la vida,. Puedo llamarlo movimiento de renuncia: una persona se mueve en la vida sin querer adquirir nada psicológicamente de cualquier persona en el mundo. Se mueve sin esperar, anticipar, seleccionar o rechazar. Él ve la vida como viene. Él entiende la vida que se desarrolla en sí. Él mira la vida, pero no trata de imponerse sobre ella”.

“Los miedos que no enfrentamos se convierten en nuestros límites”. Robin Sharma

Gracias por leerme, por difundir, por compartir.

Sigamos aportando.

Ricard Lloria by @Rlloria

Photo Credit: Now old stock Photographer: Collection by Cole Townsend

Photo Credit: Now old stock Photographer: View from top of roller coaster VPL 12276v from Vancouver Public Library Historical Photographs

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Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

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El Péndulo y la Innovación

Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika

Por más que haya tendencias que nos parezcan irreversibles, es bueno saber que toda tendencia esconde, en sí, una contra-tendencia.

1. La lógica pendular de los mercados

Comprender el aspectos pendular de los mercados es esencial. En principio, para quienes se dedican al marketing y exploran nuevos productos, mercados, tendencias y oportunidades. Pero también, y sobre todo, para quienes diseñan estrategias y emprenden nuevos proyectos.

Podemos explicarlo como nos guste. Por ejemplo, desde la dinámica de sistemas, apelando a la ley de los ciclos (un ciclo positivo es seguido de un ciclo negativo, luego uno positivo y así sucesivamente) o a la de los límites al crecimiento (nada crece para siempre). O podemos pensar en la dialéctica. O podemos recurrir al yin/yang y pensar en fuerzas opuestas complementarias.

A mi me gusta la figura del péndulo. Todo vuelve, de alguna manera. No sabemos cuándo, ni en en qué formato, ni por que motivos. Pero sí sabemos que vuelve.

2. Los libros para colorear dedicados a adultos

La ilustradora escocesa Johanna Basford vendió millones de libros para colorear especialmente enfocado a adultos entre 2014 y 2016. Lo mismo el ilustrador Richard Merritt. Parece ser que el ritual de sentarse a colorear prolijamente es un modo de reducir el estrés y hasta una actividad terapéutica.

Esta tendencia (o moda, no importa aquí la distinción) resultó increíble tanto para las empresas del mundo editorial como para las dedicadas a la fabricación de lápices, crayones y marcadores de colores (Crayola, Faber-Castells, Stabilo y otras). La venta de lápices de colores de 2015 fue un boom histórico y en algunos mercados, los libros para colorear superaron a los de cocina.

3. El “versus” engaña

Vemos presente, al péndulo, oscilando entre mundo tecnológico y el de “carne y hueso”: informática – instrumentos musicales; escritura a mano – procesadores de textos; libros – e.books. O entre la conexión virtual y la presencial: snapchat – bares; sitios virtuales – parques y plazas; “likes” – abrazos. O entre la velocidad y la lentitudfast food – veganismo; clips – ciclos de cine independiente; música electrónica – músicos indie.

La lógica del péndulo está en todos lados. Criticar una idea porque propone “lo contrario a lo que se usa ahora”, es un enorme error. Una mirada creativa, en cambio, tomaría esta idea “opuesta a la tendencia” y se preguntaría “¿por qué no?”. Y aquí empieza el camino de reconocer cómo los opuestos van desarrollándose y complementando a lo que ya existe de maneras absolutamente sorprendentes.

Publicado en Kastika, Micro-Blog. Post original aquí.

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La innovación es sobre todo gestionar talento

Todos sabemos que la innovación y el crecimiento empresarial y económico van de la mano. La innovación implica los resultados futuros y la supervivencia de la empresa. ¿Hay alguna otra prioridad? ¿Hay algo más estratégico? Probablemente, no.

Recientemente expertos en management e innovación, como Gary Hamel o Maritza Adasme, nos recuerdan las claves de la solución y nos dicen que el principal reto de RR.HH. es la innovación. Pero muchos directivos aún se preguntan: ¿qué tiene que ver la innovación con Recursos Humanos?

Hacer frente a la innovación no es un reto  simple. Pero hay algunos aspectos de la estrategia de innovación que son simples y es importante tener claros, probablemente el primero es que la naturaleza de la innovación es gestionar talento. La innovación es básicamente un proceso de gestión de personas.

 

Algunos aspectos que pueden inducir a engaño

La innovación históricamente ha estado en el ámbito de la economía, de hecho muchos la sitúan con Schumpeter y su concepto de innovación disruptiva. Sin abandonar la economía, los expertos en tecnología e ingeniería ocuparon posiciones importantes cuando la innovación se confundía con innovación en producto y más concretamente con producto tecnológico; se habló mucho de “empuje de la demanda” o “empuje de la oferta”, y se relacionó con temas de producción y de calidad.

Hubo momentos en que hablar de innovación era hablar de I+D, de patentes o de número de doctores en la empresa, con lo que para la mayoría de organizaciones públicas o privadas era algo ajeno y tenía poco que ver con su estrategia.

