Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika
Es el círculo virtuoso de la creatividad. La creatividad en nuestro trabajo es, ante todo, una cuestión de motivación.
Creamos si tenemos motivos que, para nosotros, son suficientemente valiosos como para crear.
La creatividad tiene su origen en nuestras motivaciones. De algún modo, la palabra originalidad remite a este “origen”.
A pesar de esto es común dar por sentado que, en lo que al trabajo se refiere, hay motivaciones que son categóricas: como si un mejor pago y un puesto más alto constituyeran, siempre, una buena noticia para cualquiera.
Creo que debemos revisar esta idea.
Si la creatividad sólo se redujera a encontrar caminos alternativos para trepar en la pirámide de una empresa, no sería creatividad. Sólo sería ingenio. La más simplona estrategia para sobrevivir “en un mundo que nos acecha”.
Para que en un entorno laboral haya creatividad en serio debemos estar motivados en serio. Y esto supone el poder construir nuestros propios caminos: personales y alternativos a la “trepada corporativa”.
De hecho, las personas encuentran estos caminos de distintas maneras: rotando de trabajo, estando todo el tiempo atentos a nuevas oportunidades, intercalando (o pensando en intercalar) años de “carrera corporativa” con años más enfocados al “desarrollo profesional”, balanceando sus vidas profesionales con actividades personales súper intensas.
No siempre en busca de más estatus, no siempre en busca de más dinero, no siempre en busca de “crecer”.
Todo tiene que ver con el juego que cada persona está dispuesta a jugar en cada momento de su vida.
Distintas formas de sentirnos creativos en una organización.
La pregunta es si en una misma organización puede ser posible que existan diferentes tipos de opciones para que una persona se desarrolle y desarrolle su creatividad.
- INTROSPECTIVOS: Hay gente que busca la creatividad en actividades más introspectivas. Para ellos, un puesto con exceso de protagonismo e interacción con otros son un castigo.
- INTERACTIVOS: Hay personas que muestran su mejor perfil creativo en el intercambio de ideas, en la creación de vínculos, en la co-creación.
- PROFUNDIZADORES: Hay técnicos enamorados de sus oficios, de sus profesiones, de los desafíos que su propia actividad brinda.
- Y, para ellos, crear es capacitarse y materializar las ideas concernientes a su campo de interés.
- EMPRENDEDORES: Hay personas con proyectos muy sólidos y contundentes. Que están dispuestos a dejar lo que sea para, de manera casi obsesiva, lograr innovar en algo.
- MÍSTICOS: Hay gente con una especie de termostato cotidiano en donde contrapesan “vida personal – vida laboral”. Buscan su creatividad en lo cotidiano. En, simplemente, “vivir felices”.
- RESOLVEDORES: Hay personas con necesidades puntuales. Que, en un momento de su vida, por algún motivo, están buscando hacer “todo lo que sea necesario” para crecer, por ejemplo, económicamente.
Todos pueden buscar ser más creativos. Porque en todos los casos las ideas nuevas y valiosas son deseables.
Publicado en Kastika, Micro-Blog. Post original aquí.
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