La toma de decisiones desde el punto de vista de la psicología

por Cristina Martínez De Toda

La importancia de la toma de decisiones radica en que es uno de los procesos cognitivos más complejos a los que se tiene que enfrentar el ser humano. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, realizamos infinidad de elecciones y toma de decisiones, muchas de manera inconsciente y otras de manera consciente.

El problema consiste en que toda decisión implica una o varias pérdidas, de manera que gestionar nuestra toma de decisiones de una manera eficiente resulta vital para nuestra adaptación a las diversas situaciones y la consecución de nuestros objetivos.

Para la toma de decisiones resulta imprescindible hacer uso de nuestra capacidad de razonamiento y comprensión, siendo la capacidad analítica esencial a la hora de escoger la mejor opción.

Tipos de toma de decisiones

La mayor parte de nuestra toma de decisiones está condicionada por diversos factores, algunos imperceptibles para nosotros. La teoría aboga por una toma de decisiones desde el punto de vista racional, pero no siempre es fácil dejar a un lado las emociones. Daniel Kahneman, psicólogo que obtuvo el Premio Nobel afirma que existen dos vías en la toma de decisiones:

  • Sistema 1 o implícito: Toma de decisiones por emociones

No todas las decisiones de nuestra vida son tan fáciles de racionalizar y sopesar. De hecho, la mayoría de las veces nos enfrentamos a dilemas que tienen una gran carga emocional, por lo que tomar la decisión se complica, pudiéndonos causar estrés, o procrastinación de la toma de decisión.

Este sistema es básicamente emocional e inconsciente.

  • Sistema 2 o explícito: toma de decsiones por razonamiento

En este caso hacemos uso de nuestra inteligencia analítica, sopesando pros y contras de una manera selectiva y eficiente. Es un sistema lógico y calculador.

El afecto heurístico en la toma de decisiones

Como bien sabemos, los seres humanos no somos máquinas. Aun así, utilizamos circuitos mentales de manera inconsciente, es una especie de “vía rápida” para la toma de decisiones.

El afecto heurístico consiste en las valencias (positivas o negativas) que otorgamos de manera inconsciente a los estímulos sobre los que tenemos que tomar una decisión.

Shaffir (1993) concluyó tras sus investigaciones que mientras más valor positivo otorgamos al estímulo, nos focalizamos en los beneficios y minimizamos los riesgos que la toma de decisiones acarrea.

Del mismo modo, cuando el estímulo tiene una carga negativa, tendemos a dejar a un lado los beneficios y nos centramos en las posibles pérdidas que conlleva la decisión.

Este sesgo cognitivo hay que tenerlo en cuenta, ya que muchas veces puede determinar nuestra decisión final en la toma de decisiones.

Toma de decisiones paso por paso

Enfrentarnos a una decisión nos hace enfrentarnos a nuestro propio miedo, a fallar y a equivocarnos.

Es por ello que esta serie de pasos tienen el objetivo de facilitarte la toma de decisiones.

Y  es que no tomar decisiones, es en sí misma, una decisión.

  1. Elige y piensa en el tipo de decisión.

Valórala y defínela de la manera más concreta posible. Tómate tu tiempo.

  1. Genera alternativas

Durante este paso no las juzgues, limítate a generar todas las opciones posibles. Abre tu mente.

  1. Analiza los pros y los contras

Ahora si, en este paso es cuando pasamos a valorar lo positivo y negativo de cada alternativa propuesta.

  1. Identifica la mejor alternativa

Tras haber sopesado de manera analítica y emocional los beneficios y riesgos de todas las alternativas, seleccionaremos la que mejor se adecua a nuestro objetivo o decisión, definido en el paso 1.

  1. Actúa en consecuencia y llévala a cabo

En este último paso elaboraremos el plan de acción, y lo pondremos en marcha.

Técnicas que pueden ayudarte en la toma de decisiones

Técnica de la esperanza inversa en el proceso de toma de decisiones

Esta técnica es muy eficaz cuando nos encontramos ante una situación de bloqueo mental, sintiéndonos incapaces de elegir un camino. La esperanza inversa propone analizar el problema desde otro punto de vista. Si nos agobia el pensar las consecuencias de elegir una opción… ¿Por qué no pensamos en las consecuencias de no elegirla? ¿Qué pasaría en mi vida si opto por no cogerla?

Técnica del 10-10-10 para la toma de decisiones

Consiste ni más ni menos en hacerte estas tres preguntas:

  • ¿Cuáles serán las consecuencias de mi decisión dentro de 10 minutos?
  • ¿Y dentro de 10 meses?
  • ¿Y en 10 años?

Relativizar el tiempo es una estrategia muy eficiente a la hora de la toma de decisiones, ya que permite que no sólo los sentimientos elijan la decisión, sino que al alejarnos del dilema, podemos centrarnos en nuestras prioridades de cara al futuro.

Técnica de la tercera persona en la toma de decisiones

Es tan sencillo como plantearte el problema como lo haría una tercera persona, ajena al dilema.

La investigación publicada en  Psychological Science  pone de relieve que aconsejamos mejor y somos más sabios cuando razonamos sobre el problema de alguien y no sobre los propios. Ya lo dice el refranero popular… “Consejos vendo pero para mí no tengo”

Es decir, podría aumentar nuestra capacidad de razonar más sabiamente si nos distanciamos de nuestros problemas y los considerásemos como los problemas de un familiar o amigo.

Recuerda: Aprender a tomar decisiones es vital para no ser víctima de las circunstancias…

Publicado en Blog Neuron. Post original aquí.

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Técnicas y consejos de resolución de problemas (que funcionan de verdad)

Por 

Solucionar problemas complejos puede ser difícil, pero no imposible. Solo necesitas tener el espíritu adecuado y disponer de un proceso para resolver el problema en cuestión.

Por suerte, tienes cantidad de técnicas a tu disposición para solucionar los problemas que surjan en el lugar de trabajo.

Cuando te tienes que enfrentar a un problema difícil, ¿por dónde empiezas? ¿Qué técnicas de resolución de problemas puedes utilizar AHORA MISMO que te puedan ayudar a tomar mejores decisiones?

La publicación de hoy te ofrecerá consejos y técnicas para solucionar problemas complejos de forma que puedas superar cualquier complicación como un experto.

¿Cuántos pasos tiene el proceso de resolución de problemas?

Básicamente, la resolución de problemas es un proceso metodológico de cuatro pasos. Podrás recordar estos pasos de cuando te presentaron el método científico.