En otros momentos, la innovación se ha considerado como un tema relacionado con la estrategia de la empresa, con su porfolio, con su forma de relacionarse con el entorno mediante clusters, hasta con su forma de presupuestar o de organizarse, de tal forma que algunas empresas crearon áreas de innovación, cuyo responsable solía estar más cercano a aspectos relacionados con el desarrollo de negocio.

 

El centro de la innovación es la gestión del talento

Pero de una forma paulatina cada vez se hablaba más del valor de las ideas, de la creatividad y de las competencias relacionadas, de la importancia de la cultura, de la participación de la ‘intraemprendeduría’, de los líderes o de la colaboración, y se hacía en términos de talento, y las personas comenzaban a situarse el centro del discurso, aunque mayoritariamente quienes lo hacían no eran expertos en temas de gestión de personas.

La innovación disruptiva y transformadora se ha convertido para muchos una cuestión de gestión del cambio, donde no sólo se habla de procesos de gestión de personas, sino que se tratan los temas más emocionales y culturales de esta gestión. La clave de la gestión del cambio es la gestión de las emociones organizativas.

La innovación continua es para muchos un proceso de gestión cultural, de desarrollo organizativo. La innovación continua obliga a enfrentarse con la parte más compleja de la gestión del talento, que implica tratar aspectos como el conocimiento implícito y explícito, el aprendizaje organizativo y sus aplicaciones en el ámbito de la mejora continua.

 

Gestionar la innovación es gestionar el talento en red

Estos fenómenos que han ido situando la innovación como un proceso cuyo centro es la gestión del talento, por alguna razón extraña no eran responsabilidad del área de gestión de personas de las empresas (RR.HH.). La innovación, el aspecto más estratégico de la empresa que estaba íntimamente relacionada con la gestión del talento era un área extraña para los que se suponía que tenían que gestionar dicho talento.

En la actualidad, con las nuevas formas de gestión de talento en red, que suponen una revolución organizativa sin precedentes, que aceleran los procesos de aprendizaje, creatividad e innovación y que suponen la nueva forma de innovar mediante la inteligencia colectiva, te volverá a pasar lo mismo. Vendrán tecnólogos, expertos en redes, pero casi no oirás a hablar a tus expertos en gestión del talento.

Pero no te dejes engañar, estas apasionantes nuevas formas de innovar en red que nos trae la digitalización también son fenómenos sobre todo relacionados con la gestión de talento.

La clave del éxito en la innovación empresarial, la clave del futuro del éxito de la empresa, consiste en entender que la innovación es gestionar el talento. En términos más prácticos, consiste en asegurarse de que las personas que impulsan las áreas relacionadas con la innovación son verdaderos expertos en gestión de talento y que los expertos en gestión del talento lo son en innovación. Tampoco parece tan difícil, ¿no?

Foto: Exhibición Innovar 2011

Publicado en Con tu negocio. Post original aquí.

 

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Las paradojas del management

El management se compone fundamentalmente de relaciones humanas. Y si hay algo que sí se sabe sobre las relaciones humanas es que con frecuencia son ilógicas.

El management es una habilidad y, como cualquier otra, es posible aprenderla. En consecuencia, cuanto más se estudien las técnicas de una buena gestión, habrá mejores gerentes.

No necesariamente. Los libros, los seminarios pueden enseñar algunas habilidades útiles. Pero el management se compone fundamentalmente de relaciones humanas. Y si hay algo que sí se sabe sobre las relaciones humanas es que con frecuencia son ilógicas. Por consiguiente, el gerente suele enfrentar en su lugar de trabajo paradojas que, por definición, no pueden resolverse.

Aprender a reconocer y a aceptar estas paradojas puede ser el primer paso para alcanzar la sabiduría que todo gran gerente necesita, dice Richard Farson, presidente de International Design Conference, de Aspen, Colorado, y autor de Management of the Absurd Paradoxes in Leadership (Simon & Schuster).

El libro de Farson incluye un total de 33 paradojas presentes en los lugares de trabajo, que van desde “los grandes cambios son más fáciles de realizar que los pequeños” a “nada es tan invisible como lo obvio”. Aquí se analizan siete de estas paradojas comunes a las que están expuestos los gerentes de hoy.

Paradoja 1: El opuesto de una verdad profunda también es una verdad. La idea de que cada verdad tiene su opuesto es natural para quienes abrigan la tradición filosófica asiática. En cambio, nosotros, los occidentales, hemos crecido al amparo de la lógica aristotélica, y tenemos la tendencia a buscar un “sí” o un “no” como respuesta a nuestras preguntas. Pero, con frecuencia, la respuesta más auténtica es: “ambos”.

Como ejemplo, Farson menciona el desarrollo del procesamiento de los productos congelados durante los últimos 40 años. Este desarrollo indujo a mucha gente a predecir que la industria de las comidas rápidas crecería con gran rapidez. Sin embargo, hubo simultáneamente una tendencia opuesta en la industria alimenticia: un renovado interés por la cocina gourmet, los ingredientes frescos y los productos orgánicos.

Lo mismo podría decirse de la “verdad” que sostiene que las comunicaciones precisas y honestas son vitales para la salud de cualquier organización. En este caso también, lo opuesto es igualmente verdadero: para sobrevivir, las organizaciones necesitan una cierta dosis de engaño -en ocasiones denominado “tacto” o “diplomacia”.

