Por Isabel Carrasco González
El término happyshifters surge en el año 2009, a través de los españoles Daniel Lyons y Montse Ventosa directores y fundadores de la consultora “Sticky Culture”. Los happyshifters (la traducción literal sería “los que se movilizan o cambian hacia la felicidad) son personas que buscan satisfacción en todo lo que hacen, y esto incluye su trabajo, a través de la búsqueda del sentido del mismo.
Los happyshifters pertenecen en su mayoría a una nueva generación de jóvenes nacidos en los años ‘80 y ’90, que tienen una visión diferente de lo que debe ser un trabajo y que tienen muy incorporado el concepto de libertad. No se resignan a pasar ocho horas diarias en una actividad que no les aporta nada. Los ‘happyshifters’ deciden transformar sus organizaciones o marcharse para crear una empresa. Cambian la queja por la acción y la pasividad por el emprendimiento.
Los happyshifters tienen una personalidad emprendedora, optimista (Montse Ventosa habla de la actitud “yes we can”) y no son conformistas. Se conocen muy bien a sí mismos, y han tenido la capacidad de elegir objetivos a largo plazo, sacrificando tiempo e ingresos económicos, porque entienden que no siempre se parte de las mejores condiciones y que se debe tener paciencia para poder progresar y así, lograr la felicidad plena. Por lo tanto, son personas que reinventan su futuro, son protagonistas de sus vidas, no culpan a otros de sus problemas personales y laborales y deciden ellos mismos ser los responsables de su propia felicidad.
En la actualidad, la mayoría de los happyshifters son aquellos que tienen muy incorporado el concepto de libertad, los jóvenes. Son ellos los que no se comprometen con una compañía en particular, sino que lo hacen con un trabajo que implica el desarrollo de un proyecto, ya que, en caso de no sentirse a gusto, lo abandonan sin mayores problemas. Buscan las incoherencias e inconsistencias. Si la empresa cae en ello perderá su talento.
A esto se añade que, quienes practican la tendencia, no tienen miedo a escuchar su conciencia y se plantean lo que quieren ser y hacer el resto de su vida, y, por lo tanto, lo que eligen y lo realizan de forma proactiva y positiva. El happyshifter necesita saber que lo que hace tiene sentido.
Montse Ventosa, directora de Employee Branding, asegura que los happyshifters piensan que “se puede vivir mejor con menos, o con más, trabajando menos o más… ¿Ser feliz conciliando? Puede haber gente que quiera sacrificarse y trabajar mucho, sin llegar a ser un adicto al trabajo. El happyshifter no considera que la vida personal y la laboral sean enemigos y no cree que ambas deban estar separadas. Salirse del sistema no funciona, y en el happyshifting encontramos tanto a empleados que quieren demostrar dentro de su empresa que se puede ser feliz en el trabajo, como a emprendedores que buscan la felicidad creando la suya propia”.
Tino Fernández, redactor jefe de expansión, en un artículo publicado en octubre de 2009 hablaba de esta tendencia y daba las siguientes recomendaciones para conseguir convertirse en un happyshifter:
10 claves para ser feliz en su empleo
1.- Escoja ser feliz. La felicidad es una elección. Quédese con los aspectos positivos de su trabajo. Rechace a la gente negativa, los rumores y maledicencias. Encuentre colegas con los que esté a gusto.
2.- Haga algo que le guste cada día. Quizá no ame su trabajo, pero siempre habrá algo en él que le atraiga.
3.- Ocúpese personal y continuamente de su desarrollo personal y profesional. Usted es la persona que más tiene que ganar con su formación continua.
4.- Tome la responsabilidad de conocer lo que ocurre en su trabajo. No se limite a quejarse de que no recibe información sobre lo que pasa en su compañía, los proyectos de los diversos departamentos o con sus colegas. Busque la información que precisa para trabajar eficazmente. Desarrolle una red de información y utilícela. Pregunte a su jefe cuando tenga dudas. De usted depende en gran medida lo que puede saber.
5.- Pida ‘feedback’ sobre lo que hace, cómo lo hace y qué piensan sus jefes de su trabajo.
6.- Comprométase sólo a aquello que pueda cumplir y mantener. Los expertos aseguran que una de las principales causas de estrés e infelicidad es fallar en un compromiso adquirido. Evite las excusas y preocúpese sólo de las consecuencias que implica fallar a la promesa dada.
7.- Evite la negatividad.
8.- Mantenga el coraje profesional. Sea inconformista. En un sentido positivo, los conflictos pueden ayudarle a cumplir su visión personal y su misión profesional; a servir a los clientes y a crear productos de éxito.
9.- Haga amigos, verdaderos amigos.
10.- Si nada de esto funciona, buscar un trabajo nuevo es lo que puede hacerle realmente feliz.
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