  1. En primer lugar, tienes que definir el problema. ¿Cuál es la causa? ¿Qué síntomas indican la presencia de un problema?
  2. A continuación, tienes que identificar varias opciones de soluciones. ¿Qué se aconseja para solucionarlo?
  3. Después, evalúa tus opciones y elige una de ellas. ¿Cuál es la mejor opción para solucionar el problema? ¿Cuál es la opción más sencilla? ¿Cómo debes priorizar?
  4. Finalmente, aplica la solución elegida. ¿Se ha solucionado el problema? ¿Hay otra opción que debas probar?

Cuando apliques las técnicas de solución de problemas utilizarás una variación de estos pasos como base.

Consejo: antes de poder solucionar un problema, intenta entenderlo completamente.

Técnicas creativas de resolución de problemas

¡Da rienda suelta a la creatividad! Puede que creas que esto no será más que una lista de formas predefinidas de proponer ideas. No exactamente.

La resolución creativa de problemas (CPS, por sus siglas en inglés) es en realidad un proceso formal formulado por Sidney Parnes y Alex Faickney Osborn, considerado como el padre de la aportación de ideas tradicional (y la “O” de la famosa agencia de publicidad BBDO).

Su proceso de resolución creativa de problemas hace hincapié en varios aspectos, a saber:

  • Separar la conceptualización de la evaluación. Cuando aportas ideas creativas, deja tiempo para enumerarlas todas. Céntrate en generar muchas ideas. No las priorices ni evalúes hasta que las hayas anotado todas.
  • Juzgar no beneficia. Nada detiene el flujo de ideas creativas más rápido que juzgarlas en el acto. Espera hasta que haya finalizado la aportación antes de proceder a evaluar.
  • Replantea los problemas como preguntas. Es más fácil conseguir que un grupo piense en ideas creativas cuando los problemas se plantean como preguntas de respuesta abierta.
  • Utiliza “Sí, y…” para ampliar las ideas. Este es uno de los principios básicos de la improvisación. Es muy sencillo cerrarse en banda y negar ideas utilizando la palabra “pero” (por ejemplo, “pero creo que es mejor…”). Evítalo a toda costa. En lugar de ello, amplía lo que se dijo anteriormente diciendo “Sí, y…” para que las ideas sigan fluyendo y evolucionando.

Consejo: cuando haya que aportar soluciones, genera ideas primero utilizando preguntas y construyendo sobre las ideas existentes. Evalúa y juzga más tarde.

Consejos de resolución de problemas procedentes de la psicología

Si te fijas en la historia de técnicas de resolución de problemas de la psicología, te darás cuenta de que hay un amplio espectro de ideas interesantes que pueden resultar útiles.

Aprender por experiencia

En 1911, el psicólogo estadounidense Edward Thorndike observó a una serie de gatos tratando de averiguar cómo escapar de la jaula en la que les había introducido. A partir de esto, Thorndike desarrolló su ley del efecto, que en definitiva viene a decir que si tienes éxito por el método de ensayo-error, es más probable que uses esas mismas acciones e ideas que te llevaron al éxito cuando te tengas que volver a enfrentar al problema.

Consejo: la experiencia pasada puede informar y arrojar luz sobre el problema al que te enfrentes. Recuerda. Explora.

Obstáculos para el pensamiento reproductivo

También tenemos a los psicólogos de la Gestalt que tomaron las ideas de Thorndike cuando propusieron que la solución de problemas se puede llevar a cabo a través del pensamiento reproductivo, que nada tiene que ver con el sexo, sino con la solución de un problema mediante el uso de la experiencia pasada y la reproducción de dicha experiencia para solucionar el problema actual.

Lo interesante de la psicología de la Gestalt es cómo ven los impedimentos para la resolución de problemas. He aquí dos de esos impedimentos:

1. ¿Estás atascado? Busca estancamiento mental. Esto ocurre cuando estás muy obsesionado con una solución que solía funcionar bien en el pasado, pero que no tiene utilidad para el problema actual. ¿Estás tan estancado con un método o idea que lo usas incluso cuando no funciona? Como canta la reina Elsa: “¡Suéltalo!”

2. ¿Estás pensando en usos alternativos? Hay un sesgo cognitivo llamado fijación funcional que podría impedir el desarrollo de tus técnicas de pensamiento crítico haciendo que solo veas la función convencional de un objeto.

Por ejemplo, si tienes que cortar un papel por la mitad pero solo tienes una regla, la fijación funcional te llevará a pensar que la regla solo sirve para medir cosas. (Pero también puedes usarla para doblar el papel y hacer que sea más fácil rasgarlo por la mitad).

Consejo: piensa de forma original. Con ello nos referimos a cosas que no estén basadas en la experiencia a la que te aferras, o fuera de las ideas preconcebidas de cómo se usa normalmente una herramienta.

Más herramientas de resolución de problemas

Utiliza el modelo de pensamiento productivo de Hurson
En su libro Piensa mejor, el escritor y gurú de la creatividad Tim Hurson propuso un modelo de seis pasos para solucionar los problemas de forma creativa. Los pasos de su modelo de pensamiento productivo son estos:

1. Pregunta qué pasa. Define el problema y su repercusión en la empresa y, a continuación, aclara tu perspectiva para el futuro.
2. Pregunta qué es el éxito. Define qué debe conseguir la solución, qué recursos se necesitan, su alcance y los valores que debe respetar.
3. Pregunta cuál es la cuestión. Elabora una larga lista de preguntas que, cuando tengan respuesta, solucionarán el problema.
4. Genera respuestas. Responde a las preguntas del paso 3.
5. Concibe la solución. Evalúa las posibles ideas basándote en los criterios del paso 2. Elige una solución.
6. Dispón los recursos. Identifica a las personas y los recursos para ejecutar la solución.

Utiliza un diagrama de espina de pescado para ver la causa y el efecto.
La parte más importante de definir el problema es buscar la posible causa raíz. Tendrás que plantearte preguntas como: ¿Dónde y cuándo sucede? ¿Cómo ocurre? ¿Con quién sucede? ¿Por qué pasa?

Puedes llegar a la causa raíz con un diagrama de espina de pescado (también denominado diagrama de Ishikawa o de causa-efecto).

Básicamente, pones el efecto en la parte derecha como el planteamiento del problema. A continuación, enumeras todas las posibles causas en la parte izquierda, agrupadas en categorías de causas más amplias. La forma resultante recuerda a la espina de un pescado. Que básicamente es la forma ideal de decir que el problema huele a pescado podrido.

Emplea analogías para llegar a una solución
Otras herramientas que puedes usar son las analogías. El pensamiento analógico usa información de un ámbito para ayudarte con un problema que pertenece a otro ámbito. En definitiva, solucionar un problema diferente puede llevarte a encontrar la solución del problema actual. ¡Pero ten cuidado! Las analogías son complicadas para los principiantes y lleva un tiempo familiarizarte con ellas.

Por ejemplo, en el problema de la radiación, un doctor tiene un paciente con un tumor que no se puede operar. El doctor puede usar rayos para destruir el tumor, pero si lo hace también destruirá los tejidos sanos.