Paradoja 2: La mayoría de los problemas que Ud. enfrenta no son problemas. Son dilemas: problemas sin solución. Cuanto más ascienda Ud. en una organización, más dilemas -y menos problemas- encontrará.

Tal como señala Farson, terminar a tiempo un pedido para cumplir con la fecha de entrega prometida por el departamento de ventas es un problema que podría tener una solución. Sin embargo, cumplir con la necesidad del departamento de ventas de satisfacer los plazos máximos del cliente y, al mismo tiempo, cumplir con la necesidad de seguir las pautas de calidad que requiere la producción es una dilema que no tiene una solución obvia.

Paradoja 3: Cuanto más eficaz sea la técnica de management, más rápido dejará de funcionar. La mayoría de los gerentes saben que cada nueva técnica que aprenden funciona bien las primeras ocasiones en las que la utilizan. Pero, según Farson, la técnica va perdiendo eficacia con el transcurso del tiempo. Muchas veces, esto ocurre por la obvia razón de que el personal comienza a reconocer a esta técnica como una técnica.

Menos obvio, pero más peligroso, es el efecto que una técnica puede tener en el gerente que la utiliza. Cuando Ud. tiene éxito al aplicar una técnica de management con un empleado, en verdad no ha hecho otra cosa que manipular a esa persona. Aun cuando haya buscado el beneficio del empleado y de la organización, advierte Farson, Ud. puede subconscientemente, perder un cierto grado de respeto por él, porque Ud. sabía lo que estaba haciendo y en cambio el empleado, no.

Paradoja 4: Los buenos gerentes no tienen el control. La mayor parte de la gerencia media utiliza una buena parte de su tiempo tratando de controlar a sus empleados. Estos intentos no funcionan bien porque el comportamiento humano es difícil de controlar. Quienes perseveran en su intento suelen pagar un alto precio, tal como lo demuestra la mera observación de cualquier régimen totalitario.

A los gerentes inteligentes les interesa muy poco controlar, dice Farson. Se preocupan mucho más por la persuasión, la pasión, la visión, el coraje, el humor y el trabajo eficaz junto a los empleados. Se preocupan por cuidar que su personal trabaje mucho y por trabajar mucho ellos también.

Paradoja 5: Elogiar a las personas no sirve para motivarlas. Por un lado, demasiadas personas utilizan el elogio como técnica de management. Si se lo utiliza de este modo, el propósito del elogio pasa a ser transparente para la persona que lo recibe.

Farson sostiene que otro problema radica en que el elogio es una expresión de poder. Elogiar a alguien significa asumir el derecho a juzgar a esa persona.

Pero este tema tiene además otra cara: se ha exagerado tanto el uso del elogio en nuestra sociedad que los empleados directamente lo esperan. Por lo tanto, aunque el elogio quizá no sirva para motivar a la gente, su ausencia puede actuar como desmotivador.

Paradoja 6: Pensamos que queremos creatividad y cambio, pero en realidad no es así. En general preferimos un cambio y una creatividad que podamos manejar. Las ideas verdaderamente nuevas nos obligan a cambiar mucho nuestra forma de pensar, y eso habitualmente nos crea una cierta incomodidad.

Además, las nuevas ideas requieren acción y la mayoría de los gerentes ya tienen a su cargo más de lo que pueden manejar. Es por eso que Farson una vez lanzó la amenaza de que si algún subordinado más se acercaba a él con una buena idea, estaba dispuesto a echar al infractor de su oficina.

Paradoja 7: El mejor consejo es no seguir este consejo. El management es un tema complejo y no es conveniente reducirlo a un conjunto de fórmulas sencillas. Cuando Ud. depende de las fórmulas corre el riesgo de pensar que siempre puede mejorar aprendiendo una nueva habilidad. Esto lleva a la frustración, dice Farson, porque es imposible aprender todas las habilidades que resultan necesarias para ocuparse de la amplia gama de relaciones humanas.

Publicado en Revista Mercado. Post original aquí.

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La “estupidez funcional”: la gran demandada en muchas empresas

por Valeria Sabater

Por mucho que nos cueste decirlo en voz alta, es una evidencia: a día de hoy la estupidez funcional sigue siendo el principal motor en muchas organizaciones. La creatividad no se aprecia, tener un pensamiento crítico es toda una amenaza para ese empresario que prefiere que nada cambie y que busca ante todo empleados dóciles.

Somos conscientes de que en nuestro espacio hemos hablado en más de una ocasión sobre el gran capital humano que puede ofrecer un cerebro creativo a una organización. Sin embargo, pensar de modo diferente, siendo más libre y conectado a nuestras intuiciones, a veces, es más un problema que una ventaja en nuestros entornos laborales.

Es duro decirlo. Sabemos, no obstante, que cada organización es como una isla peculiar con sus propias dinámicas, sus políticas y sus climas internos. Habrá empresas que sean todo un ejemplo en innovación y eficacia. Sin embargo, a día de hoy, el pretendido cambio aún no se ha puesto en marcha. Las grandes corporaciones e incluso las pequeñas empresas buscan personas preparadas, no hay duda, pero también que sean manejables, solícitas y silenciosas.

