¿Qué deberíamos revisar para innovar en serio?

Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika

LO QUE HACEMOS CUANDO QUEREMOS INNOVAR Y NO SABEMOS MUY BIEN CÓMO

La innovación, hoy, es un tema atractivo. Que se percibe como obligatorio, imprescindible, urgente. Y, si bien queda clarísimo qué se le pide a la innovación (adaptación al cambio, ideas disruptivas, transformación, crecimiento), no queda tan claro qué y cómo hacer las cosas cuando queremos innovar.

El camino más cómodo es imaginar un camino al éxito, buscar historias de quienes (supuestamente) lo han logrado y tratar de repetir esas historias (también supuestas).

Lo que se logra, en muchos casos, es empezar a transitar un camino que se parece mucho a lo que imaginamos que es la innovación: workshops, kick offs, procesos de “ideación”… Pero nada de esto garantiza, ni por asomo, el éxito en a futuro.

Al contrario: el costo de “bajarnos” de este camino es alto. Nos exigiría reconocer que arrancamos medio a tientas y que estuvimos más preocupadas y preocupados en mostrar que innovamos que en innovar en serio.

LO QUE DEBERÍAMOS HACER CUANDO QUEREMOS INNOVAR EN SERIO

El camino a la innovación es menos cómodo de lo que parece. A la hora de elegir cómo innovar, se ponen en juego todos los sesgos mentales de quienes lideran y las elecciones no suelen ser las mejores.

Pero las razones de por qué nos equivocamos cuando queremos innovar las podemos ver en otro momento. Concentrémonos aquí en algunas de las cuestiones que sí o sí deberíamos tener en cuenta para innovar en serio.

1. Nuevas opciones / Nuevos problemas: hay numerosas y excelentes herramientas para generar ideas. Muy difundidas y bastante sencillas. Pero no son tantas (ni tan sencillas, ni tan difundidas) las que existen para explorar, encontrar y definir oportunidades.

Es frecuente que nos hagamos un gran mejunje (palabra que utilizaba mi abuela) mezclando ideas mediocres para problemas esenciales, con ideas geniales para problemas absolutamente irrelevantes. En nuestro afán por premiar y celebrar las ideas geniales, terminamos festejando como Telebubbies la excentricidad para lo intrascendente.

2. Otras causas / Otros efectos: una cosa es comprender las causas técnicas de una innovación. Entender, por ejemplo, cómo lo inteligencia artificial está transformando el mundo de la Logística. Pero algo muy diferente es entender cómo una empresa determinada puede innovar recurriendo a la inteligencia artificial para, por ejemplo, sostener su liderazgo en distribución de alimentos.

Las empresas son sistemas en sí mismos, en donde cada cosa sucede por múltiples motivos. Cada paso, cada idea, cada decisión, cada elección depende de muchísimos factores que incluyen los intereses de las personas, de las áreas, de los equipos, de la Dirección… Para saber cuál es el mejor camino que una empresa tiene para innovar, hay que tener en cuenta tanto (o más) estos factores como los que hacen que una tecnología sea buena en general.

3. Nuestras suposiciones / La realidad: para innovar hay que poner en jaque nuestras suposiciones. Y, muy a menudo, las organizaciones hacen al revés: se apalancan en ciertas suposiciones (en general, las de las personas con más poder) y a partir de ahí, tratan de innovar. De manera tal que nada las contradiga.

Uno de los desafíos más difíciles de quienes ayudamos a innovar a las organizaciones es jugar este juego: desafiar las suposiciones implícitas que existen en los líderes de la organización. Esto tiene buenos resultados, pero es incómodo. El modo cómodo es aceptarlas sin chistar e intentar innovar a partir de ahí. Se crea una especie de complicidad muy agradable en lo social pero, por lo general, poco productiva en resultados.

4. Plan A / Plan B…..Z: el slogan de celebrar los errores puede ser muy motivador para emprendedores. Y, si vemos en retrospectiva la historia de quienes emprenden, hasta podrían llegar a ser (en algunos casos) algo así como una clave del éxito (por favor, nótese todos los recaudos que pongo para decir esto último).

En las empresa esto es mucho más complejo. Es difícil que los errores no sean visto como retrocesos. Los errores deberían ser previamente imaginados, esperados y presupuestados. Para innovar, los planes B, C, D… tienen que ser parte del juego.

5. Lo que vemos / Lo que ven otros: no hay una relación directa entre cómo se ve un negocio y los resultados que se logran. Dos jugadores pueden tener una mirada muy diferente de sus industrias y, aún así, ser muy exitosos. Lo que importa es la lógica con la que se manejan.

Lo que para nosotros son outsiders no siempre lo son. Las claves para innovar, muchas veces están ahí. No en lo que otros hacen sino en el modo en que ven el mismo negocio en el que nosotros estamos. Sin embargo, no es infrecuente que consideremos esas miradas como “equivocadas”. Innovar significa revisar esto. Es decir: revisar qué tan equivocados son aquellos enfoques que creemos equivocados.

6. Viejos conocimientos / Nuevos aprendizajes: más que tratar de crear lo que nadie creó (si esto fuera posible), la innovación consiste en combinar de manera novedosa y efectiva lo que hay creado hasta el momento.