Dos investigadores, Gick y Holyoak observaron que las personas resolvían el problema de la radiación con mucha más facilidad después de pedirles que leyeran la historia de un general invasor que debía capturar la fortaleza de un rey, pero que debía tener cuidado para evitar que las minas se detonaran si muchas tropas atravesaban las calles. Así pues, el general envía tropas pequeñas de soldados por diferentes calles. De este modo, los efectivos podrán converger en la fortaleza al mismo tiempo y capturarla con todo el ejército.

Pregunta 12 veces “qué más”.
En su libro, The Architecture of All Abundance, la escritora Lenedra J. Carroll (también conocida por ser la madre de la estrella del pop Jewel) habla de una técnica de preguntas y respuestas para salir de un problema.

Básicamente, cuando te enfrentes a un problema, plantéate una pregunta sobre él y concibe 12 respuestas (12 “qué más”) a dicho problema. Luego podrás avanzar tomando una respuesta, convirtiéndola en una pregunta y generado 12 qué más adicionales. Repite hasta que la solución esté en su punto, bien horneada y lista para sacar del horno.

Empieza a utilizar estas técnicas hoy mismo

Ojalá que estas técnicas diferentes te resulten útiles y que llenen tu imaginación de ideas acerca de cómo solucionar diferentes problemas.

Llegado el caso, tendrás cuatro consejos diferentes que podrás emplear la próxima vez que un problema te atormente:

  1. No empieces tratando de solucionar el problema. En primer lugar procura entender la causa del mismo.
  2. Utiliza preguntas para generar ideas que solucionen el problema.
  3. Piensa en problemas anteriores para buscar respuestas a los nuevos.
  4. Deshazte de las ideas preconcebidas y las experiencias pasadas antes de intentar abordar el problema.

Publicado en Wrike. Post original aquí.

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Lo que no motiva la Creatividad puede anularla II

por Paulino Etxebeste

Esta es la segunda parte del tema que inicié en esta otra entrada.

Se trata de describir cuatro factores que se deben gestionar adecuadamente para que incidan positivamente en la creatividad y la innovación que aportan las personas en las organizaciones.

2.- EVALUACIÓN.

La creatividad se reduce bajo condiciones de presión inadecuadas. En estas situaciones las personas se muestran renuentes a contribuir con sus ideas por temer a las reacciones excesivamente críticas.

Curiosamente cuando no existe evaluación ni por tanto retroalimentación también se ve reducida la creatividad. en estas situaciones las personas encargadas de realizar trabajos creativos tienen la sensación de que no le interesa a nadie lo que están haciendo.

Equilibrar estas dos diferentes posiciones nos muestra el camino a seguir. Trabajos enfocados a la evaluación y la retroalimentación, entendiendo este proceso como fuente de importantes datos que permiten evolucionar las ideas.

Para que las personas aporten lo mejor de sí, necesitan saber que cada idea se respeta (aunque no se acepte) lo suficiente como para merecer una consideración cuidadosa.

Los mejores gestores en lugar de ser excesivamente críticos cuando las ideas no se han confirmado, aceptan los fracasos como una parte necesaria para realizar trabajos creativos y ayuda a los empleados a que aprendan e identifiquen oportunidades de los mismos.

3.- RECOMPENSA.

Todos necesitamos una compensación equitativa, lo suficientemente generosa para nuestro trabajo que evite la distracción de las preocupaciones financieras y sentir que somos valorados por nuestras organizaciones. El reconocimiento es otra forma esencial de recompensa. Ninguna de estas dos formas dañan la motivación intrínseca o la creatividad.

Pero cuando la gente siente que las recompensas materiales se cuelgan delante de ellos como la zanahoria en un palo, llegan a sentirse extremadamente controladas y esto es un freno a la motivación intrínseca.

4.- PRESIÓN.

Cuando tratamos la creatividad, podemos hablar de la presión positiva y la presión negativa. La presión extrema de tiempo que surge habitualmente de múltiples demandas no relacionadas con el trabajo creativo es negativa. Ocurre lo mismo con la presión competitiva con compañeros de trabajo, se trata de un elemento negativo.

Sin embargo tener la presión positiva de un reto motivante y difícil (tratar de resolver un problema que nadie ha sido capaz de solventar), puede impulsar el potencial de la motivación intrínseca y la creatividad.

En general la presión que no contribuye a la misión es perjudicial y hay que erradicarla.

Publicado en el Blog de Paulino Etxebeste. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Lo que no motiva la Creatividad puede anularla I

La inteligencia de las emociones

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Cuatro estímulos que determinan nuestra creatividad

Conociendo la creatividad para potenciarla, 4 ideas clave

Tantas Inteligencias

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Por qué la perspectiva favorece tu creatividad

Por Paz Garde

“Ninguno de nosotros nació pensando: ¿qué hay de verdad aquí? ¿Qué es lo que queremos conseguir? ¿Cuál es la siguiente acción que deberíamos llevar a cabo? ¿Quién lo va a hacer?… Y si así fue, debieron suprimir esta tendencia de nuestra programación a una edad muy temprana.” David Allen

Para poder explicar el motivo por el que, desde mi punto de vista, practicar los hábitos relacionados con la perspectiva de GTD® favorecen la creatividad, necesito partir de una hipótesis.

La hipótesis es que las personas que actúan de manera creativa e inteligente de forma sostenida en el tiempo son personas que, independientemente de su capacidad intelectual, saben lo que quieren, tienen claridad sobre su marco de actuación y son capaces de intuir las posibles consecuencias a corto, medio y largo plazo de sus acciones y decisiones.

En definitiva, es el hecho de saber lo que queremos, y tener bien definidas «las condiciones de contorno», lo que nos permite ver con mayor claridad el «campo de juego». Esto hace que tengamos más facilidad para encontrar múltiples y creativas alternativas para casi cualquier tema, independientemente de lo complicado que parezca a priori.

Aunque la mayoría de las personas, de forma natural, sabemos lo que queremos, y tenemos claridad sobre el «campo de juego» en lo relativo a algunos aspectos de nuestra vida, es difícil que tengamos ese mismo nivel de capacidad para todos los asuntos de todas las áreas de nuestra vida.

Me parece muy complicado ser capaz de encontrar acertadas soluciones creativas sobre todos los temas, por muy inteligentes que podamos ser, sin saber lo que queremos, ni tener claridad sobre nuestro marco de actuación. En definitiva, sin haber dedicado tiempo y atención a reflexionar. Por el contrario, el hacer una reflexión sistemática sobre nuestro mundo nos facilitará ser capaces de encontrar múltiples soluciones creativas.