La innovación basada en ese capital humano que nace de la mente abierta, flexible y crítica es todo un peligro. Lo es porque la dirección sigue viendo con temor las nuevas ideas. Porque nuestras organizaciones siguen basándose una envergadura estricta, en un esquema vertical donde la autoridad ejerce un control voraz. A su vez, también los compañeros de trabajo tienden a ver con incomodidad a esa voz que trae nuevas ideas, y que por tanto, les pone en evidencia al resaltar capacidades que ellos mismos no tienen.

Es una realidad compleja en la que deseamos reflexionar.

La estupidez funcional, la gran triunfadora

Mats Alvesson, profesor de la “School of Economics and Management” de la Universidad de Lund (Suecia) y Andre Spicer, profesor de comportamiento organizacional, han escrito un libro muy interesante sobre el tema titulado “The Stupidity Paradox”. Algo que todos sabemos es que vivimos en una actualidad donde palabras como “estrategia” o “management” tienen mucho peso.

Se aprecian competencias basadas en la creatividad o en el “Mental System Management” (MSM), pero de valorar a permitir que se apliquen es otro cosa bien distinta, de hecho, se extiende todo un incómodo abismo. Porque la innovación es demasiado cara, porque siempre será mejor ajustarse a lo que ya funciona en lugar de arriesgarse a probar lo que aún no se conoce. Todo ello abona una realidad tan cruda como desaladora: la economía basada en la innovación, la creatividad y el conocimiento es más un sueño que una realidad patente.

A su vez, hay que tener en cuenta otro aspecto. La persona brillante y bien formada también es alguien necesitada de un empleo. Al final, asumirá tareas rutinarias y poco prestigiosas porque la resignación y la asunción de la estupidez funcional es básica para mantener el trabajo.

No importará tu formación, tus ideas o tus fabulosas competencias. Si levantas la voz, aparecen al segundo tus depredadores: directivos y compañeros menos brillantes y creativos que te pedirán silencio en el interior de ese rebaño de blancas ovejas. Porque los pones en evidencia, porque tus ideas romperían la “férrea cadena de montaje” basada muchas veces, en perpetuar la propia mediocridad.

No lo hagas, no te conviertas en un estúpido funcional

Es posible que la propia sociedad no esté preparada para recibir a tanta gente formada o capaz de ofrecer un capital humano alternativo: más crítico, dinámico, creativo. Ni la demanda se relaciona con la oferta ni las empresas son receptivas a esa chispa basada en la innovación. La estupidez funcional se cristaliza porque “no tenemos más remedio” que aceptar lo que sea para llegar a fin de mes.

Ahora bien, la estupidez funcional que impera en muchas de nuestras estructuras sociales está habitada como ya sabemos, por profesionales competentes y brillantes pero terriblemente desaprovechados. Todos nosotros podríamos dar muchísimo más si las condiciones fueran favorables.

Sin embargo, nos diluimos por completo en esta supuesta imbecilidad para sostener un sistema que se mantiene, que sobrevive, pero que no avanza. Y esto, no es un buen plan. No lo es porque en este contexto nos sentimos frustrados, y ante todo, infelices.

Problemas en los que reflexionar

Mats Alvesson y André Spicer, autores del libro antes citado, The Stupidity Paradox, nos indican que hay cuatro aspectos que vertebran este problema:

  • Buscamos agradar a quien tiene el poder en la organización.
  • Tenemos la necesidad de no provocar problemas y de no decir a ciertas personas cosas que no desean oír.
  • El tercer problema es que, muchas veces, ser un “estúpido funcional” hace que todo nos vaya más o menos bien: mantenemos el trabajo y somos aceptados.
  • El cuarto problema es evidente: la inmensa mayoría de los trabajos actuales demandan esta característica. Si deseas ascender y aún más, conservar tu trabajo, es mejor ser solícito, servicial y no cuestionar lo que se lleva a cabo.

Muchos definen nuestra sistema actual como una economía basada en la innovación, la creatividad y el conocimiento. Sin embargo, podríamos decir casi sin equivocarnos que solo un 20% lo está poniendo en práctica. ¿Qué ocurre entonces con todos esos cerebros brillantes? ¿Con tantas personas dispuestas a dar lo mejor de sí?

Posibilidades y cambios

Nos pasamos gran parte de nuestra vida escolar y académica buscando nuestro “elemento”, que diría Sir Ken Robinson, esa dimensión donde confluyen nuestras aptitudes naturales y las inclinaciones personales para que al final, llegado el momento de entrar al mundo laboral, todo falle. La rendición no es buena, convertirnos en una pieza más de un motor decimonónico y discriminatorio no hará que las cosas cambien.

Tal vez, el cerebro creativo también deba entrenarse en valentía y en iniciativa. En asumir riesgos y salir de estos círculos caducos para crear nuevas empresas capaces de ofrecer servicios innovadores a una sociedad cada vez más demandante. Los grandes cambios no llegan de un día para otro. Sino con el rumor cotidiano, con ese crujido lento pero constante que precede siempre a la apertura de algo nuevo e imparable.

