La empatía como promotora de la Inteligencia Emocional

Normalmente lo que sabemos acerca de la empatía va dirigido a examinar sus mecanismos cerebrales implicados, ya que es una campo de investigación de gran interés y de gran utilidad.

Sin embargo en el presente artículo nos vamos a centrar en qué es la empatía, cómo se desarrolla en el ser humano desde la infancia, y qué ventajas tiene la empatía para nuestra vida diaria, así como la necesidad de inculcar y permitir el desarrollo de este elemento en los niños y adolescentes para promover la inteligencia emocional.

¿Qué es la empatía y por qué se produce?

Desde una visión integradora en la que se considera que la empatía es una capacidad que se compone de aspectos cognitivos y afectivos, Davis (1980) establece que la empatía es un constructo multidimensional que incluye cuatro componentes diferentes aunque relacionados entre sí.

Por un lado, dentro de la dimensión cognitiva (a nivel de los pensamientos) distingue: Fantasía, referida a la tendencia a identificarse con personajes de ficción y Adopción de perspectivas, refiriéndose a la consideración de la perspectiva cognitiva del otro.

En relación a la dimensión afectiva (a nivel de las emociones) este autor propone dos escalas: Angustia empática, que es la tendencia a experimentar sentimientos de compasión y preocupación por el otro y Aflicción Personal, que se refiere a la ansiedad que se experimenta la persona al ser testigo de un suceso desagradable para otro.

Por otra parte, desde los años 90 se viene estudiando la empatía desde la Inteligencia Emocional, en la que los modelos más relevantes son, en primer lugar, el de Mayer y Salovey (1997), que se considera la empatía como un elemento que incluye la percepción de emociones de los otros, así como la comprensión de las mismas.

Podría tener relación también con la regulación emocional, tanto de las emociones de uno mismo como de la persona con la que se empatiza, según las conductas seleccionadas como consecuencia de experimentar la emoción.

En segundo lugar, otro modelo de gran relevancia ha sido el de inteligencia socio-emocional de Bar-On (1997, 2000), en el cual se postula que la empatía es un componente de un factor denominado habilidades interpersonales, y es considerada como la capacidad de ser consciente y comprender las emociones, sentimientos e ideas de los otros.

Estos dos modelos, no son tan integrados como el propuesto al principio del artículo ya que en ellos no tiene cabida el componente emocional, centrándose más en el componente cognitivo.

Etapas del desarrollo de la empatía

Para una mayor comprensión de este concepto, a continuación, se propone el desarrollo de la empatía desde la primera infancia de los seres humanos, siendo éste un análisis propuesto por Hoffman (1987).

Comenzando por la primera etapa (empatía global) que comprende el primer año de vida de la persona, consiste en que el niño todavía no percibe a los demás como distintos de sí mismo, por lo que el dolor que percibe en otro, se confunde con los propios sentimientos desagradables, como si les estuviera sucediendo a ellos mismos.

En cuanto a la segunda etapa (empatía egocéntrica) que se corresponde con el segundo año de vida, es consciente de que es otra persona la que experimenta la situación desagradable, sin embargo, asume que los estados internos que experimenta el otro son los que está experimentando él.

Con respecto a la tercera etapa del desarrollo de la empatía del niño (empatía hacia los sentimientos de los demás) que va desde el segundo al tercer año, el niño tiene conciencia de que los sentimientos que experimenta son diferentes a los que está vivenciando la otra persona y responde a ellos de manera no egocéntrica.

Y por último, la cuarta etapa (empatía hacia la condición de vida del otro), que comprende el periodo final de la niñez, se perciben los sentimientos de los demás, no sólo como reacciones del momento, sino como expresiones de su experiencia de vida general, es decir, responde de manera diferente a los estados de dolor transitorios y crónicos, ya que tienen en cuenta la condición general del otro.

¿Qué ventajas ofrece la empatía?

Hay numerosas ventajas de practicar la empatía, aprenderla, desarrollarla y recibirla, ya que fomenta conductas prosociales y por lo tanto la inteligencia emocional, muy necesarias en el progreso desde la infancia, permitiendo el desarrollo de una personalidad adecuada para mantener una calidad de vida óptima, evitando por ejemplo, comportamientos o estilos de comunicación agresivos, estilos narcisistas de personalidad o la introversión, entre otras cosas.

Igualmente es importante decir, que todos los excesos tienen sus inconvenientes y sus consecuencias negativas, por lo que se recomienda que este tipo de capacidad se desarrolle de forma controlada y razonable.