Aunque mi hipótesis de partida está basada únicamente en mi subjetividad, es posible que tú también hayas observado como personas inteligentes que son capaces de encontrar soluciones brillantes en algunas facetas de su vida, son tremendamente torpes en otras facetas, a pesar de haber demostrado su capacidad intelectual y su capacidad para ser creativos en la búsqueda de soluciones.

La perspectiva en GTD nos invita a pararnos y reflexionar sobre múltiples aspectos, a hacerlo desde «distintos ángulos» y a «diferentes niveles» para que, en el día a día, e independientemente del lugar o situación en la que nos encontremos, seamos capaces de encontrar soluciones brillantes y creativas, «aparentemente», de forma innata.

Publicado en  Redes Productivas. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

¿Cuántas inteligencias tienes?

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Seis formas de sentirnos creativos en el trabajo

Requisitos para ser creativo

La empatía es la llave que abre la puerta de la creatividad

Originales. Cómo los inconformistas cambian el mundo.

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La empatía es la llave que abre la puerta de la creatividad

creatividadmdA menudo se piensa que la creatividad nace en lo más hondo del individuo, que es una respuesta a la necesidad personal que tiene todo ser humano de desafiar las convenciones, de traspasar límites y de explorar más allá de las fronteras establecidas. Sin embargo, un reciente estudio de los investigadores estadounidenses Adam Grant y James Berry concluye que para prender la mecha de la creatividad se necesitan varias manos, al menos en el mundo empresarial.

En el informe, publicado por la revista Academy of Management Journal, Adam Grant, de la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, y James Berry, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, afirman que “los niveles de creatividad aumentan cuando los empleados están predispuestos a tomar en consideración las perspectivas de otras personas”.

Según Grant y Berry, la predisposición a ver las cosas desde el punto de vista de otras personas es un catalizador de la creatividad.

Para llegar a esta conclusión, Grant y Berry aportan en su informe tres estudios prácticos, uno con 100 estudiantes universitarios, un segundo con los trabajadores y supervisores de una base militar y un tercero con los empleados de una planta de tratamiento de aguas. En los tres estudios, se demostró que la “predisposición intrínseca de los individuos evaluados a mostrarse creativos aumentaba si se incrementaban también los niveles de interacción social”.

“Las empresas suelen estimular la creatividad creando condiciones que alientan la predisposición intrínseca del individuo a la creatividad, como el diseño de tareas complejas y estimulantes o la proporción de mayor autonomía”, apuntan Grant y Berry. Aun así, “para facilitar la producción de ideas creativas es necesaria también la creación de condiciones que refuercen la interacción social del trabajador”, añaden.

Para que la creatividad brote en el lugar de trabajo, hay que “brindar a los empleados la posibilidad de reunirse y de interactuar con las personas que se benefician de sus trabajo, como clientes y otros trabajadores”, señalan Grant y Berry. De esta manera, el empleado toma contacto real con las personas que dan sentido a su trabajo y le es más fácil encontrar soluciones creativas a los desafíos que se le plantean a diario en su entorno laboral.

Publicado en Marketing Directo. Post original aquí.

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¿Qué es la creatividad? ¿Somos todos «genios en potencia»?

La empatía llega a sincronizar el ritmo cardíaco entre la gente conectada

Cuatro estímulos que determinan nuestra creatividad

Empatía para convivir en el entorno laboral

Las Neuronas Espejo y el aprendizaje

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Originales. Cómo los inconformistas cambian el mundo.

be-originalPor Isabel Carrasco González

Adam Grant en su libro “Originals. How non –conformists change the world” explora el poder de las nuevas ideas, cómo podemos hacerlas realidad y cómo cada persona puede ser original y conseguir que los demás piensen de forma diferente.

Original (adj): el origen o fuente de algo, de lo que va a surgir algo.

Original (nom.): una cosa que tiene un carácter único o singular; una persona que es diferente de los demás en un aspecto atractivo o interesante; una persona con capacidad de  innovar.

Hace algún tiempo los psicólogos descubrieron que existen dos rutas para alcanzar logros: la conformidad y la originalidad. Conformidad implica el seguir a la masa en los caminos convencionales y mantener el estatus quo. Originalidad consiste en elegir la vía menos transitada y defender nuevas ideas que pueden ir contra lo convencional pero que van a conseguir que las cosas mejoren.

Evidentemente, nada es completamente original ya que nuestras ideas están influidas por el mundo que nos rodea. Estamos constantemente tomando prestadas reflexiones intencionadamente o no.  Todos somos vulnerables ante la “kleptomnesia” o el recuerdo no intencionado de las ideas de los demás como si fueran nuestras. El autor defiende que originalidad implica la introducción y defensa de una idea que es relativamente inusual en un dominio particular y que tiene el potencial para mejorarlo.

La originalidad comienza con la creatividad, al generar un concepto que es a la vez novedoso y útil. Pero no acaba en este punto. Los originales son las personas que toman la iniciativa para convertir su visión en realidad.

El sello distintivo de la originalidad consiste en desechar lo predeterminado y buscar si existe una opción mejor. El punto de partida está en la curiosidad de cuestionarse por qué existe esa predeterminación y en contemplar lo familiar con una perspectiva fresca que nos permita mirar con otros ojos y descubrir nuevas alternativas.

Para ser original pensamos que  tenemos que ser capaces de asumir riesgos radicales. Esta idea está tan enraizada en nuestra cultura que raramente nos paramos a reflexionar si es correcta o no. Admiramos a héroes como Gandhi o Martin Luther King, Jr. que poseían la convicción suficiente para  arriesgar sus vidas por los principios morales de los que estaban convencidos. Idolatramos a iconos como Steven Jobs o Bill Gates por haber tenido la audacia  de abandonar la universidad, arruinarse y  refugiarse en garajes para hacer realidad sus visiones de avances tecnológicos.

Cuando nos asombramos ante estos individuos originales que parece que destilan creatividad y que han movilizado al mundo en algún aspecto tendemos a asumir que están “hechos de una pasta especial” y que están programados para abrazar la incertidumbre, ignorar la aprobación social no preocupándose de los costes de la no conformidad como hacemos el resto de los mortales,  que son iconoclastas, rebeldes indiferentes ante el miedo al rechazo o ridículo.

Grant, en su libro, quiere desacreditar este mito y demostrar que los originales son en realidad mucho más comunes de lo que pensamos. En todos los dominios, desde la política, los negocios, la ciencia o el arte, por ejemplo, la mayoría de las personas que hacen avanzar el mundo con ideas originales  puede parecer en la superficie que son osadas al cuestionar el estatus quo y las tradiciones pero en realidad también son víctimas de las dudas, el miedo y la ambivalencia. Tendemos considerarles como personas que inician los cambios, pero con frecuencia sus esfuerzos están propiciados por otros y por mucho que parezca que buscan los riesgos realmente prefieren evitarlos.