Imágen principal “Tiempos modernos”, Charles Chaplin (1936)

 

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El Nuevo Paradigma Organizaciónal (@FUNDFACTORHUMA; @BORJAVILASECA)

Por Antonia Arévalo @AntoniaAreval

Este post ha sido originariamente escrito para el Boletín de la Fundació Factor Humà. Agradezco a Anna Fornes y a su equipo la oportunidad y la confianza depositada.

http://www.factorhuma.org/index.php?option=com_content&view=article&id=11408&catid=5&Itemid=12&lang=es

Estoy convencida de que prácticamente todos estamos ya de acuerdo en que el tablero de juego ha cambiado de tal manera que los anteriores modelos de gestión organizacional están en crisis, obsoletos. Venimos de sistemas, en los que el control, las instrucciones, los formalismos, los por si acaso, las jerarquías… marcaban la cultura. Quizás eso valía en entornos locales, regulados, con productos estándar, mercados muy estables, etc.. Pero no en entornos de incertidumbre, multiculturales, de alta competencia y fragmentación; entornos globales y desregulados que exigen formas de trabajo mucho más ágiles, flexibles, abiertas, por proyectos, mayor interactividad, innovación, creatividad…Entornos que exigen pasar del yo al nosotros.
Ello exige de una cultura colaborativa y de responsabilidad donde cada uno es responsable del desarrollo eficiente de la función encomendada en cada momento, para la consecución del objetivo común. Confianza, flexibilidad, autonomía, liderazgo emocional, buen clima laboral, altruismo, responsabilidad, proactividad, productividad, compromiso, fidelidad…son ingredientes clave del éxito. Se trata de Culturas de alto rendimiento que se caracterizan por ser muy adaptables, se guían y conducen por su visión y valores; se preocupan por todos sus grupos de interés; son resilientes y tienen bajos niveles de entropía (R. Barrett). El verdadero diferenciador lo marca la cultura empresarial.
Siguiendo con Richard Barrett (“El nuevo paradigma del liderazgo) Del mismo modo que el carácter forja el destino de una persona, la cultura determina el destino de una empresa. La Cultura puede ser el mayor activo o el mayor pasivo de una empresa, una cultura fuerte crea cohesión interna y mejora la capacidad de la organización para la acción colectiva mediante la construcción de la confianza. La cultura se convierte en un pasivo cuando muestra altos niveles de entropía, cuando los comportamientos limitantes tales como la culpa, la burocracia, la competencia interna y la manipulación inhiben el buen funcionamiento de la organización. La transformación cultural comienza con la transformación personal de los líderes. Las organizaciones no se transforman, lo hace la gente de las organizaciones. La cultura es un reflejo de los valores y creencias de los líderes actuales y de los líderes del pasado institucionalizados a través de las políticas, estructuras, sistemas, procesos y procedimientos implementados en tiempos anteriores.

En el último Espai Factor Humà de octubre del año pasado, tuvimos la suerte de disfrutar de muy buenas ponencias, entre ellas una a cargo de Borja Vilaseca “El nuevo paradigma Organizacional”

Pudimos disfrutar de un Borja muy directo en sus planteamientos, no hay tiempo ya para paños templados, no hay ya excusas para no iniciar el descubrimiento interior, ni a nivel individual ni a nivel organizacional, es más ese descubrimiento se convierte en requisito sine qua non en la nueva era que iniciamos. Era que a Borja le gusta llamar de Conocimiento y que yo añadiría de Consciencia.

En línea con lo expuesto, Borja compartió con todos nosotros su visión de cómo dar pasos hacia adelante en el actual entorno. Y lamento, a la vez que me alegro, deciros que todo pasa por una transformación personal, transformación a la que Borja nos invita y anima, mediante la pregunta ¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Estamos en la era del conocimiento (consciencia), lo que significa que las personas tanto a nivel profesional como personal, no podemos huir ya de nuestro propósito vital, aportar valor añadido y aportarlo desde la pasión, desde la creatividad, desde el sentido, desde la reinvención y con talento. Ya no existen las zonas de confort porque la velocidad de estos tiempos nos van a impedir acomodarnos, continuamente vamos a tener que diferenciarnos, vamos a tener que dejar aflorar la mejor versión de nosotros mismos, nuestra autenticidad, nuestra esencia, nuestra verdadera identidad. Porque sólo así estaremos capacitados para crear. La creatividad, la innovación surgen de la libertad, surgen del amor a uno mismo y para amarse de verdad hay que conocerse, ser auténticos, …no nos queda otra que mirar para adentro y buscar a nuestro verdadero yo, reconciliarnos y ponernos a crear.

Pero… y cómo vamos a transformarnos? Cómo sabemos si soy o no soy el que soy? Cómo sabemos si somos nosotros o nuestra falsa identidad? Venimos de un viejo paradigma muy marcado, por las creencias heredadas y adoptadas, por el propio sistema, nos han programado para el automatismo, la queja, el victimismo, la falsa seguridad, actuamos como autómatas programados, dormidos, condicionados por el entorno social, familiar, económico… por el propio sistema educativo!

