Resonancia vs disonancia en el liderazgo

por Arnoldo Arana

¿Cómo maneja usted las emociones? ¿Cuál es su coeficiente de inteligencia emocional? ¿Tiene usted una gestión emocional saludable y funcional? ¿Es usted un líder resonante o disonante?

El cerebro límbico constituye un sistema abierto, lo que quiere decir que es influenciado por el tipo de relaciones que establecemos con los demás; no se autoregula internamente (sistema circulatorio). Su regulación no es intrapersonal, sino interpersonal. Daniel Goleman dice que “la interacción con otros transmite señales que pueden llegar a modificar la tasa hormonal, las funciones cardiovasculares, el ciclo del sueño y hasta el sistema inmunológico de otra persona”. Nuestro desempeño emocional tiene un impacto en las personas con las que interactuamos. Las emociones son contagiosas, de modo que nuestra expresión emocional, como líderes, puede dar lugar a la resonancia o a la disonancia. De ahí la importancia de desarrollar inteligencia emocional (autoconciencia, autoconocimiento, autoconfianza, autovaloración, así como la gestión de las relaciones – inteligencia social, la empatía etc.). El modo en que el líder gestiona y canaliza las emociones para que un determinado grupo alcance sus objetivos depende de su grado de inteligencia emocional.

Las emociones son invisibles, pero se contagian como un virus. Es un proceso automático e inconsciente. Esta consideración es muy importante para la revisión de la gestión emocional de los líderes; pues su gestión emocional puede resultar en resonancia o disonancia.

Liderazgo resonante: Un tipo de liderazgo que sintoniza con los sentimientos de las personas y los encauza en una dirección emocionalmente positiva. La clave del liderazgo resonante se asienta en las competencias de la inteligencia emocional que posean los líderes, es decir, en el modo en que gestionan la relación consigo mismo y con los demás.

Herramientas como la escucha activa, la retroalimentación, la empatía, la flexibilidad en el uso de los diferentes estilos de liderazgo, el buen humor, la congruencia personal, entre otros, forman parte del repertorio de herramientas en las manos del líder para lograr resonancia.

Líder disonante: Crea grupos emocionalmente discordantes en los que las personas tienen la continua sensación de hallarse desconectados de los demás. Crea desmotivación.

Publicado en Líderes Efectivos. Post original aquí.

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XXI, el siglo de la espiritualidad

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Por Antonia Arévalo @AntoniaAreval