Las ventajas principales son las que se muestran a continuación:

  • Validación de la experiencia emocional: de la otra persona y la de uno mismo cuando es otro el que empatiza, es decir, se confirma que se está experimentando una emoción en concreto y se comprende el por qué.
  • Refuerza que la persona con la que se está comunicando pueda transmitir la información de forma relajada y con incremento de la seguridad. Incrementa la confianza en el interlocutor, ya que fomenta la expresión de ideas, sentimientos, sentirse rechazado o juzgado.
  • A su vez, facilita la comunicación, ya que se aumenta la escucha y la atención hacia la persona que transmite esa empatía.
  • Fomenta la reciprocidad con los otros, aumentando el conocimiento de uno mismo y de los demás. Ayuda a la exploración emocional, la cual es importante para saber identificar y controlar nuestras propias emociones y las de los demás.
  • Refuerza el aprendizaje de nuevas conductas, ya que causa efectos sobre la expresión de emociones frente a la inhibición de estas, ayudando además al control de las mismas.
  • Permite que se desarrollen relaciones íntimas a un tiempo adecuado y dentro de las disposiciones de los implicados en dicha relación.
  • Desahogo, alivio, motivación, reducción de la tensión emocional y una respuesta de aceptación producida por la persona que empatiza.

Se ofrece para su descarga como complemento al presente artículo el documento «Empatía: Medidas, teorías y aplicaciones en revisión», firmado por Irene Fernández-Pinto, Belén López-Pérez y María Márquez (Universidad Autónoma de Madrid), en el que  se realiza una revisión de las principales aportaciones teóricas y metodológicas al estudio de la empatía, y  se comentan las aplicaciones prácticas más importantes del estudio de la empatía en los ámbitos clínico y organizacional.


Recursos:
Empatía: Medidas, teorías y aplicaciones en revisión
Fuentes:
Imagen cortesía de Pixabay.com

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Inteligencia emocional en tiempos de crisis: de lo útil a lo imprescindible

por Laura Cabrera

“La Inteligencia emocional es útil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis”

Dr. Hendrie Weisinger

Este término fue acuñado en 1990 por dos Psicólogos norteamericanos, Peter Salovey y el Dr. John Mayer, aunque quien lo popularizó fue el Psicólogo y Escritor Daniel Goleman en su libro Emotional Intelligenge (1995). Su tesis se podría resumir en que para predecir el éxito de una persona, antes que conocer cuál es su Cociente Intelectual (CI), deberíamos conocer las cualidades de la mente que denominamos como “carácter”.

Seguramente en más de una ocasión todos nos hemos preguntado que nos lleva a las personas, independientemente de nuestra cultura o historia personal, a reaccionar de una u otra forma frente a los problemas o desafíos de manera eficiente, pues bien, fue Daniel Goleman quien consideró por primera vez incorporar este concepto dotándole de tanta o incluso más importancia que al Cociente Intelectual. Con este término intentó dar respuesta a preguntas como por qué una persona parece tener más habilidades para relacionarse con otras sin por ello destacar por su inteligencia, o por qué hay personas más capaces que otras de afrontar contratiempos y superar obstáculos.

Pero, ¿qué es la Inteligencia Emocional?“se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones, incluso en situaciones adversas”.

Si queremos dotar de credibilidad a este concepto, tenemos que citar igualmente al Dr. Howard Gardner, que fue quien planteó la Teoría de las Inteligencias Múltiples, que afirma que las personas disponemos, en mayor o menor medida de 7 tipos de inteligencias diferentes:

–  Matemática: habilidades para el manejo de números y de relaciones causales.

–  Corporal: habilidades psicomotrices y conciencia corporal

–  Musical: habilidades para el manejo armónico del sonido y el silencio

–  Espacial: habilidades visual- espaciales.

–  Verbal: habilidades para el manejo del lenguaje.

–  Intrapersonal: habilidades de relación con uno mismo.

–  Interpersonal: habilidades para relacionarse con otras personas.

Las dos últimas son las que se relacionan directamente con la Inteligencia Emocional, y a su vez se subdividen en habilidades distintas y que son de vital importancia en nuestro desempeño profesional, como liderazgo, capacidad de cultivar las relaciones y mantener las amistades, capacidad de resolver conflictos y destreza en el análisis social, por lo que podemos concluir que la Inteligencia Emocional se sustenta en 5 pilares:

APTITUD PERSONAL(INTELIGENCIA INTRAPERSONAL) APTITUD SOCIAL(INTELIGENCIA INTERPERSONAL)
AUTOCONCIENCIA EMPATIA
AUTOCONTROL HABILIDADES SOCIALES
MOTIVACION

Teniendo en cuenta estos 5 pilares, podemos normalizar el concepto y dilucidar una serie de habilidades implícitas en la Inteligencia Emocional, como son la habilidad para motivarnos a nosotros mismos, perseverando en el logro de nuestros objetivos afrontando las adversidades que surjan en el camino, la habilidad de controlar los impulsos y de regular nuestros propios estados de ánimo, evitando que interfieran en nuestra perspectiva y limite nuestra objetividad, la capacidad de empatizar, confiar en los demás y relacionarnos adecuadamente, entre otras.

Aunque no en la misma medida, estas habilidades son importantes para lograr un desempeño profesional satisfactorio, independientemente de cuál sea nuestra posición en la empresa, por lo que si trasladamos esto a nuestro día a día, al entorno profesional que nos “exige” relacionarnos con nuestros compañeros, clientes, proveedores, jefes, colaboradores y un largo etcétera, observamos la importancia que adquiere la habilidad de relacionarnos adecuadamente en los diferentes contextos y situacionessea cual sea nuestro interlocutor.

