Seth Godin y las tribus que lideramos

Luego de ver la charla de este genio del Marketing y el Social Media, me pregunto: ¿Qué hacemos para ser distintos? ¿Qué ideas planteamos o solo nos movemos en el status quo?
Me quedo con esta frase de Godin: “Lo que hacemos es tratar de cambiarlo todo. Tratamos de encontrar algo que nos molesta, algo que necesita ser mejorado. Algo que quiere ser cambiado, y lo cambiamos… Nosotros tratamos de hacer cambios grandes, permanentes e importantes, pero hemos pasado mucho tiempo hablando sobre cómo es el proceso”. Y aparentemente no se sabe cómo es el proceso.
Sin embargo, Seth Godin nos relata la historia de una sola persona: Nathan Winograd, quien se propuso erradicar la matanza de perros y gatos en San Francisco, donde ya parecía un deporte nacional, pues anualmente aniquilaban alrededor de 4 millones de animales en las calles. Logró lo imposible: que en toda la ciudad no se mataran perros ni gatos, sino que los adoptaran.Después de un tiempo, San Francisco llegó a convertirse en la primera ciudad sin sacrificios en los Estados Unidos.
Para ello, primero se enfocó en cambiar las leyes, además, multitudes de personas y entidades de todo el país se sumaron a esta iniciativa, hicieron marchas, y luego Nathan logró engancharse con la comunidad, recibiendo su respaldo y conectándose con esa empatía que es crucial ante las necesidades de las personas. Quienes lo apoyaron eran gente sin profesión, pero con pasión. Más adelante, Nathan se fue a Tompkins Country, Nueva York, un lugar totalmente distinto a San Francisco, y repitió nuevamente la historia allí. Después siguieron Carolina del Norte y Reno.
“Cuando pienso en lo que Nathan hizo, pienso en ideas. Y pienso que crear una idea y difundir una idea, tiene mucho detrás de ello”… Ahora estamos en un nuevo modelo de liderazgo, en el que la forma en la que producimos cambio no es usando dinero ni a través de poder para influenciar el sistema, sino liderando”.
Idea de las tribus
“Se trata de liderar, de conectar personas y de conectar ideas. Y eso es algo que la gente siempre ha querido. Mucha gente está acostumbrada a tener tribus, espirituales o religiosas, tribus de trabajo, tribus de la comunidad. Pero ahora, gracias al Internet, gracias a la explosión de medios masivos, las tribus están en todas partes… Internet en vez de homogeneizarnos, ha permitido que se creen focos de interés… Y resulta que son las tribus, no el dinero, ni las fábricas, lo que puede cambiar el mundo, la política. Y lo que puede congregar a grandes cantidades de personas, no porque las obliguen a hacer algo que no quieren sino porque quieren estar conectados”.
Según Godin, nuestro gran trabajo es encontrar algo que valga la pena cambiar, crear tribus que creen tribus para que difundan la idea y difundan la idea y eso se convierte en algo mucho más grande que nosotros. Se convierte en un movimiento… No necesitas a todo el mundo. Lo que Kevin Kelley nos ha enseñado es que solo necesitas, no lo sé, mil verdaderos fans, mil personas a las que le interese lo suficiente para continuar al paso siguiente y al siguiente y al siguiente… Y eso significa que la idea que creas, el producto que creas, el movimiento que creas, no es para todo el mundo. No es una cosa masiva. De eso no se trata. De lo que se trata, en cambio, es de encontrar a los verdaderos creyentes. Algunos dirán: “Espera, yo no tengo lo que se necesita para ser esa clase de líder”. Así que aquí tenemos a dos líderes. No tienen mucho en común (Steve Jobs y Bill Gates). Tienen casi la misma edad, pero eso es casi todo. Lo que hicieron, sin embargo, cada uno a su manera, es crear una forma diferente de navegar a través de la tecnología.