Esta semana he tenido la fortuna de poder asistir al Primer Congreso sobre Spirituality&Creativity in Management (SCM2015) que ha sido posible gracias a uno de los Pioneros del Siglo XXI el profesor Simon L. Dolan que ha logrado reunir a un comité científico de primera y cientos de pioneros dispuestos ya con sus carretas y a quien desde ya agradezco la oportunidad que nos ha brindado para consolidar conceptos y sobre todo valores, energías y creencias positivas.
Es imposible pretender resumir aquí todas las exposiciones y debates, pero si quiero compartir con todos vosotros lo vivido y mis aprendizajes.
El siglo XXI es el siglo de la espiritualidad. El hemisferio izquierdo, lo racional, lo material, se nos agota, es absurdo seguir cavando en el mismo pozo seco, necesitamos encontrar vías alternativas de creatividad desde el Ser que es el único capaz de crear. Necesitamos integrar el hemisferio derecho, el hemisferio del Ser, el hemisferio de la creatividad, la esencia, la intuición primigenia. La Era Industrial fue una era de manipulación de lo material donde el resultado económico era el fin último, esto nos ha llevado al agotamiento, a la crisis del siglo XX. El siglo XXI es un siglo de integración donde obtener resultado ya no es la misión de una Compañía, su propósito; donde la pregunta a responder es Qué estamos creando y Cómo impacta en el bienestar del sistema en el que vivimos?, donde la misión sólo puede ser trascendente, donde la única alternativa pasa por la reconexión, la integración y sincronización de los dos hemisferios. Donde la verdadera riqueza ya no va a ser material sino intangible.
Mientras no permitamos que en las empresas esté presente el Ser, estamos abocados al fracaso, las empresas son personas, Seres en sí mismos, cuanto más nos acerquemos a su mejor versión más éxitos obtendremos, éxitos tangibles e intangibles, éxitos completos.
Debemos olvidar, borrar! la creencia de que es posible la separación de lo que somos en el entorno laboral y lo que somos en el entorno personal, somos lo que somos en cualquier entorno en el que nos desarrollemos, sólo sacaremos lo mejor de nosotros siendo uno mismo, dejando aflorar la esencia de cada uno, actuando desde el amor como única energía primera, desde la libertad interior. Porque cuando abres el corazón, las dificultades desaparecen y todo es posible.
Wow!! Y cómo nos preparamos para todo esto? Estamos ante un cambio radical de paradigma, no hemos gestionado nunca en un entorno de espiritualidad y trascendencia, casi menos lo hemos sido, no nos lo hemos permitido, las emociones, los sentimientos, el hemisferio derecho al completo, no estaban bien vistos en ninguna manifestación social, fuera o no empresarial y ahora resulta que debemos darles, como poco, el mismo lugar que a lo racional, de igual a igual, que o aprendemos o desaparecemos.
Cómo? En primer lugar pasa por cada uno de manera individual, pasa por alcanzar la mejor versión de cada uno, por dejar aflorar nuestra esencia, desprenderse del ego para dejar de crear desde el ego. Crear y decidir desde la esencia, crear y tomar decisiones desde la libertad, el equilibrio interior, la autonomía, libre del ego, del estatus, de los miedos, del orgullo, de las creencias, la codicia, de lo de siempre, de los juicios, de todo lo que bloquea nuestra esencia…siendo agradecidos, teniendo presente nuestro propósito vital, nuestros valores y siendo conscientes de los momentos de no libertad en los que los miedos, el ego, el orgullo se apoderan de nosotros y decidimos desde allí. La libertad interior sólo tiene sentido y existe cuando la conectamos con nuestro propósito de vida, con nuestra razón de ser, con nuestro para qué. “Déjame comprobar cuan libre soy internamente para ver qué decisiones puedo tomar”. En primer lugar pasa por liderarnos a nosotros mismos, por nuestro camino de descubrimiento personal, siendo responsables de nuestra propia creación, no se trata de brillar sino de iluminar y todo esto sólo es posible desde la energía del Amor, la energía del Universo, alineando las necesidades del ego con las del alma para fluir, para crear.
Los grandes líderes de este siglo XXI serán líderes con grandes características espirituales, líderes resonantes que fomentarán y facilitarán el desarrollo de la mejor versión de sus equipos, basado en valores, desde un entorno de felicidad, pasión, conexión y contribución. Los líderes de este siglo serán exploradores, exploradores de los caminos de la espiritualidad.
La riqueza de un país ya no se medirá en términos de PIB sino de FIB (Felicidad Interior Bruta) que aunque no sea medible por los métodos tradicionales, es la verdadera riqueza, la verdadera riqueza del todo.
Y todo esto es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, no vale esperar a que alguien dé el primer paso porque somos uno, somos UBUNTU! E impactamos en nuestro entorno, impactemos como humanos no como “seres” mecánicos.
Estos son algunos de los mensajes, pero lo más importante no fue lo que se dijo, sino lo no dicho, la energía generada, lo que podíamos sentir, fuerza, potencia, revolución, lo que no se podía ni oír, ni medir y sin embrago movilizaba, la conexión, la complicidad, el saberse en tu lugar, el saberse en el camino, el Ser con los demás. Sentir esa fuerza imparable que se genera cuando el Amor es el que lidera!
Te apuntas a este movimiento o seguirás cavando en el mismo pozo?
Yo y muchos más te esperamos, un abrazo!!!

Photo credit: Conectivity morguefile

Publicado en Mayeutika. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Pioneros del Siglo XXI

El liderazgo, el autobús y las pulgas

Primeras impresiones, segundas miradas

Seguir leyendo:

Líder, liderazgo, crackismo y autoliderazgo

El liderazgo resonante

No seamos ingratos con nuestras musas inspiradoras

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El liderazgo resonante

Por Jesús Alcoba

liderpositivoencarrera_1Los tiempos están cambiando, quizá hayan cambiado ya para siempre y sea muy cierto eso de que bajo cierta perspectiva nuestra situación no tiene nada de crisis transitoria sino de una profunda redefinición de las claves sobre las que se apoya la evolución de la economía.

Una de las vertientes dentro de estas nuevas formas de concebir el liderazgo es la resonancia, un sorprendente concepto de Boyatzis. Resonancia quiere decir que hay una sintonía entre el líder y la gente que le rodea. Que los mismos ecos resuenan en unos y otros dentro de un estado de ánimo en general positivo. Que el equipo está sincronizado a nivel emocional con quien les guía.