Quizás es ahora, más de 20 años después de identificarlo y “ponerle un nombre” cuando este término adquiere una especial relevancia atendiendo a la actual coyuntura económica y laboral, que nos conduce a tener que afrontar diferentes situaciones en nuestro entorno profesional, que pueden considerarse complejas y en numerosas ocasiones que nos llevan a tener que afrontar diversas dificultades, a parte de la natural “tensión” que existe hoy en día en nuestro entorno, donde lamentablemente, llevamos mucho tiempo sin escuchar buenas noticias.

Es por ello por lo que nos vemos abocados a lidiar con diferentes emociones, complejas en muchas ocasiones, las cuales necesitamos identificar primero, y manejar adecuadamente después, para evitar que ejerzan una influencia negativa que afecte a nuestro desempeño, ya que la presión y dificultades actuales pueden hacer que percibamos nuestro entorno como hostil, y corremos el riesgo de “atrincherarnos” en una posición autoinvalidante, es decir, pensamientos como “…no está en mis manos cambiar esta situación…”, o “…no hay nada que yo pueda hacer…” pueden llevarnos precisamente a eso, a no hacer nada, razón por la que es importante que seamos conscientes de que una circunstancia o situación específica puede “condicionarnos” pero no tiene porque “determinarnos”, y si manejamos adecuadamente nuestras emociones, evitaremos actuar como sujetos pasivos y nos será más fácil identificar y tomar iniciativas que nos ayuden a posicionarnos en la actual coyuntura de una forma más eficiente.

Hoy en día son muchas la veces que pensamos, escuchamos y mencionamos el término crisis, pero muy pocas de esas veces somos conscientes de las oportunidades que ésta nos plantea. Obviamente es complicado, y además entran en juego variables de carácter personal como nuestra capacidad de adaptación, nuestra flexibilidad, la autosuperacion, etc.,  y en esencia, la gestión inteligente de nuestras emociones, algo fundamental para salir reforzados de una situación como la que estamos viviendo.

Publicado en Thinking People. Post original aquí.

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La inteligencia emocional según Salovey y Mayer

por Rafael Bisquerra

¿Inteligencia Emocional?

Según la versión original de Salovey y Mayer (1990), la inteligencia emocional consiste en la habilidad para manejar los sentimientos y emociones, discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones.

Según Mayer y Salovey (1997: 10), “la inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las emociones para promover crecimiento emocional e intelectual”. La inteligencia emocional se refiere a un “pensador con un corazón” (“a thinker with a heart”) que percibe, comprende y maneja relaciones sociales.

Estos autores han ido reformulando el concepto original en sucesivas aportaciones (Mayer y Salovey, 1993, 1997, 2007; Mayer, Caruso y Salovey, 1999, 2001; Mayer, Salovey y Caruso, 2000).

Una de las formulaciones que se toman como referencia es la siguiente (Mayer, Salovey y Caruso, 2000; Mayer y Salovey, 1997, 2007). La inteligencia emocional se estructura  como un modelo de cuatro ramas interrelacionadas:

 

1) Percepción emocional.
Las emociones son percibidas, identificadas, valoradas y expresadas. Se refiere a sí mismo, en otros, a través del lenguaje, conducta, en obras de arte, música, etc. Incluye la capacidad para expresar las emociones adecuadamente. También la capacidad de discriminar entre expresiones precisas e imprecisas, honestas o deshonestas.

 

2) Facilitación emocional del pensamiento.
Las emociones sentidas entran en el sistema cognitivo como señales que influencian la cognición (integración emoción y cognición). Las emociones priorizan el pensamiento y dirigen la atención a la información importante. El estado de humor cambia la perspectiva del individuo, desde el optimismo al pesimismo, favoreciendo la consideración de múltiples puntos de vista. Los estados emocionales facilitan el afrontamiento. Por ejemplo, el bienestar facilita la creatividad.

 

3) Comprensión emocional.
Comprender y analizar las emociones empleando el conocimiento emocional. Las señales emocionales en las relaciones interpersonales son comprendidas, lo cual tiene implicaciones para la misma relación. Capacidad para etiquetar emociones, reconocer las relaciones entre las palabras y las emociones. Se consideran las implicaciones de las emociones, desde el sentimiento a su significado; esto significa comprender y razonar sobre las emociones para interpretarlas. Por ejemplo, que la tristeza se debe a una pérdida. Habilidad para comprender sentimientos complejos; por ejemplo, el amor y odio simultáneo hacia una persona querida (pareja, hijos) durante un conflicto. Habilidad para reconocer las transiciones entre emociones; por ejemplo de frustración a ira, de amor a odio.

 

4) Regulación emocional (emotional management).
Regulación reflexiva de las emociones para promover el conocimiento emocional e intelectual. Los pensamientos promueven el crecimiento emocional, intelectual y personal para hacer posible la gestión de las emociones en las situaciones de la vida. Habilidad para distanciarse de una emoción. Habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros. Capacidad para mitigar las emociones negativas y potenciar las positivas, sin reprimir o exagerar la información que transmiten.

Publicado en Rafael Bisquerra . Post original aquí.

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