Por Mercedes Hortelano VdP @MyKLogica
¿Qué es ser líder? si leemos todo lo que hay por ahí, un líder es un compendio de virtudes y cualidades difícilmente alcanzables: impecabilidad, honestidad, coherencia … por no mencionar todas las destrezas y habilidades (en vulgo, competencias) que tiene en su bagaje. Vamos, todo un crack y que si uno ha de ponerse a ello, necesitaríamos no una, sino varias vidas -en caso de que las tuviéramos- para lograrlo (seguramente, de ahí la escasez de referentes que tenemos).
Ahora bien ¿es esto así? Yo creo que es mucho más sencillo, aunque no por eso piense que sea fácil (y más con la susodicha falta de referentes). Bajo mi punto de vista, no hay un liderazgo estándar y perfecto. No hay dos líderes cuyos estilos de liderazgo sean iguales. Hay tantos estilos (de liderazgo) -o posibilidad de que los haya- como personas, aunque todos ellos tengan bases comunes que desarrollaremos en función de nuestra educación, circunstancias vividas … es decir, en función de como hemos ido “forjando” nuestra personalidad.
Bajo mi punto de vista, la base más importante es el desarrollo de una buena inteligencia emocional. En ese sentido si hay una base de “crackismo” que un líder “trabaja”, es una buena autoestima. Un líder no tira balones fuera ni va de víctima por la vida, todo lo contrario, aprende a tomar control de ella, comenzando por lo más básico, la gestión de sus emociones, lo que a su vez le prepara para desarrollar cualquiera de las competencias que necesite, según las situaciones con las que se vaya encontrando y, sobre todo, tiene la base para su “herramienta” más importante, el diálogo.
Se habla mucho de liderazgo pero mucho menos de “autoliderazgo” y para ser líder lo primero que hemos de aprender es a “dirigirnos”, a liderarnos a nosotros mismos. Un líder no necesita que nadie esté controlándolo continuamente para hacer lo que tiene que hacer. Quizás sea esa la gran diferencia con los “jefes no-líderes”, que exigen a los demás lo que ellos son poco capaces de hacer – el “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago” – y aquí no hablo de “saber hacer”, sino de la actitud ante el hacer, el esfuerzo a realizar o cómo afrontar situaciones.
El liderazgo es todo un proceso de desarrollo de nuestras capacidades que, idealmente, se debería iniciar en la infancia …
No te acuestas una noche deseando ser líder y te despiertas al día siguiente siéndolo. Un líder se va forjando con la experiencia y la práctica.
… pero, a partir de cierta edad, es decisión personal. Podemos decidir ir de víctimas, caer una y otra vez en la misma piedra y esperar a que vengan a “salvarnos” (en cuyo caso, mejor que tengas un buen “karma“, no vaya a ser que esperando y esperando se te pase “el arroz” y, además, acabes quemado o lleno de heridas) o podemos decidir aprender a tomar control de nuestra vida, que a la postre es el sentido del “autoliderazgo”. Esa es una decisión personal e intransferible. Sólo depende de cada uno de nosotros. Yo, tú decides.
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Publicado en MyKLogica.es. Post original aquí.
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Hola Mercedes:
Totalmente de acuerdo. El liderazgo es una decisión personal y pasa por la capacidad de gestionar las emociones de manera efectiva, y eso se ve claramente cuando ves a personas que culpan de sus errores a los demás de manera poco profesional, y cuando ves a personas asumir los errores de alguien como parte del aprendizaje y los utiliza para aprender de ellos.
Yo sí he visto a líderes así, líderes de verdad, no perfectos, porque la perfección no existe, y quizás sí comparten la característica de la capacidad de autocrítica, por eso son los que buscan contínuamente cómo desarrollar sus habilidades, por eso todos los que he visto tienen un coach.