Unas de las trabas para innovar es poner demasiado énfasis en esta actitud pionera en vez de invertir en conocer, descubrir y articular lo que ya está inventado con nuestros propósitos y objetivos.

En síntesis, para innovar, en serio, es necesario animarse a desafiar, en especial, nuestras ideas preconcebidas acerca de cuáles son las maneras “óptimas” de innovar. Y, sobre todo, animarnos a romper mitos, desafiar supuestos, mirar lo que antes no mirábamos, aceptar limitaciones, saber para qué estamos innovando y disponernos a aprender.

Publicado en Kastika, Micro-Blog. Post original aquí.

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¿Qué vivirás dentro de un proceso Disruptivo?

Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar el destino, mira antes de cruzar la calle” decía el Dr.Hawkings.

Antes, todo el mundo se le llenaba la boca hablando de la Disrupción. Aunque no supieran de que trataba o confundieran términos, la Disrupción siempre estaba presente en toda conversación. Sin embargo, ahora, todo el mundo que oye Disrupción, sale corriendo más rápido que si vieran a David Bisbal en la otra acera.

Pero lo que no saben, es que todos, hemos pasado por un proceso disruptivo en algún momento de nuestra vida. Tanto personal como profesional.

Todo este miedo reciente ha venido a consecuencia de la crisis de los Taxis. Ahora la disrupción es lo peor del mundo. Y si trabajas para alguna empresa tildadas así, prepárate para que disminuya tu lista de amigos en Facebook. Hasta leí, recientemente en un medio de comunicación, que la Disrupción era la epidemia de la clase trabajadora de este siglo XXI.

Y aunque nos guste o no, la Disrupción ha estado presente desde nuestros hermanos aquellos que vivían en las cuevas.

La Disrupción según la R.A.E es” Rotura o interrupción brusca”.

Haz memoria: ¿De veras que nunca has vivido un proceso disruptivo en tu vida? ¿De veras que no fue un antes y después para ti la perdida de ese familiar? ¿De esa persona en tu vida? ¿ O te acuerdas el impacto que causó en ti ese puesto de trabajo por el que no dabas un duro y te revolucionó la vida?….TODOS HEMOS VIVIDO UN PROCESO DISRUPTIVO EN NUESTRA VIDA. Y HASTA ALGUNOS LOS HEMOS PROVOCADO NOSOTROS MISMOS.

Pero en vez de ser coherentes con nosotros mismos, preferimos echar “a los leones” toda aquella novedad que no dominamos, que no sabemos de antemano a dónde nos va a llevar. Pero sobre todo protestamos de la “novedad”, si estamos rodeados de gente que no quieren que sepan que queremos hacer las cosas diferentes en relación a los demás.

No sé qué pasa, pero cuando sabes que quieres algo diferente en tu vida, siempre acuden a ti, raudo y veloces, pensamientos y comentarios del tipo: “Estás loco, pero si estás muy bien como estas con tu pareja… Déjate de tonterías, sois los número 1, ahora toca vivir de las rentas…” así como dudas de qué pasará si das un paso al lado del camino hasta ahora recorrido. Pensamientos, dudas y recomendaciones que lo único que quieren es que dejemos de lado las cosas diferentes y sigamos el recorriendo que hasta ahora no es que nos de resultados, sino que no da quebraderos de cabeza, que no es lo mismo.

Nos encontramos perdidos, sin orientación ni nada que nos diga qué tenemos que hacer.

Y te aseguro que si antes de empezar, ya tiras la toalla, la vida volverá una y otra vez a ponerte situaciones en las que te reafirmen que es hora de hacer las cosas diferentes.

¡¡Así que tú mismo!!.

Durante las más de 300 entrevistas realizadas ya a personalidades nacionales e internacionales, observé una característica en común en sus principios. Todos habían vivido un proceso disruptivo a la hora de empezar su nueva carrera personal y profesional.

Así que tan mala la disrupción no será. Además, que quede entre nosotros, todos los avances que a día de hoy estás disfrutando y los que disfrutarás, TODOS han nacido de un proceso disruptivo.

¿Quieres conocer qué proceso disruptivo han vivido personas y empresas y cómo gestionarlo?

Adelante, comienza el viaje, abróchate los cinturones.

1.- Hay que hacer algo hasta la fecha no hecho nunca. Lo que te han dicho los demás, no te sirve.

Has intentado todo para conseguir la felicidad, el éxito en tu puesto de trabajo así como superar tus límites físicos. Has leído libros, seguido conferencias, has seguido modas que jamás pensabas que existieran, hasta te has ido a la India como te recomendaba tu gurú…Pero aún así, nada daba resultado.

Sabes que puedes hacer las cosas de manera diferente. Que se pueden mejorar los procesos hasta ahora vistos para conseguir resultados nunca vistos. Sabes y sientes que no eres como los demás. Que las modas no van contigo, que tú eres de crear cosas de la nada.

La disrupción nace de tu forma de ver la vida. De hacer las cosas diferentes como hasta ahora se han hecho. Es saber que hay mucho más allá de las normas pre-establecidos, de lo que creemos que es verdad absoluta.