“Los Beatles no inventaron a los jóvenes, solamente decidieron liderarlos. Que la mayoría de movimientos, la mayoría del liderazgo que ejercemos se trata de encontrar un grupo desconectado, pero que ya tiene un clamor. No se trata de persuadir a la gente a que le guste algo que aun no tienen. Bob Marley no inventó a los Rastafaries, él solo dio un paso adelante y dijo: “Síganme”.
“Lo que todas estas personas tienen en común es que son herejes. Los herejes miran al “status quo” y dicen: esto no funciona. No puedo tolerar este status quo. Estoy dispuesto a levantarme y ser considerado para mover las cosas. Puedo ver cómo es el status quo y no me gusta. Que en lugar de ver todas las pequeñas reglas y seguirlas una por una, que en lugar de ser lo que yo llamo una oveja caminante, alguien que esté medio dormido, siguiendo instrucciones, manteniendo la cabeza baja, encajando, cada cierto tiempo alguien se pone de pie y dice: Yo no. Alguien se hace presente y dice: Esto es importante. Tenemos que organizarnos alrededor de ello. Y no todos lo harán, pero no necesitas de todos. Solo necesitas unos pocos, que mirarán las reglas y se darán cuenta que no tienen sentido, y se darán cuenta cuánto quieren estar conectados”.
Godin nos propone tres preguntas:
1.- ¿A quién exactamente están molestando? Porque si no molestas a nadie no estás cambiando el status quo.
2.- ¿A quiénes estás conectando? Porque para muchas personas, eso es lo que quieren. La conexión que se hace entre unos y otros.
3.- ¿A quiénes estás liderando? Porque al concentrarte en esa parte de ello, no en la mecánica de lo que estás haciendo, sino en quiénes, y en el liderazgo, entonces ahí es donde se produce el cambio.
Asimismo, enfatiza: No se necesita permiso de las personas para liderarlas. Pero en caso lo necesites, aquí está. Ellos, allá afuera, están esperando: “Nosotros estamos esperando para que tú nos muestres a dónde ir luego”.
Así que los líderes tienen en común lo siguiente: lo primero es que ellos se enfrentan al status quo. Ellos cuestionan lo que pasa actualmente. Lo segundo es que construyen una cultura. Un lenguaje secreto, un saludo de 7 segundos. Una forma de saber si estás dentro o fuera. Ellos tienen curiosidad. Curiosidad sobre la gente en la tribu. Curiosidad sobre gente fuera de ella. Ellos hacen preguntas. Conectan gente entre ella.
“¿Saben qué es lo que la gente quiere más que cualquier otra cosa? La gente quiere ser extrañada. Ellos quieren que se les extrañe el día que no se aparezcan. Quieren que se les extrañe cuando no estén. Y los líderes de la tribu pueden hacer eso. Es fascinante porque todos los líderes de tribu tienen carisma. Pero no se necesita de carisma para ser líder. El ser líder te da carisma. Si miras a los estudios de los líderes que han triunfado, te das cuenta que es de ahí donde viene el carisma. De liderar. Finalmente, se comprometen. Se comprometen a la causa. Se comprometen con la tribu. Se comprometen con la gente que está en la tribu.
Idea + pasión:  Resultados
 