Hace aproximadamente 50 años el psicólogo de la Universidad de Michigan Clyde Coombs desarrolló una teoría innovadora sobre el riesgo. En la bolsa si vamos a hacer una inversión arriesgada nos protegemos actuando con precaución en otras inversiones. Coombs sugirió que en sus vidas cotidianas las personas que tienen éxito se comportan de la misma forma con los riesgos, equilibrándoles. Si aceptan peligros en un dominio se muestran cautelosas en el resto de los dominios. Esta podría ser la razón por la que las personas pueden mostrarse muy originales en algunas facetas de sus vidas mientras son convencionales en otras. El fundado de Polaroid, Edwin Land, mantiene que: ”Ninguna persona puede ser original en un área si no posee la estabilidad social o emocional que procede de otras actitudes más convencionales en otras áreas ajenas a aquella en la que está siendo original”.

El beneficio central de mantener un equilibrio es que el tener la sensación de seguridad en un dominio nos da la libertad para ser original en otro. Por ejemplo, entre muchos casos tenemos el de Pierre Omidyar que construyó eBay como un hobby y continúo trabajando como programador hasta que comenzó a ganar más con su hobby que con su tarea habitual.

El buscar un equilibrio no implica que mantenerse siempre en un punto medio del espectro tomando siempre riesgos moderados. En lugar de eso los originales que triunfan asumen riesgos extremos en un área y lo equilibran con la cautela extrema en otras. Como ejemplo tenemos el caso de Henry Ford que inició su imperio automovilístico al tiempo que trabajaba como ingeniero jefe para Tomás Edison, lo que le aportaba la seguridad suficiente para  diseñar y probar sus inventos. Otro caso es el de Bill Gates que vendió un nuevo programa de software mientras estaba estudiando y esperó un año para solicitar autorización para abandonar la universidad de Harvard durante un año, tiempo en el que fue mantenido económicamente por su familia.

Los originales, por tanto, aunque en algunas ocasiones son jugadores arriesgados, no son personas que se arrojan al vacío sin mirar lo que hay debajo, sino que son las que se acercan al borde del abismo, calculan cómo será la caída y la rapidez de la misma, comprueban la seguridad de sus paracaídas y colocan una red de seguridad junto al suelo, por si acaso.

La principal barrera con la que se topa la originalidad no es la generación de ideas sino la selección de las mismas. Las organizaciones no sufren, generalmente, por la escasez de ideas novedosas, sino que se encuentran constreñidas por la escasez de profesionales que son capaces de seleccionar las que son correctas.

En este sentido uno de los principales prejuicios que hay que vencer en relación con la creatividad es el exceso de confianza de las personas. Cuando generamos una nueva idea por definición ésta es única por lo que tendemos a ignorar el feedback que hemos podido recibir en el pasado  sobre invenciones previas. Aunque las anteriores hayan fracasado la nueva idea es diferente.

Cuando desarrollamos una idea ésta se suele encontrar demasiado cercana a nuestros gustos y puede que demasiado alejada de los de nuestra audiencia, para poder evaluarla adecuadamente. Estamos demasiado inmersos en la emoción del momento “Eureka” o por el triunfo de pensar que hemos vencido un obstáculo. Después de dedicar su carrera a estudiar la creatividad productiva el psicólogo Dean Simonton ha encontrado que hasta los genios tienen problemas para reconocer cuando tienen un éxito en sus manos.  Por ejemplo las obras favoritas de Beethoven no son las preferidas de sus admiradores.

La pregunta que surge es: “¿Si los originales no son jueces acertados de la calidad de sus ideas qué posibilidades tienen y cómo consiguen crear obras de arte?  Simonton ha comprobado que la razón se encuentra en que tienen un mayor número de ideas con lo que tienen más posibilidades de acertar. Otro de sus hallazgos es que las personas más prolíficas no sólo son las más originales sino  que generan ideas más originales en el periodo en que producen un mayor volumen de las mismas. Edison entre los 30 y 35 años además de la bombilla y el fonógrafo patentó más de 100 inventos de todo tipo.

Con frecuencia ser asume que la cantidad está reñida con la calidad pero en este caso es una idea falsa, ya que cuando analizamos la generación de ideas la calidad es el camino más predecible hacia la calidad. Robert Sutton, profesor en Stanford, mantiene que: “ Los pensadores originales pueden presentar multitud de ideas que son mutaciones extrañas, puntos muertos y fracasos absolutos. El coste de esto  merece la pena porque también son capaces de generar gran cantidad de ideas novedosas y útiles”. Muchas personas, por el contrario,  no consiguen ser originales porque  producen pocas ideas y se obsesionan con refinarlas hasta la perfección.

La mejor forma de juzgar nuestras ideas es recibir feedback sobre ellas. Podemos lanzar una serie de ideas y analizar cuáles son alabadas y adoptadas por nuestra audiencia seleccionada.

Los directivos no suelen ser buenos críticos porque con frecuencia sienten demasiada aversión hacia la posibilidad de asumir riesgos. Se centran en los posibles costes de invertir en malas ideas más que en los beneficios de pilotar buenas ideas.

Al enfrentarnos a la incertidumbre nuestra primera reacción es desechar las novedades, buscando razones para justificar por qué los conceptos que no nos resultan familiares pueden fallar. Cuando los directivos vetan las ideas novedosas se encuentran en un patrón mental evaluador. Para protegerse contra los riesgos de una mala elección comparan los nuevos conceptos con ideas que han tenido éxito en el pasado. Erik Dane, profesor en Rice, ha descubierto que cuanta más experiencia y conocimientos tienen las personas sobre un tema, más se atrincheran en una forma particular de ver el mundo. Al adquirir  conocimiento de un dominio nos vamos convirtiendo en prisioneros de nuestros prototipos.

En teoría las audiencias de prueba tendrían que estar más abiertas a la novedad que los directivos. No tienen las orejeras asociadas a  ser un experto en el tema tienen poco que perder al considerar un formato fresco y al expresar entusiasmo por una idea inusual. En la práctica Justin Berg ha encontrado que los grupos focales cometen errores similares a los de los directivos a la hora de predecir el éxito futuro de las nuevas ideas ya que, como ocurre con aquellos, se centran en exceso a buscar razones para rechazar una idea.

Existe, sin embargo, un colectivo que puede predecir con mayor exactitud el éxito de una idea: otros creadores del mismo área. Con frecuencia se habla de la sabiduría de las masas pero necesitamos tener cuidado a la hora de seleccionar esas masas y en lugar de intentar de afirmar nuestra originalidad o de buscar el feedback de los directivos debemos mirar mejor hacia nuestros compañeros expertos. Éstos no tienen por qué tener la aversión al riesgo  de los directivos y de los grupos focales y están más abiertos a ver el potencial de posibilidades no convencionales. Al tiempo que al no tener un interés especial en las nuevas ideas pueden ofrecer una valoración honesta y sincera y proteger ante falsos positivos al ser creadores en el dominio que se está juzgando.

