¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (6: Exprimiendo el Indice de Dupont)

Por Mariano Ramos Mejía

Dupont&Dupond

A traves de diferentes entregas, hemos analizado distintos enfoques que hacen al análisis de la rentabilidad de mi negocio. En la segunda de esas entregas, hacíamos referencia al Indice de Dupontutilizando como primer acercamiento la siguiente fórmula:

Formula Dupont

Y decíamos que el aporte del Indice de Dupont es la visualización clara de las distintas formas en que se genera esa rentabilidad en nuestro negocio, al relacionar sus dos componentes principales: la utilidad sobre ventas y la rotación de las ventas sobre los activos. Esta es solamente la puerta de entrada al estudio de las causas que provocan ese aumento o disminución de la rentabilidad. Sugerimos consultar ese post para mas detalle.

Hoy vamos a “exprimir” esta relación cómo si se tratara de  una muy jugosa naranja, profundizando los componentes de cada integrante de la fórmula, dando lugar a análisis complementarios que podrán utilizarse de acuerdo a las necesidades de cada caso, o si se quiere, a “investigarlo” cómo aquellos inolvidables personajes de Hergé, Hernández y Fernández (en idioma original Dupont et Dupond). Esperemos que con menos sobresaltos.

  1. La rentabilidad sobre ventas.

El primer componente del Indice de Dupont es la Utilidad Neta sobre las Ventas (Rentabilidad sobre Ventas). Al profundizar en los componentes de este índice nos encontramos con todo el análisis de los resultados de la empresa, sus ventas, los costos directos de venta, y gastos (de comercialización, de administración) y los resultados derivados de la manera en que la empresa obtiene y otorga financiación (resultados financieros) así cómo el efecto del impuesto sobre la renta (el costo último de tener resultados).

EfOperativa

 

Lo que estamos observando y analizando es la eficiencia operativa de nuestro negocio, que puede complementarse con análisis verticales del estado de resultados (componentes porcentuales de cada integrante del resultado en función de las ventas) u análisis horizontales (evolución del resultado entre distintos períodos anteriores e incluso con cifras presupuestadas, e incluso comparación de los componentes de ese resultado con otras empresas del mismo o diferente rubro). Recordemos que es importante en los casos de análisis comparativos, ya sea entre períodos o entre distintas empresas, la consideración de la inflación si resultara relevante (unidad de medida homogénea).

 

2. La rotación de los activos.

El segundo de los componentes del Indice de Dupont es la Rotación del Activo en función de las Ventas, que mide la eficiencia de la empresa en el uso de esos activos y en especial de su capital de trabajo. Al atender los componentes del índice encontramos precisamente ese capital de trabajo (activos circulantes o corrientes menos pasivos circulantes o corrientes) y los activos fijos o inmovilizados. Ya se ha mencionado la existencia de productos de alta rotación con márgenes de utilidad bajos, o de baja rotación con márgenes altos, lo que explica la naturaleza de los distintos negocios y las decisiones que deban tomarse en cada caso,

EfActivos

Resulta interesante el análisis de cada uno de los rubros integrantes de ese capital de trabajo en función de las rotaciones de sus rubros integrantes en función de las ventas (principalmente de los créditos por ventas, los bienes de cambio corrientes y los pasivos a corto plazo) lo que nos brinda información interesante sobre sus antigüedades relativas (días que se tarda en cobrar, días que se tarda en vender y días que se tarda en pagar).

De esta manera puede observarse claramente el efecto de las decisiones que se tomen en materia de la financiación otorgada a nuestros clientes, las políticas de administración de inventarios y la toma de financiación a corto plazo (principalmente bancaria y de proveedores.

Sobre el tema de Administración del Capital de trabajo y El plazo medio de cobranzas, sugerimos consultar los links que se indican en estos trabajos de Milagros Montell.

3. El “Efecto Palanca” o Leverage

El tercer componente del Indice de Dupont es la relación entre el Pasivo total de la empresa con su Patrimonio Neto (el capital aportado por los propietarios más los resultados acumulados no distribuídos). A este índice se lo denomina “Efecto Palanca” o Leverage (apalancamiento financiero o multiplicador del capital), que nos muestra de que forma se financian los activos (con Deudas o Pasivos, también denominado Capital de Terceros) o con Capital Propio.

El financiarse con Pasivos debe recordarse que tienen costos financieros asociados, lo que quiere decir que cuanto mayor sea la proporción de esa financiación, al aumentar ese costo financiero se afecta directamente la rentabilidad generada por los activos. En definitiva sirve de poco tener altos márgenes de ganancia, o una excelente rotación de los activos si al financiarse con terceros se pagan costos financieros que terminen absorbiendo esa rentabilidad generada por los activos.

EfPalanca

 

Es muy importante este componente del Indice de Dupont, dado que pone sobre la mesa el componente financiero de toda operación y sus costos asociados, aspectos sobre los que algunos empresarios, sobre todo los de pequeñas y medianas empresas, y los emprendedores en general no prestan adecuada atención

4. El Indice de Dupont, “completo”

Al integrar los tres componentes del índice en un solo gráfico, podemos observar la potencialidad de la perspectiva que nos brinda el Indice de Dupont, “completo”.