Después de estos 17 minutos de ponencia, corroboro que hurge la necesidad de ser distinto. Muchas veces dejamos escapar las ideas y no las plasmamos en algo concreto, sea por el qué dirán o el “si está todo bien, para qué”. Cada vez estoy más convencido que cuándo hay una idea clara y hierve la pasión, los hechos se realizan en cualquier lugar.

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Olvídate del carisma: las verdaderas claves del liderazgo

Últimamente sólo se habla de la importancia del carisma para convertirse en un líder destacado. Sin embargo, los grandes líderes de la historia empezaron siendo personas poco carismáticas. John F. Kennedy aburría en sus discursos cuando se presentó como congresista por Massachussets, por no decir que hay vídeos de los inicios de la carrera política de Obama en los que no percibimos capacidad de inspirar alguna. Otra anécdota: cuando empezó, Obama era bastante malo dando discursos y algún asesor le recomendó que hiciera bromas sobre su nombre para transmitir proximidad a las personas. El resultado fue que el chiste elegido (“No, no me llamo Alabama”) no hacía gracia alguna y Obama era percibido como un hombre académico incapaz de transmitir ninguna idea y no dotado para ser un líder.

Queda claro que el carisma no lo es todo. Pero, entonces, ¿qué lo es?

Seth Godin, uno de los gurús del marketing más influyentes de la actualidad, nos desvela los verdaderos secretos del liderazgo en su último libro: “Tribes: We need you to lead”.

Según Godin, un líder no se define por su carisma, sino por su capacidad “de decirles a los demás qué deben hacer y ayudarles a que lo hagan”. En su último libro, Tribes: We need you to lead us, Godin expone que “la mayoría de las personas sólo están centradas en conseguir sus propios intereses, pero todo el mundo quiere pertenecer a un grupo determinado, quiere que este grupo lo reconozca como importante, quiere hacer cosas en este grupo y quiere que lo echen de menos si no está en el grupo”. Dicho de otro modo: la gente está harta de hacer lo que los demás le dicen que haga, de conformarse, de estar instalados en rutinas (de hacer “sheepwalking”, como lo llama Godin). La gente quiere participar en algo que les dé sentido y en donde se puedan sentir importantes.

Por ello, la misión del líder es descubrir a la gente dónde puede ser importante, aportar una causa en la que la gente crea y ayudar a tus seguidores a qué hagan cosas para esta causa y se sientan útiles.

Sencillo, ¿no?

Para “facilitar” el trabajo de convertirse en líder, Seth Godin aporta algunos consejos:

1. Llega el primero (“Get there first”): o, dicho de otro modo, busca algo que no se esté haciendo. Google es un líder porque aprovechó un nicho (el de los buscadores) que los gigantes del momento (Yahoo, por ejemplo) no consideraban como importantes. Godin también llama a esto “actuar en los márgenes”.

2. No empieces por oponerte a algo, crea algo: la gente ya está harta de estar cabreada todo el rato, de tener miedo, de estar enfrentada. La gente quiera algo que sume, no que reste. Por tanto, no te enfrentes a nada, no crees mayor malestar. Genera ilusiones por algo. ¡Siempre en positivo!

3. Empieza por un “micromovement”: cuando Obama llegó a Chicago no era nadie. En serio: no lo conocía nadie, tan sólo era un estudiante más recien graduado en Columbia y encima se dedicaba a algo llamado “community organizing”. Pero aprovechó algo que los demás no hacían: trabajar en la reconstrucción de barrios y en el fortalecimiento de comunidades, y empezó a conocer a gente y a inspirarlos. De este “community organizing” en el que participaban apenas unas diez personas se gestó uno de los líderes más importantes del mundo. Tú también puedes: crea algo (un blog, una newsletter, escribe algo…), implícate en algo (ONGs, asociaciones…) y empieza a crear tu “micromovement”.

4. “Help your tribe sing”: uno de los mayores secretos del liderazgo es hacer que la gente se sienta útil y que pueda participar activamente en un grupo. Hazles hacer cosas, muchas cosas, cuantas más mejor. Y luego valora este trabajo y felicita a las personas que lo han hecho. Haz que las personas se conozcan entre sí y déjales tomar la iniciativa. Recuerda: todo el mundo quiere participar en un grupo donde se le considere importante.

5. Se trata de inspirar, no de instruir: todos recibimos órdenes a diario, todos hemos tenido jefes que nos trataba de “aleccionar” sobre cómo se hacían las cosas (si te aleccionaban bien o mal, o te daban margen de maniobra para opinar es otra cosa, claro está). La gente no quiere que lo traten como si tuviera tres años. Todos queremos que nos inspiren porque cuando estamos inspirados realmente somo útiles y hacemos contribuciones.

6. Trata a la gente con respeto, ¡siempre!: No des lecciones, aprende de la gente. De todo el mundo se aprende algo. Genera conversaciones, deja que la gente tome iniciativas propias. ¡Valora a la gente!

7. No te agobies por el carisma: el carisma no te convierte en líder, el liderazgo te da carisma.

Y sobre todo, conviértete en un líder cuando realmente tengas algo en lo que creas. Si no te apasiona nada, nunca transmitirás confianza a los demás y nunca lograrás inspirar. Recuerda: “Leadership is creating change you believe in” (el liderazgo es crear los cambios en los que crees).

Fuente: Comunicación Política. Post original aquí.

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