Si recordamos algunas de las personas que a nuestros ojos han sido buenos líderes enseguida encontraremos que por debajo de razonamientos y argumentos hay un impulso que nos une a esas personas, casi una sensación. Es un lazo casi instintivo que está basado en capas de nuestra conciencia que no percibimos. Los líderes resonantes, según parece mostrar la investigación, provocan un patrón de activación y desactivación en las áreas cerebrales de sus colaboradores que es completamente diferente al que producen los líderes disonantes.

Esto no debe sorprender porque el liderazgo no es ni una moda ni un descubrimiento moderno, y ni siquiera pertenece exclusivamente al campo de las organizaciones. Siempre ha habido alguien en quien confiar y a quien seguir. Incluso los monos de los que venimos tenían sus líderes. Por tanto las claves y lecciones sobre el liderazgo están grabadas en nuestra anatomía más profunda.

El liderazgo de verdad conecta con lo que en el fondo somos.

Publicado en elEconomista.es . Post original aquí.

Para seguir leyendo:

Sobre Directores de Orquesta y Líderes Empresariales

Con los ojos brillantes

El liderazgo y la esperanza

La inteligencia emocional en el liderazgo

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El liderazgo y la esperanza

Por Jesús Alcoba

la-esperanza-flor-crece-en-medio-de-sequedalDicen que Napoleón dijo que un líder es un repartidor de esperanza. Y probablemente la capacidad de generar esperanza recoja la esencia más auténtica del liderazgo. Porque los grandes líderes no son personas que lo saben hacer todo, y a veces ni siquiera tienen grandes dotes de gestión de equipos o de organizaciones. Pero tienen visión. Y la visión es lo que engrana a las ideas con las personas para producir las chispas de las que nace la creatividad, la innovación, la creación de valor y el progreso.

Encontrar luz en la oscuridad es un proceso misterioso y raro de ver. De igual manera, tener la visión que hace falta para saber hacia dónde debe ir una organización es igualmente extraño y poco frecuente. La esperanza no es una forma de optimismo vacío, ni mucho menos la confianza en que un golpe del destino resolverá cualquier situación. La esperanza es la creencia de que si se sigue un determinado rumbo las cosas saldrán bien. En ella es tan importante la ilusión y la emoción como la factibilidad de aquello que se pretende. Por eso la esperanza está conectada con la visión.

Definir un futuro factible para la organización debería ser una de las preocupaciones más importantes de los líderes. Por eso la esperanza es uno de los pilares del liderazgo resonante.

Sin esperanza no hay visión, ni hay futuro.

Publicado en elEconomista.es . Post original aquí.

Para seguir leyendo:

Daniel Goleman, sus seis estilos de liderazgo

El arte de entusiasmar

Sobre aprender y querer hacerlo

Nadie conoce a nadie: The leadership code

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Nadie conoce a nadie: The leadership code

Por Virginio Gallardo

Nadie conoce a nadie,  ni siquiera a uno mismo

Nadie se conoce realmente. La mayoría de personas tenemos enormes lagunas y falsas percepciones sobre nosotros mismos.

Ulrich. Leadership Code

Todos sabemos que los demás tienen falsas percepciones sobre ellos mismos, sabemos que se sobrevaloran o se subvaloran o simplemente desconocen el impacto nefasto de sus puntos débiles. Pero por alguna razón lo que vemos en los demás tan frecuentemente pensamos que a nosotros no nos pasará.  Fiarnos de nuestra propia imagen, sin contrastarla, además de imprudentesuele ser nefasto.

Si la principal característica que define al directivo de la Era de la Innovación es su capacidad de liderar cambios y si esta se fundamenta en su capacidad de gestionar personas que permitan crear culturas y procesos innovadores ¿no sería interesante saber de verdad cómo lideramos y no solo conocer nuestra percepción, si no una mejor aproximación a nuestra realidad?

Es difícil conocerse a uno mismo, pero debemos hacer un esfuerzo en aquellas áreas que son básicas para nuestra supervivencia cómo directivos. Si esto te parece razonable, te propongo utilizar un método que te puede ayudar: medir la opinión que tienen tus colaboradores sobre ti mismo mediante cuestionarios de liderazgo ¿Te atreves? ¡Mídete!