Somos ignorantes emocionales… Entonces cómo vamos a saber? Y Borja nos plantea de nuevo la gran pregunta: ¿Qué harías si no tuvieras miedo? El miedo saboteador nos impide ver más allá, nos impide responsabilizarnos, por tanto nos priva del aprendizaje, de nuestra propia evolución, de actuar bajo nuestra propia libertad de decisión, de acción, nos impide Ser.

Borja insiste ¿Qué harías si no tuvieras miedo? Y nos da una gran pista para seguir avanzando, para vencer los miedos hay que ser muy honesto con uno mismo, mirarse al espejo, reconocer la ignorancia, quitarnos la venda de los ojos, empezar de nuevo, volver a lo esencial y yo añado y práctica, mucha práctica y amor, mucho amor.

Todo esto es una muy buena noticia, como dijo Borja, la obsolescencia del anterior sistema en el que obtuvimos mucho bientener y muy poco bienestar, da paso a esta nueva era de verdadero bienestar , da paso a una era de abundancia espiritual, a una era en la que las personas estamos ocupando nuestro lugar, aunque haya que pasar este sarampión de aprendizaje, este dolor del crecer, del desprenderse de la máscara, de las falsas identidades. El resultado de esa transformación, de ese reencontrarse, eleva a las personas al lugar en el que debemos estar a nivel humano y organizacional.

Las Organizaciones que quieran permanecer y trascender también deberán transformase, dejar espacio a la creatividad de sus profesionales, abandonar, el control, el resultado por el resultado y dejar paso al concepto de valor añadido, crear riqueza, construir sus relaciones sobre la base de la confianza, atraer al talento mediante el salario emocional, disponer de líderes vocacionales, líderes que se quieran a si mismos, libres de influencias, líderes sin miedo a enfrentarse a la ignorancia y al cambio, capaces de aportar lo mejor para los demás, íntegros, auténticos, inspiradores felices de ser, sin necesidad de tener.

En esta era del conocimiento ya no caben las organizaciones de cuerpo presente y mente y corazón ausentes y de la misma manera que a nivel individual debemos iniciar el viaje, dejar atrás los viejos paradigmas, deben hacer las organizaciones que se llamen como tales. Replantearse su sentido, sus valores, su Misión y Visión, su razón de existir y alinearse con esta nueva era de verdadero bienestar si es que quieren disponer de profesionales con talento, comprometidos e identificados, como un solo uno, como el sistema que son.
Sé el cambio que quieres ver en el mundo, si cambiamos nosotros, cambia nuestro entorno, fluye, despierta!! Qué harías si no tuvieras miedo?

En la era industrial, la calidad fue el diferenciador clave de rendimiento. En la era de la información lo fue el capital intelectual. Ahora , en la era de la consciencia , el capital cultural se ha convertido en el factor clave de alto rendimiento.
Despierta! ¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Publicado en Mayeutika. Post original aquí.

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El Modelo Barrett de la evolución de las Organizaciones con Valores

por J.L. Montes

Richard Barrett, para quien no le conozca, es un prestigioso autor y estudioso de la evolución de los valores humanos en el marco de las organizaciones y la sociedad, siendo el creador de las Cultural Transformation Tools que han sido usadas en más de 5.000 organizaciones de todo el mundo, así como es el Fundador del Barrett Values Centre. Tienes más información, si te interesa, en los enlaces.

El Modelo de Barrett es una adaptación del de Maslow, la conocida pirámide que jerarquiza las necesidades humanas, extendiéndolo y evolucionándolo en su aplicación partiendo de los Individuos hacia los Equipos, las Organizaciones, y finalmente enlazando todo con la Sociedad.

Se trata, pues, de un modelo holístico que permite entender y trabajar la evolución de las Organizaciones hacia modelos de futuro más coherentes con el Ecosistema Interno y el Externo, con las personas y sus grupos tanto dentro como fuera de la organización. Todo ello sin perder de vista la necesidad de generar Prosperidad (financiera, valor sostenido en el largo plazo, valor para los empleados, accionistas y stakeholders, y también contribución social).

Barrett propone una doble pirámide inversa formada por 7 niveles, en el marco de los cuales se produce una evolución de abajo arriba en 3 Fases: la inicial de Maestría Personal en la que la organización aprende a ser viable e independiente, para llegar en una 2ª Fase al Nivel 4, el de Transformación, en el que pasa a desarrollar la Cohesión Interna que genera una estructura de grupo necesaria para abordar la última Fase, la de la Cohesión Externa en la que cooperan para formar entidades de nivel superior.

En el cuadro siguiente podemos ver dichos procesos evolutivos en los 3 marcos: el Personal, el Organizacional, y el de la Comunidad o Sociedad, avanzando desde el puro interés en sí mismas a uno en el que el bien común es un elemento de la ecuación de la prosperidad de las organizaciones. Vemos en este completo cuadro resumen del Modelo de Barrett cómo están marcadas en granate las consecuencias de un Foco Excesivo o negativo, y las aportaciones valiosas de un Foco Positivo.

 

Publicado en PEOPLE plus! PROFIT. Post original aquí.