EfDupont

Puede verse como el análisis integra los principales indicadores con los que nuestra empresa está utilizando sus activos, su Capital Financiero y su palanca financiera, todos demostrativos del crecimiento económico de la misma, y nos ayuda a tomar decisiones orientadas a mejorarla identificando las fortalezas y debilidades de dicha estructura.

Finalmente, presentamos en la siguiente figura una relación reducida del Indice de Dupont, que muestra sus componentes en forma “reducida”.

EfDupontres

El análisis que hemos realizado puede parecer más complicado o “técnico” al mostrar las relaciones entre los distintos integrantes patrimoniales y de resultados. Sin embargo, esto no debe desalentarnos en nuestro trabajo porque es en el análisis de los pequeños detalles dónde encontraremos el aumento de la rentabilidad de nuestro negocio, y profundizaremos en el conocimiento de la estructura que lo genera.

Continuaremos con el tema de la Rentabilidad en próximas entregas.

De la misma serie:

Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio. (1: Las perspectivas de la Rentabilidad)

¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (2: El Indice de Dupont)

¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (3: El tema de los costos)

¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (4: El punto de equilibrio)

¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (5: los precios de venta)

Indice de la serie “¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio?”:

1: Las perspectivas de la Rentabilidad

2: El Indice de Dupont

3: El tema de los costos

4: El punto de equilibrio

5: Los precios de venta

6: Exprimiendo el Indice de Dupont

Post relacionados: 

El ”Metro Patrón” para fijación de precios

Análisis de la Mezcla de Ventas.

La Matriz de Posicionamiento de Productos / Negocios.

Diez aspectos clave para mejorar su rentabilidad

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

Análisis de la Mezcla de Ventas. Primera parte: el problema.

por Héctor Alberto Faga y Mariano Ramos Mejía (1)

Estamos convencidos de que no existe una receta única para la dirección efectiva de la empresa. Y decimos esto en momentos como los actuales donde abundan las técnicas novedosas y una amplia oferta de modelos de gestión de empresa con el riesgo de que los eventuales usuarios de los mismos puedan creer que existen soluciones casi mágicas para los problemas de la conducción de la empresa.

Con esa perspectiva es que vamos a proporcionarle en esta serie de post una herramienta práctica que le ayudará a adquirir una nueva visión de su negocio; un método eficiente de análisis que le ayudará en la toma de sus decisiones empresarias. Como incluiremos ejemplos numéricos, le sugerimos paciencia, y el uso de una calculadora, vamos a hablar de rentabilidad, y el tema lo merece.

Como decíamos desarrollaremos un ejemplo basado en la información correspondiente a una empresa industrial (pero puede adaptarse a una empresa comercial o de servicios). Los datos básicos son el precio de venta, el costo variable y la contribución marginal, tanto absoluta como porcentual, de cada producto.

Suponemos la existencia de siete productos distintos a los que hemos denominado producto “M”, producto “N” y así sucesivamente.

Veamos entonces la tabla siguiente.

Mezcla1A

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como puede observarse, todos los productos tienen distinto precio de venta, distinto costo y, por ende, distinta contribución marginal: desde el producto “O” con un precio bajo ($ 5) y una contribución marginal porcentual elevada (60 %), hasta el producto “P” con un precio alto ($ 1.000) pero con una contribución marginal porcentual de tan sólo 10 %.

En función de estos datos es posible observar las diferencias entre cada uno de los productos y sacar algunas conclusiones preliminares.

Si miramos el último renglón de la tabla, veremos que el producto de mayor contribución marginal porcentual es el “R” (80 %), seguido por el “O” (60 %), luego el “N” (50 %), los productos “M” y “S” (ambos con el 20 %) y finalmente los productos “P” y “Q” (10 %).

Una conclusión apresurada nos llevaría a considerar que ése es el orden de importancia relativa de los productos.

Desde esta perspectiva, el producto “R” sería el más conveniente para la empresa porque presenta una contribución marginal del 80 %, contra el 60 % del producto “O” que es el que le sigue.

Podríamos también suponer que los productos “P” y “Q” son los menos convenientes, dado que tienen un margen de contribución de sólo 10 %, que parece insuficiente ante las contribuciones marginales de los demás, especialmente el de los recién mencionados productos “R” y “O”.

Si levantamos un poco la vista, y en lugar de fijarnos en el último renglón de la tabla nos detenemos en el anterior (el de la contribución marginal absoluta), las conclusiones podrían ser distintas.

Bajo esta óptica, no sería ilógico pensar que debiera interesarnos vender más el producto “P”, porque por cada unidad vendida obtenemos $ 100 sobre su costo variable, contra cualesquiera de los otros productos, que dejan mucho menos dinero.