Si la respuesta es afirmativa tendrás que elegir “un buen espejo” que no distorsione tu imagen al mirarte. Para ello en el mercado encontrarás numerosas herramientas, pero muchas de ellas te pueden ser poco útiles o tener aspectos nocivos. Y elegir la herramienta supone que tienes que posicionarte en lo que para ti significa Liderazgo. Para ello repasaremos cuáles son las medidas que se utilizan más frecuentemente por Centros de Desarrollo de Liderazgo y por Consultoras. Te propongo que exploremos juntos cómo medir los aspectos sobre los que se basa el éxito directivo.

Focaliza en aquello que quieres medir

Hay muchos sistemas construidos basados en características de personalidad, muy utilizados cómo el Myers-Briggs Type Indicator  o que miden las competencias generales de un directivo cómo el Sosia o más recientemente el Modelo de Liderazgo Resonante (Competencias de Inteligencia Emocional) que muy probablemte hayas oído hablar. Suelen dar información muy amplia y útil para tu propio autoconomiento, una de las bases del éxito, pero que no se suelen centrar en la gestión de equipos y liderazgo.

Mide comportamientos relevantes, especialmente relacionados con Gestión de Equipos

Entre los cuestionarios más populares está el viejo modelo de Liderazgo Situacional cómo el de Blanchard and Hersey que mide cuatro Estilos a utilizar de forma dinámica en función del colaborador:

  •  Directivo: se focaliza en la tarea en lo que se debe hacer
  •  Coach: se focaliza en desarrollar a sus colaboradores y en la guía
  •  Participativo: permite tomar parte en las decisiones sobre tareas
  •  Delegativo: Da autonomía a sus colaboradores  

Otro modelo enormemente popular son los Seis estilos de Liderazgo que popularizaron Bozyatis y Goleman:

  • Visionario: Inspira. Cree en su propia visión. Empatético.
  • Coercitivo: Ordena lo que hay que hacer, controlador y supervisor
  • Seguidor: Se pone cómo ejemplo para impulsar el logro
  • Participativo: Escucha y trabaja en Equipo
  • Desarrollador: Ayuda a encontrar puntos fuertes y debilidades  
  • Afiliativo: promueve armonía, amistoso, conecta con las personas

Estos modelos, especialmente este último modelo, no hace mención a estilos que busquen la consecución de resultados, que aunque no seamos expertos todos sabemos es el elemento más valorado por el directivo y la empresa española, a veces el único realmente valorado ver (Estudio de Liderazgo e Innovación). Y lo cierto es que estas medidas considerán aquellos estilos que más cercanos a la motivación de logro cómo negativos, es decir, es mejor no tener puntuaciones altas pues pueden crear climas negativos (cierto aunque suene paradójico). Te sugiero que no utilices modelos donde los estilos relacionados con resultados a Corto Plazo no sean una de las medidas de excelencia, y más en los tiempos que corren.

Mide lo relevante, pero mide también orientación a resultados

Te propongo dos modelos de liderazgo. El que se propone en este Blog de mi libro Supervivencia Directiva, el Modelo de Liderazgo Transformador, la Gestión de Equipos (I.1)   del que puedes conocer más detalles en Tu Liderazgo.  Que fue el Modelo que sirvió de inspiración para hacer el Estudio de Liderazgo e Innovación

Gestión Equipos.

O si prefieres otro modelo te recomiendo el de Ulrich, genial autor, que en su recién estrenado libro The Leadership Code: Five Rules to Lead, propone un modelo muy, muy, parecido al anterior pero que además introduce como capacidad necesaria el “Personal Proficiency”: la inversión en un mismo.

Probablemente, tal cómo dijo Warren Bennis Liderazgo sea Innovación, pero para desentrañar el Código del Liderazgo y para poder crear organizaciones innovadoras necesitamos líderes que inviertan en si mismos y estén dispuestos a medirse y mirarse sin complejos. Te animo a ello.

Publicado en Supervivencia Directiva. Post original aquí.
Del mismo autor en este blog:
10 formas de enfrentarse al cambio y a la incertidumbre
7 herramientas para gestionar el cambio que hacen posible la Innovación
Seguir leyendo:
La gestión de la Incertidumbre. El Desafío del Liderazgo en Contextos Inestables 
Los peligros del lado oscuro del Liderazgo Carismático
El liderazgo, el autobús y las pulgas
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