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Talento Creativo

Por Elsa Rodriguez Díaz

Resulta evidente que para muchas empresas, la innovación y la creatividad se están convirtiendo rápidamente en un asunto de supervivencia económica. En un mundo en constante cambio, ya no es que necesitemos adaptarnos sino que tenemos que intentar adelantarnos, y sólo las organizaciones capaces de liderar el cambio saldrán fortalecidas de esta crisis.

Sin embargo, uno de los mayores problemas de nuestro país es la Innovación o mejor dicho, la falta de ella. A pesar de haber realizado importantes inversiones en I+D+i y convocado un sinfín de ayudas y subvenciones para fomentarla, hay que reconocer que en España no se innova o se innova poco.

¿Por qué? ¿No se supone que somos un país de Quijotes? ¿Imaginativos, espontáneos y soñadores? Entonces, si no nos falta imaginación, ¿qué nos frena?

La creatividad no está reservada para algunos elegidos. De alguna forma, en mayor o menor medida, todos somos creativos, todos nacemos con ese don innato al ser humano. Sin embargo, con el paso de los años, nuestros propios miedos nos frenan, adormecen nuestras ideas y ponen nuestra creatividad en estado “off”. Y así vamos funcionando por la vida, con el botón de nuestra imaginación apagado, olvidándonos que está ahí para presionarlo, para ponerlo en marcha…

En una reciente entrevista publicada en La VanguardiaDietrich Grönemeyer, catedrático, médico y padre de la microterapia, nos recordaba cómo nacemos sin prejuicios ni preocupaciones, con una inocencia y una libertad que como adultos debemos recuperar.

Y como ejemplo, os comento lo que pasó hace unos meses, en una charla de Marcos Álvarez @chispadefuego a la que asistí. En un momento de la misma preguntó a los asistentes quiénes sabíamos cantar. ¿Cuántos creéis que levantaron la mano? Pues habría unas doscientas personas en la sala y en los primeros instantes se hizo un silencio sepulcral. Todos estábamos autoevaluándonos de forma severa y como probablemente ninguno cantábamos como para concursar en “La Voz” preferimos guardar silencio…no vaya a ser que nos hiciese cantarc;). Sin embargo, si esa misma pregunta se la formulas a un grupo de niños, ya os imagináis lo que pasa, que todos, sin excepción van a levantar la mano porque saber saben cantar, claro que sí. Porque seamos sinceros ¿de verdad no sabemos cantar? ¿no podemos producir con la voz sonidos, formando palabras o sin formarlas pero con cierta melodía o ritmo?. Entonces, ¿qué nos frena de nuevo?.

Está claro que nacemos con una importante capacidad creativa que se va reduciendo a medida que pasan los años, debido a una triple socialización: primaria, en la familia; secundaria en los sistemas educativos y terciaria, en el trabajo. Richard Barret, el creador del modelo de los siete niveles y fundador de Values Center argumenta, a partir de estudios empíricos longitudinales, que los niños muestran cómo la potencialización creadora se reduce a medida que avanzamos en la socialización.

Esa triple socialización amordaza nuestra creatividad y nos impide avanzar. Pero aún estamos a tiempo, podemos actuar, sobre todo en el ámbito de la educación potenciando nuestras habilidades cognitivas y de pensamiento creativo con el fin de educar a verdaderos “profesionales del conocimiento”.

Os dejo a continuación un vídeo muy bueno del educador británico Ken Robinson. Él  sostiene que la creatividad se aprende, igual que se aprende a leer, pero que la escuela nos corta las alas y uniformiza nuestro pensamiento. Según sus tesis, el 98% de los niños de educación 0-3 serian “genios” en pensamiento divergente o lateral pero si se les examinase de nuevo 5 años después, este número se reduciría en 50% y así sucesivamente. Es un vídeo muy ilustrativo, así que mejor lo veis completo.

Para mí, está claro que es la propia escuela la que nos uniformiza y “ahoga” las voces que divergen del discurso único. La que corta las alas de nuestra creatividad, la que nos dice que no sabemos cantar. Es necesario que re-aprendamos a retar lo establecido, que recordemos que hay otro pensamiento posible, el lateral, que nos dispongamos a ir un paso más allá, que superemos los miedos y barreras que nos impiden expresar nuestro talento creativo. Porque todos lo tenemos. Sólo tenemos que dar al botón “on” y conectarnos de nuevo con nuestra alma de niño, sin miedos y con ilusión.

Venga, ¿lo intentamos?

 “Todos estamos rodeados de oportunidades. Pero éstas sólo existen cuando las reconocemos. Y sólo las reconocemos cuando las buscamos”

Edward de Bono.

Publicado en Nuevas Empresas y Nuevos Trabajadores para Nuevos Tiempos. Post original aquí.

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Pensamiento Lateral, Creatividad y Crisis

Por Elsa Rodriguez Díaz

El término de pensamiento lateral fue acuñado por Edward de Bono en su libro NewThink: The Use of Lateral Thinking publicado en 1967. Se distingue del pensamiento lógico y vertical convencional, donde se avanza “paso a paso”, por producir ideas que están fuera del patrón de pensamiento habitual y resolver problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo.