Y decimos que éstas serían conclusiones apresuradas, porque si bien la contribución marginal unitaria (tanto absoluta como porcentual) es un primer indicador válido de las diferencias entre los distintos productos, nos falta un segundo dato adicional para completar el análisis: el volumen de ventas.

Este es el concepto de rotación: es decir, cuántas veces “rota” el producto, cuántas veces obtenemos esa contribución marginal unitaria en la operación global.

Es necesario considerar qué cantidad se vende de cada producto, ya que ese volumen necesariamente determinará las contribuciones marginales totales que cada uno de esos productos aportará al resultado global.

Entonces, agregando a los datos anteriores las cantidades vendidas de cada uno de los productos, tendremos el cuadro siguiente:

Mezcla1B

 

Puede ahora observarse que el producto “Q” que prácticamente se desechaba si se consideraba solamente su contribución marginal porcentual (10 %), tiene la mayor venta en pesos, que representa el 48,5 % del total.

En segundo lugar figura la facturación del producto “S”, cuya contribución marginal porcentual es del 20 %, que representa en este caso el 22,7 % del total, y en tercer lugar el producto “R” (contribución marginal 80 %) con el 8,1 % de la venta total.

Es decir que casi el 80 % de la venta está representado por dos de los productos de menor margen porcentual (el “Q” y el “S”), a los que se les agrega justamente el de mayor contribución marginal (el producto “R”, que deja el 80 %).

Otro producto como el “O”, que ostenta una alta contribución marginal porcentual (60 %), representa solamente el 5,2 % de la venta.

En cuanto al producto “N”, con un margen porcentual del 50 %, aporta solamente el 2,6 % de la venta total.

Vemos entonces que el volumen de ventas juega un papel importante en la determinación de la rentabilidad global.

Sin embargo, si consideráramos sólo esta particularidad de clasificar a los productos en base a su participación porcentual en el monto de ventas para calificar a los más convenientes, estaríamos incurriendo en un nuevo error, ya que no ponderaríamos ese volumen por los márgenes de contribución (aunque es habitual escuchar explicaciones acerca de la necesidad de vender más de cualquier cosa -sobre todo de gente del sector de ventas- basadas en este error).

¿Dónde está, pues, la verdad?

Antes de contestar esta pregunta hagamos un breve paréntesis en nuestro ejemplo para recordar algunos conceptos teóricos que nos ayuden a reflexionar en conjunto, y luego volveremos sobre nuestros números.

Cada unidad vendida concurre a la conformación del resultado global con su precio de venta y su costo variable.

Es decir que cada unidad agrega contribución marginal (diferencia entre ambos conceptos).

Y esa contribución marginal será la que permita absorber los costos fijos y eventualmente generar un excedente de utilidad para la empresa.

Es decir que el análisis de los valores absolutos no debe detenerse sólo en los volúmenes de venta, sino que debe llegar a considerar los márgenes de contribución globales que esa venta determina para cada producto.

De este modo, volviendo al ejemplo, podemos completar el cuadro que venimos desarrollando con la contribución marginal absoluta aportada por cada producto, como se ve a continuación:

Mezcla1C

Podemos imaginar ahora otro ordenamiento, basado en el monto de contribución marginal absoluta total que aporta cada uno de los productos.

En este caso el producto que contribuye con el monto mas elevado es el “R” con $ 10.000 (29,2 % de la contribución marginal absoluta total), seguido por el “Q” con $ 7.500 (21,9 %) y el “S” con $ 7.000 (20,4 %).

Esta nuevas cifras nos muestran que los tres productos mencionados reúnen entre sí el 71,4 % de la contribución marginal total ($ 10.000 + $ 7.500 + $ 7.000 = $ 24.500).

Y si agregamos el producto “O”, cuya contribución marginal absoluta es de $ 4.800, llegamos al 85,4 % del margen ($ 29.300 / $ 34.300), dejando el restante 14,6 % a los productos “M” (5,8 %), “N” (5,8 %) y “P (2,9”%).

Por su parte, si miramos este último producto, que es el que deja la mayor contribución marginal absoluta unitaria, al multiplicarla por la cantidad vendida vemos que tiene la menor de las contribuciones absolutas ($ 1.000).

A la vista de este cúmulo de datos (que sería mucho más frondoso en el caso de una empresa real, con mayor cantidad de productos, a la vez agrupados en familias o grupos, subgrupos, etc.), se nos ocurre la siguiente pregunta:

¿Existe algún método que nos permita transformar estos datos en un sistema que provea información para la toma de decisiones, y que a la vez indique cuáles son los posibles caminos a seguir, ponderando las posibilidades reales de cada uno de ellos?

Continuará…

(1): Para un análisis más detallado de esta temática se sugiere consultar el libro “Cómo conocer y manejar sus costos para tomar decisiones rentables”, de Héctor Alberto Faga y Mariano Enrique Ramos Mejía, Colección Cuadernos, Ediciones Granica, Buenos Aires, Argentina (1997).

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. Tambien apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share