2.- Las dudas bailan contigo mientras piensas.

Dudas de ti mismo, de las opiniones de los demás, de tu capacidad…hasta de tu propia sombra.

Te preguntarás quién eres tú para querer hacer las cosas de forma diferente.  Pero te digo mi experiencia, si tus pensamientos te dicen que adelante, date la oportunidad, porque algo te está esperando.  No quieras estar lamentándote con el paso del tiempo.

Todas esas dudas, son excusas, como la falta de titulo, capacidad, ilusión o talento, para no dar el paso adelante. Simple y llanamente, son excusas baratas.

DATE LA OPORTUNIDAD DE SALTAR, SI ADEMÁS ES LO QUE QUIERES Y SABES QUE NECESITAS.

Sin acción, siempre las dudas ganarán la partida.  La acción disipará tu miedo, que no lo extinguirá como muchos gurús te dicen que podrás hacer, porque el miedo nunca muere.  El miedo tiene la función de avisarte que estás haciendo algo que hasta la fecha no habias hecho . Así que en vez de rechazarlo, agradécele que te informe que estás intentando ver que hay más allá de los límites.

La acción nos llevará a conocer la cara B del miedo. Nos muestra de qué somos capaces y asombrarnos de los paisajes que nos estábamos perdiendo, por el “qué dirán”.

3.- El camino

Sé que te gustaria tener un bastón que pudiera ser tu avanzadilla para ver si antes de pisar, es un avance firme el que quieres dar. Pero en este caso no hay bastón que valga.

No quiero decir, que libros, formaciones, conferencias, y demás cosas que hayas investigado no te sirvan en estos momentos. Utilízalas como una orientación, no como el GPS imprescindible para estos momentos.

Esas “recomendaciones” te hablan de cómo ellos lo consiguieron. ¿O es qué a todos nos hace el mismo efecto el Ibuprofeno? ¿Es que toda medicina hace el mismo efecto a todas personas por igual?. Si les haces caso, estarás siguiendo “sus pasos”. Y eso no es disrupción, es copia y pega.

Y quieras o no, el camino te llevará a donde tienes que llevar, no a donde te lo hayas planificado.  No nos dejamos llevar por los resultados que los experimentos nos dicen. Si no dicen lo que queremos, creemos que hemos fracasado, cuando realmente quizá no es así.  Los pequeños detalles son la distancia entre la mediocridad y el éxito.

Disrupción es sinónimo de incertidumbre. Y así es la vida, pura incertidumbre.

A lo largo de las entrevistas realizadas, la gente me decía que se sorprendía, pasado el proceso de lo que eran capaces de hacer , de lo empoderados que se habían convertido.

La incertidumbre te enseña:

.- Liderar tus pensamientos

.- Que eres creativo. Ya que apuestas por la forma en la que ves el mundo, tu mundo.

.- Desata actitudes y aptitudes que no conocías. No sabías que tenías porque hasta la fecha habías seguido los dictámenes y recomendaciones de los demás, no las tuyas propias.

.- Creas con tus acciones , tu verdadero storytelling, tu vida.

Por el camino aprenderás que las modas están muy bien, enseñan cosas que no sabías o tenías olvidadas. Pero creando una disrupción en tu vida o empresa, estarás creando una tendencia,  ¿O es que alguien se acuerda de modas de los 90?.

Nadie, nos acordamos de personas o empresas, que han hecho las cosas diferentes a los demás, creando y satisfaciendo necesidades que no sabíamos que teníamos.

Pero el verdadero éxito, la felicidad, no surge de la nada, te lo aseguro.

La disrupción es darle una oportunidad a los disparos que el cerebro nos manda siempre. Nuestro cerebro se divide entre los disparos , imágenes y pensamientos que nos manda y el apagado o no caso, de los mismos.

Los disruptivos no son personas que tienen un cerebro diferente al tuyo. Solamente hacen caso a esos disparos de su cerebro. Disparos que también tienes tú pero que no les haces caso.

Siguiendo las normas, es darle al “Off” de tu cerebro. Crear un mundo nuevo, es darle al “On”.

4.- El Mantenimiento. 

La Disrupción no es un proceso que tras conseguir unos resultados en un determinado número de días, ya te olvidas de ella. Es un estilo de vida que aplicarás a cada rincón de tu vida.

La disrupción te hace ver que no quieres rutinas en tu vida que te ahoguen, personas que no crean en ti ni en tus sueños. Te enseña a saber que una vez conseguido un éxito, no es el final. Sino el principio de un nuevo comienzo. Te hace ser el nuevo Indiana Jones en tu vida y en tu empresa.

¿Te motiva más lo prohibido, lo imposible o lo que siempre has hecho? Con esa respuesta, ya estás diciéndote si tienes madera de disruptivo o no.

Movimiento continuo, que produce resultados,  liderado por un ADN fortalecido con denominación de origen.

¿Y tú tienes miedo a una disrupción en tu vida? ¿Qué disrupción querrías provocar?

Publicado en El Principio de un Comienzo. Post original aquí.

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