Otro aspecto al que se le ha dado un gran valor es el de la intuición. Investigaciones recientes realizadas por Erik Dane muestran que  nuestras intuiciones sólo son exactas en áreas en las que tenemos una amplia experiencia. Daniel Kahneman y Gary Klein consideran que nos podemos fiar de las intuiciones sólo cuando las personas han construido su experiencia en entornos predecibles. En un mundo rápidamente cambiante las lecciones de la experiencia nos pueden conducir por caminos equivocados, por lo que la intuición no es una fuente segura de nuevas ideas y la necesidad del análisis reflexivo cobra una mayor fuerza y no es conveniente que nos dejemos seducir por el entusiasmo de las ideas basadas en la intuición.

Licencia de contenido del blog de “Hablemos de liderazgo”

Publicado en Hablemos de Liderazgo. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Inteligencia Colaborativa II. Patrones mentales.

Inteligencia Colaborativa I. Fundamentos.

Seguir leyendo:

Creatividad y memoria de trabajo: conocer para cambiar.

Mini plan para ARRANCAR con su creatividad

Creatividad y estrategia: el arte de condensar enfoques

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Método Harvard de Negociación

por Cipriano Bracca

negocios-1La negociación debe realizarse cuando dos o más partes no pueden ponerse de acuerdo en algo o no se escuchan, generalmente esto sucede cuando las personas no tienen una visión a largo plazo y no tienen posturas razonables.

En las Organizaciones cuando se presentan estas divergencias, se deben aplicar estrategias de negociación, siendo aconsejable los elementos del método Harvard de negociación, ya que se procede a la discusión estructurada y estableciendo objetivos claros y precisos.

El negociador tendrá la disposición de llevar la negociación sin presiones hacia las partes y de una manera que permita aclarar las posturas y aceptar un punto de equilibrio conveniente.

Para negociar es necesario que las personas involucradas cambien de actitud o de conducta, el negociador les inducirá a percatarse del problema y se sienten a negociar de acuerdo a los intereses de ambas partes y de una manera flexible para que haya una relación ganar-ganar y no de quién pierde menos.

Los elementos del método Harvard de negociación son los siguientes:

A – Interés, definir lo que se desea alcanzar claramente, sin que queden dudas.

B – Alternativas, después de definir lo que se desea, hay que establecer alternativas o planes tipo B, para poder negociar.

C – Ceder, presentar opciones, de acuerdo a las necesidades de ambas partes, que permitan el ceder aquellos aspectos menos relevantes para una parte y que cubran necesidades de la otra parte.

D – Criterios, valorar las propuestas para aceptar aquellas que se ajusten a las necesidades de las partes.

E – Argumentos, argumentos sólidos, razonables y racionales, permiten convencer a las partes en conflictos.

F – Compromiso, asumir los compromisos responsablemente.

G – Comunicación, debe ser coherente y adecuada, con relación a las necesidades y expectativas de las partes en conflicto.

En la medida que se aprende a negociar en base a intereses, se abandonan las posiciones irracionales y rechazando las actitudes autoritarias, se llegan a resultados que satisfacen las necesidades de las partes en conflictos.

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Publicado en De Gerencia. Post original aquí.

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Negociación: 10 puntos a tener en cuenta

Por Ricard Lloria Llauradó

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“Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno de hacer las cosas bien” Nelson Mandela

Cuando empecé el blog, se me ocurrió a raíz de una buena amiga que explicara la experiencia a través de los post, artículos o como lo queráis decir, entre ellos os expliqué las 12 leyes o reglas de la negociación, y el arte que este representa, hoy siendo este un post especial, me gustaría volver hacer hincapié a 10 puntos que podríamos tener en cuenta cuando empezamos una negociación entre varias partes.

A lo largo de nuestras carreras, sea cual sea nuestro desempeño en una empresa, nos hemos tenido que encontrar en procesos de negociación, ya sea en nuestra vida personal, negociar con amigos, familiares, así como a nivel profesional, como es la negociación de un producto, servicio, etc., en los procesos de negociación nos los podemos encontrar en todos los departamentos, incluso entre los mismos departamentos de la misma empresa se crean momentos de negociación, para ir hacía nuestros objetivos, estrategias de la propia empresa etc.

Hoy os quería contar que como responsable de compras, logística y operaciones en las empresas dónde he ido creciendo a lo largo de la trayectoria profesional, en muchos momentos, me ido encontrando en muchos procesos de negociación, y sé que en el futuro todos nos encontraremos entrando en negociaciones con otra compañía, otro departamento u otra persona, tal vez porque hemos llegado a estar en situaciones dónde la negociación es clave, o bien porque queremos comprar un producto, servicio, o porqué somos vendedores de los mismos, por lo que nos toca movernos desde un lado hacía otro.

Las negociaciones son procesos delicados que toman mucho tiempo para llevar a cabo y, a menudo se deshacen, a veces incluso en la etapa final. A la hora de negociar podemos ser útiles si alguna vez tenemos que participar dentro de ellas:

1. Tenemos los objetivos claros en mente que entramos en el proceso de negociación y no perdemos de vista cuales son. Si nosotros seguimos estando conscientes de los temas importantes, no nos importará encajar los detalles más pequeños que estemos negociando, daremos estos como para que le sirva a la otra parte como ganadora también, la regla del Win to Win (Ganar- Ganar) para que no se produzcan conflictos durante y en la negociación.

2. Hagamos nuestra investigación antes de entrar en negociaciones, ya que podremos proporcionar y tener la ventaja si la otra parte tiene una debilidad, dado que somos capaces de averiguar acerca de la otra persona, empresa, o colectivo.

3. Utilicemos la psicología para comprender las aspiraciones de la otra parte. Si nosotros estamos comprando cualquier cosa, sea producto o servicio, hemos de hacer sentir que podemos sentir la lealtad a nuestro personal, por lo que si nosotros demostramos que las medidas que estamos poniendo en marcha son para salvaguardar nuestro trabajo, hará que todo el mundo se tranquilice. Así mismo como la lealtad hacía la otra parte, hacerle ver que más que un proveedor ha de ser como nuestro compañero de viaje en el mundo empresarial.

4. Tratemos de tener un equipo de negociadores fuertes (alta dirección o buenos vendedores) que podemos hacer y dar una impresión positiva en la otra parte. Podemos dramatizar las negociaciones con anticipación con la otra parte si tenemos una idea de cómo es probable que vaya en el peor de los casos.