Cuando evaluamos un problema existe la tendencia a seguir un patrón habitual de pensamiento para el cual las cosas, las personas… tienen unas funciones específicas, “lógicas” (por habituales) y por lo tanto limitadas, con lo cual las soluciones al problema se ven también limitadas. Esto me trae a la memoria la película Los Dioses están locos. En las primeras secuencias se arroja desde una avioneta una botella de Coca-Cola vacía que cae en un poblado donde nunca habían visto una botella y tampoco conocían el cristal. En las siguientes imágenes muestran los diversos y “originales” usos (instrumento musical, mortero para moler, juguete…) que casi cada persona del poblado adjudica a la botella, cuando para nosotros una botella de refresco vacía casi con toda probabilidad tendría un único uso: como botella.

El pensamiento lateral permite pues salir de esas “lógicas” limitativas y obtener ideas mucho más creativas e innovadoras para representar todos esos caminos alternativos o desacostumbrados, que permiten la resolución de problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo. Enfocar un asunto desde distintos puntos de vista permitirá encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas.

En el proceso del pensamiento lateral, además de tener una “mente abierta”para enfrentarse al problema es fundamental, para evitar dispersarse demasiado, saber hacer las preguntas correctas para enmarcar adecuadamente el problema y la creatividad. La creatividad nos permitirá enfocar los problemas desde otros ángulos. Sin embargo el pensamiento lateral no es un pensamiento ilógico, al contrario, sin un análisis lógico, deducción y razonamiento nos conduciría a ideas excéntricas e inviables. Pero tampoco es un pensamiento vertical que conduzca a la solución en base a ir acotando éstas.

Según De Bono existen tres maneras en las que el pensamiento puede ser obstruido: por falta de información, por la existencia de un bloqueo mental, o por las “obviedades” que obstruyen la visión de una mejor opción. Es precisamente para este último caso cuando el pensamiento lateral es más útil.

Como casi todo en esta vida, el pensamiento lateral puede entrenarse. Para ello existen diversas técnicas, libros de ejercicios… si buscáis en google “pensamiento lateral” encontrareis muchas páginas web con este tipo de información. A mí personalmente muchos de estos acertijos no me gustan porque como se trata de juegos de pensamiento lateral uno ya se pone en la tesitura de proponer soluciones “sorprendentes”, como cuando ves en el periódico un problema de ajedrez que indica “mate en dos jugadas” y uno se plantea ya de mano sacrificar la dama… Para mí, es mucho más representativo del pensamiento lateral el siguiente cuento:

***

…A una princesa la quieren casar con un pretendiente que no le gusta nada, pero está muy presionada por su entorno para que acepte la boda. Estando toda la corte reunida, paseando por el jardín, el pretendiente de improviso plantea lo siguiente. Sé que tienes dudas sobre nuestro casamiento, pero yo tengo que volver a mi reino con una respuesta, así que tome la decisión la diosa Fortuna. Voy a recoger dos piedras de las que tan bellamente adornan  este camino, una blanca y una negra, las meteré en esta bolsa y sacarás una: si eliges la blanca serás mi esposa, si eliges la negra no. Para horror de la princesa a todos los presentes les parece una buena solución dejar la decisión al azar, así que el pretendiente se agacha y coge DOS PIEDRAS BLANCAS y las mete en la bolsa. Está claro que la princesa ha sido la única en darse cuenta de la trampa del pretendiente (ya entendemos por qué no le gustaba el pretendiente) por lo que sólo tiene dos opciones: sacrificarse sacando una piedra blanca y casarse con él o decir que ha hecho trampa (algo que él negaría) poniéndole en evidencia ante todos provocando su desaire y un más que posible conflicto armado…

***

¿Realmente sólo tiene esas dos opciones? 

Porque a nuestra princesa se le ocurrió otra…

Cogió tranquilamente una piedra de la bolsa, la arrojó entre los arbustos y sentenció:

“veamos de qué color es la piedra que no he elegido”

¿Ingeniosa, no?

Pero volviendo al título del post: Pensamiento Lateral, Creatividad y Crisis.

Vivimos en un reino gobernado por muchos príncipes y desgraciadamente… pocas princesas. Por eso, en situaciones difíciles como la actual, donde encontrar soluciones que sean sostenibles en el tiempo es cada vez más necesario, “nuestros príncipes” se limitan a reproducir pautas de pensamiento vertical.

Yo soy de la opinión de que salir de una crisis a la que nos ha conducido un determinado modelo y pensamiento económico sólo será posible si quienes toman las decisiones adoptan, de vez en cuando, el pensamiento lateral y creativo para la búsqueda de soluciones.

Si vamos siempre en la misma dirección 

¿cómo sabremos que no hay otra?

Una vez estructurada la información ya es difícil transformarla en otra cosa, pareciendo obvio que la única salida es aquélla que ofrece la información ya procesada, con lo cual ya no hace falta buscar otra salida…

Hay que ser capaces de transformar un inconveniente en algo favorable, una crisis en oportunidades

¿Cuánto tiempo más tendremos que estar esperando la llegada de una “Princesa” entre nuestros dirigentes?

Publicado en Nuevas Empresas y Nuevos Trabajadores para Nuevos Tiempos. Post original aquí.

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