5. No hagamos que nuestra oferta de apertura sea demasiado pronto en el proceso de negociación. Después de llegar a conocer bien a la otra parte, podemos venir a encontrar que nuestra estrategia inicial prevista es inadecuada, por lo tanto podemos ajustarla en las consecuencias que nos podemos encontrar.

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6. Asegurémonos que nuestra oferta de apertura es creíble y no socava la otra parte. Una oferta estará bien entregada si enviamos un claro mensaje que nosotros estamos cerca de sellar un acuerdo. Tratemos de ser los primeros en colocar una oferta sobre la mesa, ya que vamos a obtener una gran ventaja en establecer el tono para el resto de la negociación (aunque es posible que rara vez perdamos ante una inesperada gran primera oferta de la otra parte).

7. Evitemos el lenguaje indeciso como “estamos esperando / nos gustaría ‘ya que esto nos hará parecer carentes de enfoque o débiles.

8. Si encontramos una oferta de la otra parte que está tan lejos de nuestros propios objetivos que nos llegan a “ofender”, les hacemos saber con la finalidad que nuestra próxima oferta será mucho mayor.No seamos nunca groseros, pero asegurémonos de transmitir el mensaje a través de las palabras que nosotros elijamos, así como el lenguaje corporal nuestro y nuestro equipo.

9. Plan de antemano las concesiones que estamos dispuestos a hacer para cerrar el trato. Tratemos de hacer que la otra parte nos conceda primero y tratemos de arreglarlo para que las concesiones que se hagan realidad, no sean una pérdida enorme para nosotros, pero sería un gran beneficio para la otra parte de la negociación.

10. No seamos reacios a darnos de baja dentro de las negociaciones (incluso en una etapa tardía) si nosotros somos incapaces de satisfacer los principales objetivos que teníamos al principio. Aunque puede que sintamos que hemos perdido nuestro tiempo, a largo plazo, podríamos lamentar seriamente hacer una oferta insatisfactoria si nos conformamos con menos de lo que queríamos.

“Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad” – Maestro Yoda

Gracias por leerme, por difundir, por disfrutar, y sobre todo que te haya ayudado.

Seguiré escribiendo, y aportando.

Ricard Lloria by @Rlloria

Photo Credit: Pixabay Hombre cuerpo By ComFreak

Photo Credit: Pixabay Atonium La construcción by McLac2000

Licencia de Creative Commons
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Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

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Es mejor un buen culpable que una buena solución

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Por Antonia Arévalo @AntoniaAreval

Estábamos teniendo una más que buena conversación entre amigos, explicándonos de esto y de lo otro, como hacemos todos cuando nos juntamos con viejos amigos de esos que además has encontrado en los entornos de trabajo. Lo cierto es que habíamos dejado pasar demasiado tiempo desde la última vez y se notaba en el ritmo de la conversación, nos atropellábamos y saltábamos de una cosa a la otra, hablando de nuestras experiencias en diferentes empresas, de nuestros proyectos, visiones e ilusiones y en esas Oriol dijo: “…y es que todavía existen esas culturas en las que es mejor un buen culpable que una buena solución” Le robé su frase (en realidad me la regaló) y la he elevado a la categoría de título de un post que espero esté a la altura.

Al oír esa frase me remonté a los inicios de mi experiencia laboral, lo cierto es que en ese entonces la cultura del culpable es lo que imperaba. De las primeras cosas que me enseñaron, después de en donde estaba el baño, fue a construir y guardar expedientes exculpatorios, me enseñaron a poner en copia de los correos a todo aquel que se me ocurriera (para mi suerte ya no era aquello de los memorándum a máquina con copia de calco donde los con copia eran mas largos que los destinatarios, aunque los he visto), a guardar una copia impresa de todos los correos, a exponer todos los posibles riesgos y también los imposibles, por si acaso, y a preguntar a los mismos destinatarios y copiados si asumían esos riesgos y a no hacer nada hasta obtener el visto bueno (mejor firmado) de todos ellos y haber hecho una copia de los vistos buenos y archivarlos, claro. Después de todo ese proceso, si me quedaba tiempo, ya podía hacer lo que fuera que fuese de que se tratase, que seguramente ya se me habría olvidado… Lo cierto es que, ahora que no nos oye nadie, os confieso que nunca lo hice…siempre tenía demasiado trabajo y demasiadas cosas que cambiar como para perder el tiempo en hacer esos expedientes, que además se tenían que archivar! Y pedían demasiado de comer, en tiempo, esfuerzo, espacio, recursos… Lo cierto es que muy desde el inicio he dedicado muchos esfuerzos en cambiar esa cultura del culpable, del miedo, castrante para el buen desarrollo de las personas y las organizaciones, por una cultura de aprendizaje, compromiso y responsabilidad.

Todavía recuerdo una ocasión en la que tuvimos una inspección de las gordas del equipo de la seguridad social al mando de hoy un gran amigo mío  y, a puertas de la reunión para acta final de liquidación, el entonces mi director nos dijo: más vale que nos salga bien porque si no Pepe hará rodar cabezas”. Yo era una pipiolilla pero recuerdo que ya le dije algo así como que si Pepe hiciera eso estaría cometiendo una gran equivocación porque en ese momento había muy poquitos profesionales de RRHH que tuvieran el conocimiento que habíamos adquirido durante aquel largo proceso, para qué Pepe no se iba a aprovechar de ese aprendizaje?

Lo cierto es que después de esas épocas, llegaron los equipos de mejora, los círculos de calidad, el Lean…hasta llegar a estos tiempos modernos en los que hablamos de creatividad e innovación, sin embargo parece que todavía se busca a los buenos culpables, como es eso? Desde mi mundo pensé que eso ya estaba superado y que ya no se buscaban culpables, sino aprendices y aprendizajes. Pensé que era universalmente compartido y aceptado eso de que el único fracaso que existe es no aprender de los errores…pero confío mucho en Oriol y si el dice que no ha desaparecido, lo creo a pie juntillas.

Entiendo que desde la esencia humana mas básica, el buscar culpables es una reacción normal, de hecho está recogida como la segunda fase del duelo, después de la negación, por algo será. De hecho desde la mas tierna infancia nos enseñan a buscar culpables, si, si pensad, cuando nos hacíamos un chichón con una mesa, quien era la mala? La mesa!, cuando pegábamos un tropezón y caíamos de bruces contra el suelo…quien era el tonto? El suelo! Y cuando jugando a lo bruto rompíamos algo en casa, recordáis cual era la pregunta? Era Quien ha sido? Alguna vez os preguntaron Como ha sido? Qué ha pasado? Ah y si alguna vez la pregunta era ésta… Qué pasaba? Os acordáis? Allí señalándonos los unos a los otros “ha sido el que me ha empujado, entonces el cielo ha temblado y se cayó el jarrón de la abuela”

Ya veis lo mismo en las organizaciones que en las casas, en las relaciones profesionales que en las personales, cual es el beneficio de buscar culpables? Cual es el beneficio del castigo? Que no pase mas? Que no pase mas el qué? Nada? Eso es lo que buscamos? Que no pase nada? O queremos avanzar y aprender? Cuando buscamos culpables y castigos, nos privamos de la oportunidad de aprendizaje para quien cometió el error y para con los demás, quizás nos quede claro que eso no se puede hacer así (y evidentemente hay aspectos normativos y de convivencia que así es, pero no es de lo que trata este post), pero nos da la oportunidad de conocer como si se hace? Nos da la oportunidad de encontrar una buena solución? Nos da la oportunidad de aprendizaje? Y quien mejor para desarrollarla que aquel que ya descubrió una o algunas de las maneras en las que se falla? Para qué castigar en lugar de alentar a seguir buscando? La única explicación que se me ocurre para la búsqueda de culpables es la del inmovilismo, la de querer conservar el estado de las cosas como están. Pero es posible conservar el estado de las cosas como están? De verdad eso depende de nosotros? O es que las cosas y su entorno cambian sin nuestro permiso? entonces…para qué el inmovilismo? Es comodidad? La seguridad de lo conocido? La inseguridad ante lo nuevo? Y quien nos garantiza que lo conocido es seguro? y… si permite errores… es tan seguro?

Y además…cuando un colaborador nuestro comete un error, quien es el “culpable”? Lo desarrollamos adecuadamente? Le dimos los medios? Tutelamos el proceso de aprendizaje? Realizamos correctamente el proceso de selección para el puesto? Ofrecimos la confianza necesaria para que preguntara? Y aún siendo un si la respuesta a todas mis preguntas…No es cierto que el error forma parte del aprendizaje? No es cierto que por nuestra propia naturaleza no nos gusta fallar? Alguien yerra voluntariamente? (si la respuesta fuera si, estamos ante otro tema…).

Sé que quedan resquicios de aquella cultura, al final no ha pasado tanto tiempo…Desde aquí propongo que cambiemos ya definitivamente la búsqueda de culpables por la de aprendices, cambiemos el preguntar quien y por qué por cómo y qué. Propongo que junto a los aprendices, que somos todos, busquemos buenas soluciones, se analicen los errores sólo con la voluntad del aprendizaje, con la voluntad de ser cada día más sólidos, con la voluntad de disponer cada día de procesos más robustos, con la voluntad de crecer y desarrollarnos. Propongo que miremos bien hacia adentro de nuestras organizaciones, que seamos críticos con nuestra gestión porque quizás sin ser conscientes…somos un resquicio de aquella cultura…

Os parece?

Publicado en Mayeutika. Post original aquí.

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El líder y su misión

por

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Nada más importante para un líder que el encuentro con su misión en la vida, con el llamado de su propio destino. Esto parece a menudo un acto sobrenatural, que cuando acontece cambia completamente la perspectiva e ilumina a la persona con respecto cuál es el camino a seguir.

¿Han escuchado ustedes cómo fue que la Madre Teresa decidió seguir el llamado y la entrega total al servicio?. Esto es lo que dice ella en su biografía:

Sucedió después de la segunda guerra mundial. Un día me encontraba fuera del convento, en las cercanías de hospital Campbell, cuando mis ojos vieron el espectáculo de una pobre mujer que agonizaba por el hambre. Me acerqué a ella. La tomé entre mis brazos y traté que la aceptaran en aquel hospital. No me escucharon porque se trataba de una mujer pobre. Murió en medio de la calle.

Una lectura del Evangelio me golpeó particularmente, cuando Cristo afirma que lo que hagamos a los más pequeños, a los que tienen hambre, a los enfermos, a los rechazados, es como si se lo hiciéramos a Él. De este modo, tuve la impresión de haber descubierto mi verdadero camino y acepté aquello que se me presentaba como un maravilloso regalo de Dios.
Fue como una llamada dentro de otra llamada. Algo parecido a una segunda vocación. Fue un mandato interior a renunciar a la congregación de Loreto, donde seguramente yo era muy feliz, para ponerme al servicio de los pobres de las calles.
En 1946, mientras me dirigía en tren hacia Darjeeling para hacer los ejercicios espirituales, sentí nuevamente una llamada para abandonarlo todo y seguir a Cristo en los suburbios y servirlo en los más pobres de los pobres. Comprendí que eso era lo que Cristo quería de mí.
Así que vemos el llamado a la misión de la Madre Teresa como un evento que la marcó profundamente, y que le mostró su razón de ser en este mundo.
Curiosamente, esta semana recordé otra experiencia similar de la cual había leído, y que le permitió a Jaime Jaramillo, conocido en Colombia como Papá Jaime, entender mejor cuál era su misión en la Vida.
Este gran líder colombiano se ha dedicado por varias décadas a sacar a los “gamínes” o niños de la calle, de las alcantarillas de las grandes ciudades. Por qué de las alcantarillas? porque los niños se esconden allí para que los grupos de limpieza social no los maten. De esta forma ellos viven entre desechos humanos, ratas y mucha oscuridad. Papá Jaime ha sido alguien que les ha tendido la mano y a la fecha ha servido a más de 50,000 niños que han pasado por su fundación.
Pero cómo descubrió él su misión en la vida?. De forma similar a la de la Madre Teresa!. Veamos lo que sucedió en palabras del mismo Jaime Jaramillo:
Desde muy pequeño sentía una gran sensibilidad por las cosas que pasaban y por los niños pobres. El arranque grande fue en la navidad del año 1973. Hace más de 30 años iba caminando por la calle, pasó un carro, del carro cayó una caja de una muñeca al piso, los niños de la calle salieron corriendo y una niña levanto la caja de la muñeca. Estaba feliz, ella me miraba y por estar mirandome no se dio cuenta que venía una tractomula, golpeó la niña y ella cayó sobre el pavimento.
Cuando vi que esa niña murió por una caja de una muñeca que no tenía nada en su interior, entendí cuál era mi misión en este mundo. Y fue así como una navidad del 73 con todo el frío en el alma, el dolor, el resentimiento, salí disfrazado de Papá Noel a repartir regalos a los niños de la calle. Fue así como nació la “Fundación Niños de los Andes” y el Papá Noel de los niños de la calle, siempre con la filosofía “No hay que dar el pescado sino hay que enseñar a pescar”.
Por lo tanto, vemos que uno de los más grandes regalos que la vida le entrega a un líder, es esa experiencia única que enlaza al líder con su misión. Es esto suerte?
Quizás si, entendiendo la suerte como la describió alguna vez Miguel Angel Cornejo: “suerte es la mezcla del talento y la oportunidad”.

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